8 / El Mundo
/ Miércoles / Caracas , 09 de Marzo de 2005
Mirando el vecindario
¿Guerrilla en Paraguay?
El secuestro
y asesinato de la hija del ex presidente Raúl Cubas, ha puesto
sobre el tapete el tema del alcance de las alianzas entre
diversas organizaciones de la izquierda suramericana.
Los gobiernos de Paraguay y Colombia coinciden al afirmar que
las Farc mantienen relaciones operativas con el izquierdista
Partido Patria Libre, PPL paraguayo, mientras el digirente del
PPL, Osmar Martínez, está acusado del asesinato de Cecilia
Cubas.
Según Bogotá y Asunción las Farc dieron apoyo directo a la
brigada que realizó el secuestro. Existirían pruebas sobre
solicitudes de asesoramiento hechas por Martínez a las Farc
por vía de Rodrigo Granda, cuando éste aún ejercía como
embajador itinerante de las Farc con residencia en Caracas. El
pasado lunes se produjo un encuentro de los presidentes Álvaro
Uribe y Nicanor Duarte, quienes habrían intercambiado
informaciones confirmatorias de la presencia de las Farc en
Paraguay.
El fiscal general paraguayo, Oscar Germán Latorre, dijo a los
medios en Bogotá que “algunos integrantes de las Farc
estuvieron asesorando y sabemos específicamente de la
presencia de una persona de nacionalidad colombiana en
Asunción”.
El PPL ha negado sus vínculos con las Farc y su participación
en la operación. Alegan que las acusaciones son parte de “una
campaña emprendida por los centros de poder para desprestigiar
a sectores de izquierda que luchan contra el neoliberalismo”.
El PPL busca restar credibilidad a las acusaciones alegando
que en el año 2001 ya fueron señalados falsamente de secuestro
dos líderes de ese partido.
El deseo del PPL de desmarcarse de las Farc, quedó en
entredicho cuando el principal acusado del plagio, Osmar
Martínez, reafirmó las relaciones de su partido con las Farc.
Martínez en carta dirigida a la prensa de Asunción escribió
que “Las Farc son miembros del Congreso Bolivariano de los
Pueblos (CBP), y Granda es delegado internacional en congresos
y seminarios de izquierda”. La página web del CBP en su
sección “Paraguay” publica diversos comunicados del PPL.
Martínez negó su participación en el secuestro, pero calificó
a las Farc como organización “hermana”.
Según la prensa paraguaya, las autoridades encontraron
vínculos entre el reciente secuestro y un frustrado atentado
dinamitero descubierto en el 2001, en el cual habría estado
involucrado un miembro de chileno Movimiento Patriótico
“Manuel Rodríguez”.
En los últimos años, Paraguay ha vivido una creciente
violencia rural por la propiedad de la tierra, con invasiones
de haciendas, bloqueos de caminos, enfrentamientos entre
campesinos y “brasiguayos”.
En ese medio, algunas organizaciones de izquierda han
intentando reproducir el esquema militante del Movimiento de
los Sin Tierra de Brasil. Recientemente, el gobierno de Duarte
ordenó el despliegue de fuerzas militares en varios
departamentos, ante indicios de la existencia de brotes
guerrilleros.
Paraguay pareciera no escapar de la onda expansiva de la
izquierda radical y violenta que aqueja ya no sólo a los
países andinos.
El deseo del
PPL de desmarcarse de las Farc, quedó en entredicho cuando el
principal acusado del plagio, Osmar Martínez, reafirmó las
relaciones de su partido con las Farc