A pocas horas de haber sido
electo presidente en noviembre del 2002, el coronel Lucio
Gutiérrez viajó a Bogotá. La señora Carolina Barco, canciller
de Colombia, montó una operación que permitió que el apenas
electo Gutiérrez se reuniera con Álvaro Uribe. En Colombia
como en todas partes, Gutiérrez era visto como un militar
populista aliado con las organizaciones izquierdistas
indígenas más radicales de su país. Los medios especulaban que
el coronel golpista ecuatoriano sería un clon del golpista
venezolano Hugo Chávez. En Bogotá urgía conocer la orientación
de Ecuador ante el Plan Colombia y, por ello, un avión de la
Fuerza Aérea Colombiana voló a recoger en Quito a Gutiérrez y
esposa.
En la
conversación Uribe-Gutiérrez quedó claro que el nuevo gobierno
ecuatoriano estaba dispuesto a actuar junto a Colombia en el
tema de la seguridad fronteriza. Ello además, se correspondía
con los anuncios que el aún candidato Gutiérrez hizo sobre su
decisión de ratificar el acuerdo que permite que los Estados
Unidos operen en la Base Aérea de Manta en el litoral
ecuatoriano.
Gutiérrez cumplió con sus aliados indígenas y los llevó al
gobierno. Entre ellas a la parlamentaria y dirigente indígena
Nina Pacari Vega Conejo, designada Ministra de Relaciones
Exteriores como cuota del movimiento Pachakutik (Confederación
de Nacionalidades Indígenas del Ecuador Conaie). La ruptura y
salida del gobierno de los representantes indígenas en agosto
del 2003, tuvo entre sus causas las diferencias en el manejo
de la acción ecuatoriana ante el conflicto interno colombiano.
Inicialmente el presidente Gutiérrez ofreció sus oficios entre
Uribe y las Farc, posición compartida por sus aliados
indígenas.
Pero
el Gobierno ecuatoriano rápidamente comenzó a dar señales de
apoyo a la acción militar contra la guerrilla y el
narcotráfico. Mientras la izquierda indígena en el gobierno se
pronunciaba contra el Plan Colombia, Gutiérrez se declaraba
aliado de los Estados Unidos. Al final, los grupos
izquierdistas indígenas se fueron a sus provincias y allí
están planeando un nuevo alzamiento (volveremos sobre esto en
otra entrega).
La
primera etapa del Plan Colombia, la única que en realidad se
ha desplegado, estaba orientada hacia el sur de Colombia. Por
ello, el respaldo militar y las facilidades ecuatorianas son
de especial interés para su ejecución.
Evaluados a finales del año 2003, los resultados del Plan
Colombia en los departamentos de Caquetá y Putumayo no
parecieron satisfactorios. El gobierno Uribe acaba de anunciar
un refuerzo de su acción militar en esos departamentos, bajo
el nombre de “Plan Patriota”. Mientras tanto, ya desde enero,
diversos medios dieron cuenta de las reuniones entre el
Comando Sur de EEUU y la alta oficialidad ecuatoriana
preparando el incremento de la presencia armada en la frontera
norte de Ecuador.
El
coronel Gutiérrez se ha convertido en un aliado esencial para
el Gobierno colombiano. Ya nadie recuerda cuando al coronel
Gutiérrez se le creía comunista. |