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4 / El Mundo
/ Lunes / Caracas , 15 de Agosto de 2005 |
Mirando al vecindario
¿ Llegará Lula al 2006 ?
Y a en el 2004
se señaló el financiamiento ilegal de la campaña del ahora
presidente Lula da Silva, proveniente de la mafia de la lotería de
Río de Janeiro.
De aquel escándalo salió ileso el ministro Jefe de la Casa Civil,
José Dirceu, mano derecha de Lula en la oposición y en el
gobierno. Lula tampoco fue conectado con la supuesta caixa dos
(fondos no declarados) del PT.
Un año después, comenzaron a circular evidencias sobre un
mecanismo mediante el cual el Gobierno pagaba bonificaciones
mensuales a parlamentarios aliados.
Los indicios apuntaron hacia el Palacio de Planalto. José Dirceu
ahora directamente señalado de conocer, y quizás dirigir, la
operación que le garantizaba apoyo parlamentario a Lula, salió del
gobierno. El día que Dirceu se incorporó al Congreso, el PT
movilizó militantes para que desde las barras gritaran consignas:
“quien se mete con Dirceu se mete con nosotros...” . Las amenazas
no surtieron efecto y el Congreso creó una comisión (CPI) para
investigar las acusaciones de corrupción.
La semana pasada, Fernando Henrique Cardoso escribió en O Globo
que no existe ni la más remota posibilidad de un acuerdo político
para frenar las investigaciones.
FHC decía que nunca en Brasil existió tal desvío de conductas como
el montado por el PT, “partido que se arrogaba el monopolio de la
ética y que, bajo esa excusa, estaba construyendo una estructura
de poder gigantesca basada en la arrogancia y la corrupción”.
Cuando aparece ese artículo de FHC, era obvio el deterioro de la
imagen de Lula, pero se daba como un hecho que llegaría al final
del mandato. Sólo se dudaba que pudiera presentarse a la
reelección en el 2006.
Pero el 11 de agosto la crisis política cambió de nivel.
Duda Mendonça, amigo, asesor, diseñador y ejecutor de la campaña
de Lula, confesó haber recibido pagos con dinero de una caixa dos,
mediante depósitos en un banco de Bahamas.
Esta declaración, que le acarrea responsabilidades penales al
propio Mendoça, fue el eslabón que conectó a Lula con el esquema
de financiamiento ilegal del PT.
Ese día los partidos de la oposición asomaron ya públicamente la
opción de promover en el Congreso un proceso de destitución (impeachment)
de Lula. Se anuncia una inminente reunión de los principales
dirigentes del PSDB (el partido de FCH), PPS, PFL, PDT y PV, a la
cual se sumarían líderes del cogobernante PMDB, e incluso el
conocido profesor, senador por el PT y exgobernador de Brasilia,
Cristovam Buarque.
La respuesta de Lula a las confesiones de Mendoça, fue un mensaje
por TV pidiendo perdón, mostrándose indignado, recordando los
éxitos económicos de su gobierno y alegando que fue engañado. La
nocturna visita del presidente venezolano en agenda no oficial, y
la concentración convocada por el PT para exaltar la alianza
Lula-Chávez, ampliaron la imagen de pérdida de poder que Lula ya
mostró en su mensaje.No existe aún una posición unánime al
respecto entre la élite brasileña, pero la destitución de Lula ya
es una opción política real.
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