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10 / El Mundo
/ Miércoles / Caracas , 21 de Julio de 2004 |
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Mirando el vecindario
El socialismo de Lagos
El pasado
lunes 19, el presidente chileno Ricardo Lagos visitó
Washington. En la Casa Blanca le brindaron el ceremonial
propio para un aliado.
Se reunió con el presidente Bush, almorzaron y juntos
recibieron a la prensa. Dejaron saber algunos de los temas
tratados: las investigaciones de cuentas bancarias del
dictador Augusto Pinochet, el referendo gasífero boliviano del
domingo pasado y el referendo presidencial venezolano del mes
próximo. Agenda bilateral y continental.
La falta de apoyo de Lagos a la acción de Bush en Irak es cosa
del pasado.
El gobierno de Lagos alcanzó con los Estados Unidos un acuerdo
de libre comercio, ya en vigencia, que está sirviendo de guía
en las negociaciones análogas de otros países de la región. La
alianza de Chile con la seguridad regional quedó confirmada
con la autorización de Washington para que la Lockheed Martin
Corp venda a Chile 10 aviones caza F16 que serán entregados en
2006. Los F16 forman parte de un amplio programa chileno de
adquisiciones bélicas, que ha hecho que los militares peruanos
pidan al arruinado gobierno de Alejandro Toledo la compra de
más fragatas italianas.
La actitud de Chile ante la crisis de Haití por la renuncia de
Aristide, lo mostró como un país deseoso de figuración
continental. Lagos envió tropas para la Fuerza Multinacional
Provisional y para la actual Fuerza de Estabilización para
Haití Minustha. La Secretaría General de la ONU colocó las
fuerzas militares en manos de un general brasileño. Mientras
que la jefatura de la Misión de la ONU en Haití ha sido
encomendada a un diplomático chileno:
Juan Gabriel Valdés, hasta ahora Embajador en Buenos Aires. De
esta forma, Chile junto a Brasil, ha quedado encargada de la
transición haitiana.
Chile se ha convertido en jugador mundial, aliado de los
Estados Unidos pero abriéndose sus propios espacios
especialmente en el Pacífico asiático. El valor de sus
exportaciones hacia China, Japón y Corea, en el año 2003 (US$
5176 millones) fue casi el doble de sus ventas a los EEUU, y
esa cifra seguramente crecerá con el tratado de libre comercio
con Corea del Sur, vigente desde el pasado primero de julio.
Con una tasa promedio de crecimiento interanual del PIB de
7,7% entre 1986 y 1995, la economía chilena se recuperó del
bajón de fin de la década pasada y en 2003 alcanzó a crecer
3,3% . Cepal anuncia que en 2004 la economía crecerá 4,9% .
Ese crecimiento se da con bajas tasas de inflación: el año
2003 fue de 2,8% y, al terminar el pasado mes de junio la
inflación anualizada era de 1,1%, la menor de Latinoamérica.
Los precios internacionales record del cobre y productos
forestales están moviendo un boom económico chileno.
Y la estabilidad política atrae empresas internacionales que
están concentrando sus gerencias regionales en un solo país.
Quizás no es casual que en Chile no exista la amenaza de un
candidato populista de izquierda en las elecciones de 2006.
Por el contrario, suena que la señora ministra de Defensa
podría ser la sucesora de Ricardo Lagos.
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