OTRO SOL DEL PERÚ
El Universal, Caracas, Venezuela. 05 de julio de 2001
La designación de un General en Jefe en el ejército venezolano es el más
claro ejemplo de la anarquía en la cual están sumergiendo al país.
Aparte de sus méritos
profesional, el inusual ascenso a General en Jefe de un oficial no es
consecuencia de actos de guerra ni de emergencia nacional. Se trata de la
maniobra del día, la salida de Hugo Chávez para paliar que el oficial en
cuestión ya fue ministro y ahora le ofrecen un cargo menor. La preservación
del régimen hace que los actuales altos oficiales se encuentran con un techo
de vidrio. No podrán ser Ministros de la Defensa ya que ese cargo es del
señor Rangel, famoso por sus ataques a las fuerzas armadas.
Un Sol del Perú adicional en el
hombro tal vez alivie parte de los conflictos íntimos que la alta
oficialidad debe sobrellevar. La salida masiva de oficiales desde los
cuarteles para ocupar cargos fuera del área de defensa, lejos de traer orden
ha contribuido al rápido deterioro institucional venezolano. Y dentro de los
cuarteles, ahora es obvio, comienza a delatarse la erosión de la
organización castrense.
Rotas las reglas, la
jerarquía, la obediencia y la no deliberancia, se producen absurdos
impensables dentro de la vida militar. Baste recordar, por ejemplo, la
incumplida e incumplible oferta presidencial de pagar a toda la tropa
reclutada un bono especial similar a los funcionarios públicos.
Deterioro institucional
que se pone en manifiesto cuando el Alto Mando Miliar es convocado a un
programa de televisión, en el cual Chávez intenta aclarar un apestoso caso
policial. Anarquía institucional cuando el gobierno involucra a la DIM en
tareas propias de la PTJ. Daño institucional cuando se inventan cargos y
rangos para irle saliendo al paso. Por ese camino pronto tendremos brigadas
de almirantes y generales en jefe, todos ellos bajo el mando de un teniente
coronel en situación de retiro, pero con la extraña potestad de usar bastón
de mando y uniforme militar. |