TESTIMONIO DE LISA RAHMAN

FÁBRICA SHAH MAKHDUM
SEPTIEMBRE DE 2.002

Me llamo Lisa Rahman. Tengo 19 años y vivo en Dhaka. Mi familia es muy pobre. Tuve que empezar a trabajar en fábricas de textil cuando tenía 10 años. Nunca tuve la oportunidad de ir al colegio.

Hasta los niños de 10 años éramos obligados a trabajar de 08:00 hasta las 22:00 cada noche, siete días a la semana. Si alguna vez me dormía, el supervisor me pegaba y me gritaba "¡¿Por qué estás durmiendo, por qué no estás trabajando?!"

Los últimos tres años los trabajé en la fábrica Shah Makhdum, donde cosía muchas prendas Disney. Soy una operadora senior de costura. Trabajé en todas estas prendas. Mi trabajo era cerrar las costuras. Mi salario era de 1.750 taka al mes. Cuando vine a este país me dijeron que eso es menos de 30 dólares (14 céntimos/hora). No tuve ninguna subida en esos tres años, seguía cobrando 1.750 taka.

Disney fue siempre la mayoría de la producción de la fábrica.

Nos requerían trabajar de 08:00 a 22:00 todos los días. Normalmente nos tenían hasta más tarde, hasta las 23:00 o medianoche. Esto podía pasar de 10 a 13 días al mes. Trabajamos siete días a la semana, sin vacaciones regulares. Como mucho tenía un día libre al mes.

Las condiciones en la fábrica son muy duras. No presionan constantemente para trabajar más rápido. Debo hacer 200 piezas cada hora. Es el objetivo que fija la compañía. Si no llego a este objetivo, el supervisor me llama cosas. Los supervisores nos gritan y maldicen. Mentan a nuestros padres y les llaman guarros. Algunas veces nos pegan en la parte de atrás de la cabeza, o nos arrastran. No nos dejan hablar. Si te pillan, te pegan.

En la fábrica hace mucho calor. Hay poco aire. Mientras trabajamos nuestra ropa se moja de sudor.

Sólo nos dejan usar el baño una o dos veces al día, y los baños están muy sucios. El agua de beber está también sucia y muchas de las chicas sufren de diarrea, al agual que yo.

La compañía no deja días por maternidad ni beneficios. Si una mujer se queda embarazada, la obligarán a dejar la fábrica.

No nos dejan cogernos días por enfermedad. No tenemos seguro de salud. Si me pongo mala, me costará 300 taka ver a un doctor o tomar medicinas. No puedo permitírmelo, es cerca del sueldo de una semana.

La compañía no nos deja libres las fiestas nacionales y nunca recibimos vacaciones.

Sólo tenemos dos descansos en todo el día, una hora para comer de 13:00 a 14:00, y un descanso de diez minutos a las 20:00, cuando la compañía nos da un plátano o un trozo de pan. Incluso si no has terminado de comer tienes que volver al trabajo.

Nos obligan a trabajar hasta las 23:00-00:00 todos los días, pero la compañía siempre nos tima en el pago de las horas extra. Tienen dos tipos de tarjetas de tiempo, una para mostrar a Disney, y la otra, la real. La que es para Disney dice que trabajamos desde las 08:00 hasta sólo las 18:00, y que nos dan todos los viernes libres. La tarjeta de tiempo real dice que trabajamos siete días a la semana hasta las 22:00 o más tarde. Pero no nos pagan esas horas. Nos estafan 3 o 4 horas extras cada día.

También, si dicen que hemos cometido un error, te quitan más dinero del sueldo. La fábrica no quiere trabajando a las mujeres que llegan a 30 o 35 años. Los jefes dicen que son muy viejas y que no están en forma para hacer el trabajo, que su vista no es buena, así que las obligan a irse. Las dejan sin absolutamente nada si reclaman.

Voy andando para ir y volver al trabajo cada día para ahorrar dinero. Tardo una hora para ir y otra para volver. Me voy a las 06:50 y llego al trabajo a las 08:00. LLego a casa a las 23:00 o a medianoche.
Me levanto a las 05:00. Tengo que cocinar y lavar. El 90% de la gente de mi vecindario usa una misma bomba de agua, un porche y una cocina con cuatro quemadores. Por eso suelo tener que esperar cola para mi turno.

Charlie y Barbara me preguntaron si sabía algo sobre el Código de Conducta de Disney. No tenía ni idea al igual que el resto de trabajadores. Nunca había oído hablar de ello.

Cuando Charlie me preguntó cuánto pensaba que podría costar una camiseta Disney, me imaginaba que tal vez 50 o 100 taka (de 85 céntimos a 1,50 dólares). Me quedé perpleja cuando me dijeron que costaba 17,99 dólares, es más de lo que gano trabajando dos semanas.

Nunca tuve la oportunidad de ver una película, montar en bici o irme de vacaciones. No podemos beber zumo.

Queremos que Disney retorne su trabajo a nuestra fábrica. Pero pedimos que nuestros derechos sean respetados y que se nos trate como seres humanos. Espero una vida mejor para mí y para todos los trabajadores. Si pudiese ganar 4.500 taka al mes (37 céntimos/hora) podría vivir con un poco de dignidad.

Nunca pensé que vendría a EE.UU. y vería todas estas bonitas cosas. Estar aquí es como un sueño para mí. No estoy asustada, me siento afortunada. Estoy encantada de tener la oportunidad de hablar por las mujeres y los trabajadores de Bangladesh con la esperanza de que podamos ganar nuestros derechos.
Nunca imaginé que la gente de EE.UU. que compra la ropa que cosemos se preocupase alguna vez o hubiese pensado en nosotros. Gracias de corazón. Queremos trabajar muy duro, sólo necesitamos nuestros derechos. Por favor, decidle a Disney que haga lo correcto.

Nota: 1$ = ± 1€

Traducido de:
http://www.nlcnet.org/bangladesh/testimony-lisa.shtml

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