LOS
TRABAJADORES CHINOS EXPLOTADOS SIGUEN ESTANDO EN FÁBRICAS DEL SUDOR
TÓXICAS
Por Jasper Becker en Beijing
THE INDEPENDENT
24 diciembre 2002
En las abarrotadas fábricas del sudor del delta del río Pearl
en China, el mundo de los juguetes se fabrica en serie, pero no por los duendes
de Santa, sino por el millón y medio de chicas que hacen juguetes en
turnos de 12-14 horas, inhalando gases tóxicos.
Una campaña de 10 años para introducir los derechos básicos
de los trabajadores apenas acaba de comenzar a mejorar el mal tratamiento
de las chicas, según muestran las nuevas investigaciones.
"Las trabajadores de las fábricas chinas de juguetes están
más explotadas ahora que antes", dijo May Wong del Asia Monitor Resource
Centre, que investigó a la industria juguetera, con el Hong Kong Christian
Industrial Committee. Otra investigadora, Monina Wong, autora del informe
de la Hong Kong Coalition for the Charter on the Safe Production of Toys,
que pronto saldrá publicado, dijo: "Los sueldos actualmente han bajado,
hay mucho trabajo forzado. Las condiciones han mejorado un poco, especialmente
en las horas extra porque los grandes compradores están haciendo presión
a las subcontratas".
Pero los trabajadores siguen sin tener contratos ni sindicatos, y poca protección
de los propietarios que algunas veces les quitan parte o incluso todo el sueldo.
China fabrica el 70% de todos los juguetes del mundo y sus exportaciones,
ahora de 7,5 billones de dólares anuales, se han doblado en ocho años.
Además, China exporta cerca de 1 billón de dólares en
árboles de navidad de plástico, ornamentos y luces, campanas
y ángeles de plástico, disfraces de Santa Claus, dibujos de
Jesús y escenas bíblicas.
Las compañías taiwanesas y de Hong Kong que hacen bienes para
Hasbro (cuyas marcas incluyen Action Man y Bob the Builder), Mattel (fabricantes
de la Barbie) y Disney han trasladado su producción a China, atraídos
por la inmensa cantidad de trabajo barato y no regulado.
China tiene 6.000 fabricantes, mayormente financiadas por compañías
extranjeras en el delta del río Pearl, o en las provincias de Zhejiang
y Jiangsu. La Dra. Anita Chan, experta en temas laborales chinos en la Austrian
National University, dijo: "La gente que compra juguetes debería darse
cuenta de que las condiciones en el sector de los juguetes son probablemente
peores que las de otras fábricas". El 60% de los trabajadores de juguetes
son mujeres de entre 17 y 23 años que viven en los abarrotados dormitorios
de la compañía, 15 en cada habitación, ganando 30 céntimos/hora
pintando colores con un pincel o spray, o pegando piezas. Muchas sólo
tienen dos días libres al mes. Inhalar las pinturas, humos del pegamento
y residuos tóxicos es un peligro para la salud, causando mareos, dolores
de cabeza, etc. Con el tiempo, puede ser fatal. El caso de Li Chunmei, de
19 años, que dejó la línea de producción y murió
horas después, fue reportado por el Washington Post este año
y traído por uniones a América. Pero estas muertes son comunes
en el delta del río Pearl. Este año, China ha introducido leyes
de salud y seguridad pero las asociaciones dicen que estas leyes hacen a los
trabajadores responsables y son difíciles de hacer cumplir.
De los 2 dólares restantes, 1$ es compartido por la gerencia y transporte
en Hong Kong, 65 céntomos compartidos por las materias primas. Los
restantes 35 céntimos es lo que ganan los productores de China por
darles a las fábricas sitios, trabajo y electricidad. A pesar de que
las grandes compañías como Disney han hecho códigos de
conducta, hacerlas cumplir en China no es fácil. La Dra. Chan dijo:
"Mi esperanza es que las grandes fábricas puedan mostrar mejoras, pero
no las pequeñas sub-sub-contratas".
Los trabajadores chinos tienen el derecho de huelga en la constitución
de 1.954 pero se fue cuando se enmendó en 1.982. Ahora que el Partido
Comunista está privatizando los medios de producción, los expertos
legales dicen que el único paso lógico para los trabajadores
es que se les permita la libertad de asociación.
Artículo traducido de:
http://www.tibet.ca/wtnarchive/2002/12/24_4.html
Ostiaenlaboca
VOLVER