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11 / El Mundo
/ Jueves/ Caracas , 04 de
Marzo de 2004 |
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Mirando el vecindario
Colombia: la
hipótesis Venezuela
El número de tesis de
grado sobre Venezuela, elaboradas en la Escuela Superior de Guerra
de Colombia, depositadas en la Biblioteca Central de las Fuerzas
Militares "Tomás Rueda Vargas", ha ido creciendo en los últimos
tres años. Este hecho refleja la preocupación de los
planificadores militares colombianos ante una eventual
confrontación con Venezuela.
El principal escenario de conflicto para los militares
colombianos, continúa siendo su guerra contra las organizaciones
terroristas internas. Por lo cual, los crecientes recursos
asignados se destinan a incrementar la capacidad de combate
antiguerrillero, definido como un conflicto de baja intensidad.
Sin embargo, la hipótesis de un conflicto convencional con
Venezuela ha sido retomada, como una reacción a hechos o gestos
realizados por el actual gobierno venezolano.
A lo largo del año 2000, los gobiernos de Andrés Pastrana y Hugo
Chávez fueron distanciándose, al extremo que Colombia llegó a
considerar una ruptura de relaciones. Las acusaciones de apoyo de
Caracas a la guerrilla colombiana era el tema sobre la mesa y el
encuentro entre los dos presidentes, en diciembre, horas antes de
la toma de posesión de Vicente Fox, ayudó a reducir tensiones.
Pero las maniobras militares venezolanas en la Guajira, en marzo
del 2001, encendieron nuevas hogueras.
En las maniobras Maremoto 01-2001, las fuerzas armadas venezolanas
escenificaron un desembarco en la Guajira, con participación de
todos los componentes militares. Incluyó cañoneo desde fragatas,
desembarco de tropas, penetración de tanques en territorio
"enemigo", ataque aéreo y acciones "cívicas". Las maniobras
respondían al esquema de operación militar diseñado durante la
dictadura de Pérez Jiménez y aplicado parcialmente cuando la
Crisis de la Corbeta Caldas en 1987.
La eventual utilización de un conflicto contra Colombia para
aliviar tensiones políticas internas venezolanas, comenzó a
preverse por los militares colombianos. Chávez y Pastrana se
reunieron en marzo de 2001 en la paradisíaca Canaima, las
tensiones bajaron pero la señal del alerta quedó encendida en
Bogotá.
En marzo del 2003, el gobierno español como parte de su
cooperación militar con el gobierno de Álvaro Uribe, anunció la
donación de 8 aviones Mirage F-1. Los altos mandos colombianos
rechazaron la donación, no porque se tratara de un equipo poco
útil en la lucha antiguerrillera, sino por razones de
obsolescencia y costos. Ahora, el gobierno español ha vendido a
Colombia 40 tanques AMX-30, usados pero operativos.
Estos carros de combate, que serían entregados a finales de este
año, serán emplazados en el eje Santa Marta - Valledupar, es
decir, en las unidades encargadas de atender una eventual acción
en la frontera con Venezuela.
El Ministro de Defensa colombiano, Jorge Alberto Uribe, aseguró
que los tanques combatirán el narcotráfico y a grupos armados
internos, negó que fueran para la "defensa internacional" pero por
supuesto nadie, en Caracas o Bogotá, le creyó.
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