ADIÓS A EUSTOQUIO GÓMEZ
Diario Los Andes, Mérida, Venezuela. 24 de agosto de 2001
Tuve la oportunidad de conocer a Don Eustoquio Gómez
Villamizar a principios de los años ochenta. Don Eustoquio quien figura en
la historia venezolana del siglo XX bajo el nombre de “Eustoquito” para
diferenciarlo de su padre.
Nos conocimos en Mérida donde junto a su familia había
decidido instalarse, arriba en La Pedregosa.
Él y Doña Inés, su esposa, me abrieron las puertas de su
casa, en Mérida y en Gibraltar, allá al sur del lago. Al tiempo que
hablábamos de política, o de música, o de viejas historias, fuimos dándole
cuerpo al proyecto de hacer un libro sobre la versión gomecista del
gomecismo. Aquello tenía relevancia porque Eustoquito había sido testigo de
excepción de los momentos finales del régimen gomecista, además de ser
poseedor del anecdotario familiar. Muchas horas de conversación grabada
dieron material para que en 1985 publicáramos el libro “Eustoquio”.
Aquella edición circuló encartada en el número que la revista Bohemia
hiciera en ocasión de cumplirse 50 años de la muerte del general y
presidente Juan Vicente Gómez. Para la época, en la Biblioteca Nacional
sólo reposaban dos títulos referidos al personaje, hoy el número ha crecido
considerablemente. Aquel proyecto que ejecutamos con Eustoquito ya ha
conocido dos ediciones y ha sido citado en diversas obras de contenido
histórico y en monografías sobre la producción literaria de finales del
siglo XX venezolano.
Siendo parte de la familia que detentaba el poder en
Venezuela, la vida de Eustoquito Gómez estuvo marcada por los sucesos
políticos del país. La muerte de Juan Vicente, el asesinato de Eustoquio
padre, las pasiones políticas desatadas en el país, llevaron a Eustoquito al
exilio, frustrando su formación como médico. Pasó por la vida siendo un
dandi de salón europeo, conspirador caribeño, pescador deportivo en La
Florida, agricultor arrocero en Cúcuta, agricultor platanero en el Sur del
Lago. Amoroso padre, hombre leal y solidario. El pasado 16 de agosto, Don
Eustoquio, Eustoquito, decidió irse de este mundo. Me cuentan que se fue
como siempre quiso, de un solo golpe, de pie como los hombres... Se ha ido
un amigo, nos quedan sus buenos recuerdos. |