Hoy el Presidente Chávez, el golpista de 1992, dijo que los
rumores sobre golpes, espantan las inversiones extranjeras. (No se rían,
por favor!!!). Supongo que todos pensaron que lo mismo está ocurriendo
desde 1992, cuando Chávez andaba conspirando desde Yare. Pero ese es un
tema que no debo tocar en esta crónica. Porque al contrario del gobierno,
prefiero cumplir mis promesas. Y la semana pasada prometí a los pacientes
lectores, no escribir esta semana sobre política.
Por ello, en medio de las elecciones
suspendidas y sin saber que hacer con tanta comida comprada por si acaso
un golpe, y dejando a un lado el tema militar, me dediqué a ordenar
carpetas y viejos recortes. Un periódico de 1999 informaba que
el veinte por ciento de las adolescentes sufre de
anorexia o bulimia. Los datos fueron revelados por un connotado equipo de
científicos, durante un seminario realizado en Madrid. Cifra tan alta,
afectando justamente al segmento de la población donde cada país coloca
sus mejores esperanzas, me dejó consternado.
Recuerdo que el tema me llamó
poderosamente la atención, y lo cargue en cuanta conversación tenía en
aquellos días. A más de uno fastidié de mi preocupación, pero uno de ellos
no dejó que terminara mis reflexiones sobre el futuro de la raza humana,
en manos de mujeres debiluchas como consecuencia de una adolescencia
anoréxica.
Un amigo con poco de hipocondriaco y
mucho de cínico, me explicó que las estadísticas médicas son de poco fiar,
y más si son difundidas en un evento científico de especialistas para ser
publicadas por la prensa diaria. Según mi asesor ad honorem, cada día los
periódicos publican estadísticas que hacen pensar que el planeta todo está
a punto de morirse.
El sesenta por ciento de las mujeres está
propensa a sufrir de los huesos, el sesenta por ciento seguro que tendrá
cáncer de algún tipo. El sesenta por ciento de los hombres presentan
problemas de próstata. El sesenta por ciento de los niños menores de dos
años sufren de pañalitis que con el tiempo podrá causar cáncer de piel en
un sesenta por ciento de ellos. El sesenta por ciento de la población
urbana, sufre de alguna afección estomacal, llámese acidez, acidez o
acidez. El sesenta por ciento de los niños en edad escolar presenta
dificultades para leer la pizarra en el salón de clases. El sesenta por
ciento de los adultos presenta dificultades para leer las letras pequeñas
en los contratos de las compañías de seguros.
Por otra parte, el sesenta por ciento de un grupo de
adultos a quienes se les llevó un control por más de veinte años, presentó
algún tipo de problema asociado con el sistema circulatorio, los cuales
tienden a aumentar como consecuencia de la alimentación de moda en estos
tiempos, además de la influencia del tabaquismo y el alcoholismo. Esos
problemas del corazón, en el sesenta por ciento tienden a convertirse en
infartos, de los cuales el sesenta por ciento son fatales.
Adicionalmente, el sesenta por ciento de la población
sufre algún tipo de accidente de tránsito durante su vida. El impacto de
afecciones en hígado y páncreas se ha estimado en sesenta por ciento.
Otras fuentes insisten al afirmar que el sesenta por ciento de los hombres
mayores de 20 años (y de las mujeres también...) son proclives a contraer
algún tipo de enfermedad derivada de malas condiciones laborales. Un
estimado del sesenta por ciento de la población se encuentra entre los
grupos de alto riesgo para enfermedades virales, dentro de las cuales
deben incluirse desde las gripes más recientes hasta el VIH y otros. El
sedentarismo y el stress de los residentes en ciudades, hacen que el
sesenta por ciento de ellos, presente algún grado de síndrome de pánico,
ansiedad, calvicie prematura, desordenes endocrinos.
La automedicación está llevando a que el sesenta por
ciento de los consultados, desarrolle enfermedades resistentes a los
medicamentos. Igualmente existe evidencia empírica sobre el impacto
negativo que el consumo de algún tipo de drogas (heroína, marihuana,
cocaína, cafeína, té, helados de chocolate con lluvia de maní, etc.) en el
sesenta de la población menor de sesenta años.
Recientes mediciones han establecido que el sesenta
por ciento de los usuarios de computadoras presentan algún tipo de
afección visual, otro sesenta por ciento estaría en camino de lesiones en
las falanges y un sesenta por ciento muestra señales inequívocas de
dependencia con respecto a la Internet.
Para aquellos que suelen caminar por las calles, se
estima que el sesenta por ciento de los casos de mordeduras por perros
enfermos, se ha producido entre las tres y las cuatro de la tarde. En
total, el sesenta por ciento de la población urbana ha sido afectada por
alguna dolencia provocada por animales domésticos (perros, gatos, peces,
tortuguitas y cucarachas).
Esos fueron algunos de los datos que me
recitaron. Copio sólo aquellos que logro ahora recordar. Desde entonces,
lo juro, no leo más estadísticas médicas. Por temor a ser parte del
sesenta por ciento de lectores de estadísticas médicas que se mueren
antes de tiempo.
Saludos para todos. Nos seguimos
hablando... y hasta la próxima vez |