8 / El Mundo
/ Miércoles / Caracas , 08 de
Junio de 2005
Mirando el vecindario
La batalla por el BID
La
renuncia de Enrique Iglesias a la presidencia del Banco
Interamericano de Desarrollo, tras 17 años en el cargo y sin
concluir su cuarto mandato, abrió una nueva vena para la disputa
por posiciones de poder en el continente.
Ya en medio de los escarceos para la elección del nuevo
Secretario General de la OEA en abril pasado, los rumores
continentales hablaban de negociaciones cruzadas, entre quienes
ya sabían de la inminente renuncia de Iglesias.
Por otra parte, algunos medios de comunicación han relacionado
la salida de Iglesias con casos de corrupción en el organismo y
con la imagen de boato entre los funcionarios.
La publicación argentina Urgente24 comentaba recientemente que
según fuentes del Banco Central de ese país, la renuncia se
producía por “amenazas sobre Iglesias para realizar una
auditoría en las oficinas del BID por el presunto otorgamientos
de préstamos irregulares, así como también existiría una gran
cantidad de gastos artificiales que irían a parar a los
bolsillos de los altos funcionarios del organismo”.
Lo cierto es que Iglesias sale del BID para asumir un nuevo y
desconocido cargo de la frondosa burocracia diplomática
multilateral: la Secretaría General Iberoamericana.
Para ser electo Presidente del BID se requiere apoyo de la
mayoría de los 28 miembros americanos y que los votos totales
representen la mayoría accionaria. Esta circunstancia hace que
la escogencia sea un tanto diferente a la de la OEA. Los grandes
electores efectivos son EEUU (30% ), Brasil (10,7% ), Argentina
(10,7% ), México (6,9% ), Venezuela (5,7% ), Japón (5% ) y
Canadá (4% ). Esto hace que casi inevitablemente Washington,
Brasilia y México deban procurar un acuerdo sobre el futuro jefe
del BID.
El primero en saltar al ruedo fue el embajador colombiano Luis
Alberto Moreno, tenido como un hombre con alto tránsito en
medios demócratas y republicanos de Washington, por lo cual
algunos dejan correr el rumor de ser favorito de EEUU. La
primera acción propagandística colombiana fue un viaje relámpago
a Caracas de la canciller Barco, para que el Presidente
venezolano conociera personalmente al candidato. Pese a los
rutinarios choques entre los dos países, el presidente Uribe
mandó a sus diplomáticos a pedir el 5,7% de votos que maneja
Caracas. Venezuela parece no haberse comprometido con Moreno y,
por el contrario, al darle tal relevancia a Caracas, la imagen
de Moreno habría salido afectada entre otros importantes
electores.
Brasil, que busca intensamente ampliar su figuración
internacional, está promoviendo a João Sayad, quien ya ocupa una
de las vicepresidencias del BID. El presidente Lula
personalmente participó en el diseño de la estrategia para
promover a Sayad, usando al Mercosur como catapulta. Brasilia
dice querer evitar que la elección del BID genere otra
confrontación como en la OEA. México también está barajando
nombres, y la lista de candidatos de otros países ya supera la
decena. Quien gane estará administrando US$ 100.000 millones de
capital y US$ 400 millones anuales de gastos de funcionamiento.