EL NUEVO URD
El Universal, Caracas, Venezuela, 14 de diciembre de 2000
La participación de Henry Ramos Allup como parte del
jurado de admisión para seleccionar los nuevos integrantes de las cúpulas
del poder Judicial, y del jocosamente denominado “poder ciudadano”, marca la
definitiva urredicación de Acción Democrática.
Ramos Allup es el presidente de una de las facciones que
hoy en día luchan por el control de la marca, el escudo y las propiedades
inmobiliarias del más importante partido político del siglo XX venezolano.
Partido destrozado en guerras intestinas que tuvo su último y definitivo
traspié, en la nefasta y filicida candidatura de Alfaro Ucero y en el
ulterior parricidio pre electoral de 1998.
Más cercanos a la sombra política de Jóvito Villalba que
a la de Rómulo Betancourt, y tras de haber acabado con la herencia recibida,
los adecos de hoy en día están dando señales de preferir medrar de un
gobierno enemigo, antes que proponerse la recuperación de un espacio
político democrático.
La participación adeca en la Asamblea Nacional, la
presencia adeca en los medios, podría servir para marcar una diferencia:
recordar cada día que vivimos bajo el mandato de una dictadura
constitucional. Pero AD está muda ante este hecho y sus consecuencias. La
resistencia democrática ya no está en AD, en ninguna de ellas,
definitivamente. La actividad adeca, por el contrario, está orientada a
ocupar aquel espacio que hasta hace poco correspondía a URD: el acomodo de
ocasión para garantizar una cuota, un apoyo, una figuración estéril y sin
futuro.
Cierren el partido. Encuentren algunos compradores para
las sedes de AD. Véndalas. Donen ese dinero a alguna causa humanitaria y
regresen a su casa. Ya acabaron con un partido: no utilicen las siglas de AD
para cohonestar la anarquía y el destrozo institucional que el gobierno
Chávez ha traído al país. |