CAMBIÓ EL CUADRO
El Universal, Caracas, Venezuela. 14 de diciembre de 2001
El triunfo electoral del chavismo en
1998 se produjo en medio de la desarticulación de la sociedad venezolana.
Los partidos, las organizaciones sindicales y patronales, todas ellas
estaban divorciadas de la realidad nacional. Varias generaciones criadas en
democracia habían optado por no participar en política, alegando que
profesionales universitarios en pleno ascenso social no se involucraban es
algo “sucio”. Así surgió un apartidismo suicida que facilitó el ascenso de
los militares golpistas y sus aliados de la izquierda socarrona.
La naturaleza no democrática del
chavismo hizo que ya en 1999 las fuerzas sociales comenzaran a deslindarse.
Se inicia un movimiento de opinión y luego, un proceso mudo de
reconstrucción de instancias básicas de la sociedad organizada.
Mientras unos pocos articulistas, eran
los únicos activistas de la oposición, en el mundo sindical se cumplía una
operación de reconstrucción de su propia legitimidad. En tanto, las nuevas
formas de acción civil ganaban organicidad alrededor de temas que afectaban
a la clase media, la cual comenzaba un rápido aprendizaje político ante la
amenaza de desaparecer. Los empresarios nacionales, amenazados a diario por
el Estado, fueron rápidamente politizándose.
El 2001 comenzó con la clase media
protestando contra los intentos chavista de ideologizar la educación. Las
lecciones de como organizar acciones de calle fueron aprendidas por la
otrora clase media antipartidista. Los sindicatos armaron su renovación pese
a las interferencias oficiales, los partidos políticos viejos y las nuevas
siglas políticas comenzaron a generar espacios de encuentro y a planear
acciones comunes.
A finales del 2001, ya el chavismo es
sólo uno de los tantos actores de la vida social. La sociedad venezolana ha
reaccionado y se está organizando. La actual dictadura constitucional ya
tiene adversario, el paro del 10 de diciembre es la prueba de ello. La
heterogeneidad de la sociedad que se le opone es garantía del futuro
democrático del país.
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