NI CHÁVEZ NI ARIAS
El Universal, Caracas, Venezuela, 26 de mayo de 2001
El show de presentación del nuevo partido de Francisco
Arias Cárdenas, acompañado de un sin número de huérfanos políticos, debe
recibirse como un buen gesto civilista en medio de la dictadura
constitucional que confronta el país. Pero no puede ser causa para olvidar
que Arias fue uno de los militares traidores a la institucionalidad
democrática.
Los jingles musicales, los modernos símbolos
y colores, la escenografía de fin de campaña gringa, no tapan el hecho
central de Arias Cárdenas como político: se trata simplemente de la
contrafigura de Hugo Chávez Frías. Dos caras de una misma moneda
caracterizada por el más reaccionario caudillismo. Dos gemelos apenas
diferentes, uno de Barinas y otro del Táchira, uno de los cuales no pierde
oportunidad para pedirle al otro que gobierne.
Arias se presenta como la antítesis de
Chávez, y su propuesta al país se limita simplemente a eso. Y la reacción
que logran estos caudillos no deja de llamar la atención. Ayer muchos
prohombres de la patria se amarraron a la cola del caballo de Chávez, ahora
otros prominentes se muestran prestos para seguir al hombre a caballo
llamado Arias. Así las cosas, en nada se diferencia un Napoleón Bravo de
ayer con un Manuel Caballero de hoy.
A todo esto, la persistente desorientación y
falta de luces de la clase política tradicional, así como la ausencia de
nuevas y activas opciones democráticas, pudieran llevar al país a la falsa
solución que representan Arias u otros militares con complejos mesiánicos.
Los
movimientos urbanos de aquellos que en el pasado fueron apáticos políticos,
los reductos democráticos dentro de las universidades, los militares
institucionalistas, están llamados a generar nuevos liderazgos en cada una
de sus áreas de actividad. La producción de ideas y propuestas para el país,
debería ser la base con la cual las nuevas generaciones construyamos una
sociedad democrática, que acabe con el caudillismo e impida el arribo de
nuevos autoproclamados salvadores de la patria.
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