(A continuación, me permito transcribir el texto encontrado dentro de una
botella a orillas de la playa, en un país caribeño de cuyo nombre no
acuerdo)
El otro día leí que allá en el estado Táchira, el gobernador electo
(golpista e involucrado en el robo de armas de Fuerte Tiuna en 1992 ) es
evangélico. Por eso mandó a sacar todas las imágenes religiosas de las
escuelas públicas. Leí eso y no me importó, porque ni vivo en San Cristóbal,
ni me meto en esos pleitos religiosos.
El otro día leí que el gobernador de Mérida (golpista e involucrado
en el robo de armas de Fuerte Tiuna en 1992), acusaba a Monseñor Baltasar
Porras de robar medicinas de un hospital para venderlas en la calle. No me
importó, porque no vivo en Mérida ni me meto en esos líos de políticos y
curas.
El otro día escuché que el presidente Chávez decía que Monseñor
Porras tiene el diablo bajo la sotana. Y hasta me causó gracia el chiste.
El otro día escuché que el gobernador de Mérida (golpista e
involucrado en el robo de armas de Fuerte Tiuna en 1992) ordenó que en las
escuelas públicas de Mérida quitaran todas las figuras religiosas y prohibió
las clases de educación religiosa. No me importó porque no vivo en Mérida,
creo en la libertad de cultos y total, en el colegio de los muchachos no
hay esos problemas políticos, y ya están preparándose para hacer su primera
comunión.
El otro día escuché al presidente Chávez imitando burlonamente el
acento agringado del director de El Universal. No me importó, y hasta me
causó gracia el chistecito presidencial.
El otro día, en la reunión de representantes en el colegio de los
muchachos, informaron que por instrucciones del gobierno bolivariano, las
clases de inglés serían eliminadas del horario normal de clases. Porque son
una verdadera injusticia ya que los niños en las escuelas públicas no
reciben esas clases. No me importó porque la directiva del colegio decidió
pasar las clases de inglés para el horario de la tarde.
El otro día escuché que un líder cubano quien acompañaba a Fidel
Castro en su viaje, dijo que la Internet es un invento del diablo. No me
importó porque siempre en las universidades se escuchan extravagancias.
El otro día, en la reunión de representantes en el colegio de los muchachos,
informaron que por instrucciones del gobierno bolivariano, las clases de
computación serían eliminadas del horario normal de clases. Porque son una
verdadera injusticia ya que los niños en las escuelas públicas no reciben
esas clases. No me importó porque la directiva del colegio decidió pasar las
clases de computación para el horario de la tarde.
El otro día, en la reunión de representantes en el colegio de los
muchachos, informaron que los supervisores del gobierno siguen muy atentos
el contenido de las materias que se dictan, y siempre preguntan
especialmente por la educación religiosa. No me importó, porque supuse que
el gobierno no se iba a meter con la educación privada.
El otro día un amigo cuyos muchachos estudian en un colegio bilingüe,
me contó que el gobierno estuvo a punto de prohibir la inscripción de niños
venezolanos en ese colegio. “Colegio británico es para británicos”, parece
que dijo un supervisor del Ministerio de Educación. No me importó, porque
supuse que eran chismes oposicionistas de mi amigo.
Ayer una turba entró a casa, gritando improperios y rompiendo todo a
su paso. Alguien había delatado a mi hijo quien posee una computadora,
alguien delató que mi mujer guarda una imagen de María La Virgen, alguien
delató que yo medio machuco el inglés.
Ayer una turba entró a mi casa, gritando improperios. Esta vez si me
importó, pero ya es muy tarde...
Un venezolano.
El texto tiene una firma
ilegible y una fecha borrosa por efecto del agua y el tiempo.
Saludos para todos. Nos seguimos hablando... y hasta la próxima vez. |