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11 / El Mundo
/ Lunes / Caracas , 15 de
Marzo de 2004 |
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Mirando el vecindario
Zapatero: América
son negocios
En
diciembre del 2002, José María Aznar visitó Washington, y en su agenda
figuraba un encuentro con el director gerente del FMI, Horst Koehl. El
objetivo era presionar para que el FMI cediera en las hasta entonces
infructuosas negociaciones con el gobierno argentino de Eduardo
Duhalde. Al poco, una misión del FMI, integrada, entre otros, por un
representante de la banca española, visitó Buenos Aires facilitando el
acuerdo aún hoy vigente entre Argentina y el FMI. La visita de Aznar a
la Casa Blanca y el apoyo que obtuvo del gobierno Bush para imponerse
a la burocracia del FMI, respondía al carácter de jugador global de la
actual España.
Argentina es sólo una de las piezas de los crecientes intereses
españoles en América Latina.
El BBVA obtuvo en el 2003 el 32% de sus ganancias a este lado del
Atlántico. En Chile el BBVA está encargado del pago de todas las
pensiones del Gobierno y en Argentina se apresta a formar parte del
pool de bancos que negociarán la deuda externa. El Grupo Santander
obtuvo en Latinoamérica la mitad de sus ganancias del año 2003. El
Grupo Telefónica acaba de transformarse en el cuarto proveedor mundial
de telefonía móvil, con 65 millones de usuarios, 41 millones de los
cuales están en Latinoamérica. A esto se suman sus operaciones de
telefonía fija, que en Chile son de tal magnitud que, una medida
gubernamental reduciendo las tarifas telefónicas y que afecta a
Telefónica CTC Chile, hizo que la bolsa de Santiago se desplomara esta
semana.
En paralelo a la expansión de los intereses económicos españoles, el
gobierno de Aznar fue adquiriendo compromisos políticos
internacionales, en una abierta alianza con Washington. Pero, ser un
jugador mundial tiene sus costos: el ataque dinamitero del 11 de marzo
y el consiguiente triunfo del Psoe, son una muestra de ello.
El triunfante José Luis Rodríguez Zapatero, vino a Suramérica a
finales del 2003. En Montevideo firmó un acuerdo de cooperación con el
Frente Amplio encabezado por el izquierdista Tabaré Vázquez, se reunió
con el presidente Duhalde y dejó saber su preferencia por Mercosur
antes que por el Alca. En Argentina aseguró al presidente Kirchner que
las empresas españolas continuarán invirtiendo y que España apoyará en
el asunto de la deuda externa. En Santiago alabó la independencia del
presidente Lagos en el tema Irak y anunció que promoverá la reforma de
la ONU, el FMI, el Banco Mundial y la Organización Mundial del
Comercio.
Tras el ataque terrorista a Madrid, quizás los españoles aspiren a un
gobierno menos activo en política exterior.
Esto es poco probable. España tiene importantes intereses en el
exterior y su gobierno tendrá que defenderlos.
Quizás se produzca un cambio de intensidad en el pacto con Washington.
Pero el compromiso del gobierno español con su papel de actor político
y económico mundial seguirá, de una u otra forma. Por lo pronto, ya
Zapatero ha señalado que el Cono Sur es esencial en los intereses de
las empresas españolas.
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