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Bases para una �tica de la acci�n anarquista |
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Carlos D�az |
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... Es justo, y adem�s necesario (pues no queda otro remedio para los pobres) articular la fraternidad de la que brota la solidaridad. Si muchas son las dificultades objetivas y subjetivas en el movimiento hacia la solidaridad, muchas mas todav�a son las posibilidades de superaci�n y los motivos para su ejercicio alegre y plausible. Veamos. |
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1) EGO�SMO RACIONAL |
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Es mejor el altruismo puro que el ego�smo racional, pero si falta aquel, al menos hay que preferir el ego�smo racional al ego�smo irracional. El ego�smo irracional alienta hacia el consumo a cualquier precio. No podemos seguir con este nivel de ecodesarrollo insostenible, porque la Tierra no dispone de tanta energ�a como para que cada uno de sus habitantes consuma como un norteamericano. |
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Propuesta: Hay que apuntar hacia el ego�smo racional de la austeridad responsable, que conlleva la autolimitacion del desarrollo consumista. Se trata de asumir la filosof�a estoica y no la epic�rea al respecto. Quien espera ver primero autolimitarse a su vecino no act�a racionalmente, lo racional es dar ejemplo, trasvasando hacia los que no tienen la posesi�n excedentaria propia. |
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2) DECREPITUD DEL CAPITALISMO |
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No podemos seguir con este capitalismo, que carece de capacidad para compatibilizar su estructura militar con su desempleo, su derroche con su endeudamiento, su burocracia con su voluntad din�mica, etc. |
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Propuesta: !El capitalismo no puede ser! Hay que cambiar de vida y de forma de pensar. No podemos permitirnos bromas, diciendo que ya que no cambiamos de vida y de pensamiento, cambiemos de aires. Los aires del capitalismo est�n enrarecidos y son humo irrespirable. Los aires del humanismo han de ser a la vez buenos humanamente y geogr�ficamente, es decir, solidariamente etho-ecologicos. |
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3) LA FORTALEZA DE LOS RICOS, AMENAZADA |
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No resulta nada seguro convivir en una "civilizaci�n" de personas hambrientas y desesperadas, ni cabe poner puertas al campo de la inmigraci�n. De ah� que en un mundo inseguro, proliferen y hagan su agosto las industrias de la seguridad: blindajes, vigilantes, guardaespaldas, etc. Todo sea por mantener a distancia al pobre. |
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Vigila que te vigila, hasta que llegue el d�a en que todos tengamos que vigilar a unos pocos, porque antes esos pocos nos hayan vigilado a todos y, en definitiva, en que todos "democr�ticamente" nos vigilemos a todos. |
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Propuesta: !!Eso no puede ser!! No es racional. Hay que aprender a vivir de otro modo; con menos propiedades que vigilar seremos menos vigiladores, y a la par, menos vigilados. Para que no nos pase lo que al avaro, que no pod�a dormir por vigilar su vastisima hacienda, compartamos mas. El avaro prefiere luchar contra el insomnio de mala manera antes que compartir. De este modo, su comportamiento se hace altamente irracional, a pesar de que presume de ser la medida de la racionalidad (pues cree ser mas racional porque ha atesorado mas, lo cual constituye su error de calculo mas grave y que por supuesto nunca estar� dispuesto a reconocer, ya que entonces cuestionar�a su propia identidad, porque el se identifica con lo que posee sin saber que eso que el dice poseer lo posee a el, es pose�do). |
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4) EL COLOR DEL ROSTRO DEL OTRO |
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No resulta nada bello ver sufrir a los dem�s. Pero si es bello abrir los brazos y partir el pan. Me dec�a un pastor que todo pastor sabe que le quiere decir cada oveja con la mirada, pero para eso el pastor tiene que pasar la vida cuidando a dichas ovejas, pues un mero turista no sabe leer en la mirada de una oveja. Y otra pastora paup�rrima all� presente, a�adido que a ella las ovejas la quieren mucho, pero las personas no. |
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Propuesta: O descubrimos la faz del otro con entra�as de compasi�n, o esta civilizaci�n se acaba. |
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5) EXIGENCIA DE NECESIDAD VITAL |
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Llega un momento en que hay que organizarse o morir. Y dado que la auto-organizacion de los pobres es cosa de los pobres mismos, no queda sino compartir la miseria, elaborar en com�n el luto y / o organizar cooperativamente la producci�n, aun contando con el riesgo de que las cooperativas triunfantes reproduzcan, a la larga, el capitalismo de origen. |
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Propuesta: Avisados estamos. El cartero no llama dos veces. Quiz� para ma�ana sea tarde... |
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6) EXIGENCIA DE CONVICCI�N PROFUNDA |
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No vamos a descubrir ahora el huevo de Colon si decimos que el derecho de propiedad privada al uso, que es un "derecho de gozar, usar y abusar", no es ni mas ni menos que una salvajada, pese a ser salvajada muy arraigada en el coraz�n de humanos con mentalidad de simios. Como nos recuerda Rousseau, mucha parte del mal que hay en el mundo entro cuando alguien cerco una propiedad y escribi� con grandes caracteres sobre ella PROPIEDAD PRIVADA. Y claro, como la propiedad privada as� entendida hizo tanto da�o en el mundo, el comunismo fue al extremo opuesto, y no se le ocurri� mas que prohibirla, y decretar el colectivismo. Pero, !ay!, los administradores del colectivo no administraron nada bien e hicieron mucho da�o, siendo su error doble: prohibir la libertad individual, y pretender liberar al colectivo por medio de la dictadura. Como el colectivismo fracaso, vuelta a empezar por parte de los propietaristas, y esto no puede seguir siendo. |
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Propuesta: Las estructuras de pecado solo se vencen creando estructuras de justicia y paz, codo a codo con el otro, en lugar de explotarlo y oprimirlo, trat�ndole como semejante y no como instrumento. As� las cosas nuestra propuesta consiste en "ir hacia la propiedad personal (es decir, no individualista, sino relacional), hacia la copropiedad del trabajo por encima del capital, hacia la persona como centro de todos los procesos econ�micos y no solo hacia la rentabilidad" (Emmanuel Mounier). |
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En definitiva, el derecho sobre la propiedad privada es valido, pero pesa sobre el una grave hipoteca social, es decir, no nos pertenece si no lo usamos en orden al bien com�n. Desde esta visi�n, asumimos como ideal referencial ultimo el comunismo libertario en materia de econom�a, tan irrealizable como se quiera hoy, pero en modo alguno irracional y mucho menos imposible, dependiendo su posibilidad o viabilidad sobre todo de la voluntad activa del hombre nuevo al que estamos llamados. |
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7) ORGANIZAR LA PARTICIPACI�N |
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Apuntemos sin prisa y sin pausa hacia la autogesti�n, ya que ella aspira y exige articular la participaci�n, cuanta mas participaci�n, mejor; consid�rese el sentimiento y la practica dinamizadora de los individuos y de los grupos, as� como asumir los fallos del pr�jimo y tener paciencia con el, sin ignorar que la participaci�n no se logra de la noche a la ma�ana, y de ah� su elevada exigencia pedag�gica, pues esa articulaci�n: |
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Es costosa en tiempo y energ�a, exige mayor desgaste de todos (pues mas sencillo resultar�a que uno mandase y todos bajaran la cabeza al un�sono). |
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Conlleva la dificultad de toda rotaci�n laboral, ya que todos y cada uno asumen los trabajos comunes peores, adem�s de los espec�ficos. Pero resulta necesario por motivos educativos y solidarios. |
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Puede suponer perdida de eficiencia (mas productivo seria que cada cual hiciese siempre lo mismo para ir mas r�pido) y retrasar la planificaci�n elaborada en com�n, lo que la convierte en mas latosa. Requiere un cambio de actitudes y una preparaci�n cooperativa especial. Este mundo no nos ense�a para la corresponsabilidad, la cual no se escuda tras el colectivo cuando se produce un fallo individual, ni se apunta el �xito �nica y exclusivamente cuando dicho �xito corresponde al colectivo. |
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Puede interferir en las vidas privadas hasta degenerar en un "hipercolectivismo" sin ning�n margen para diferenciar y dar relieve a cada individualidad. |
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Degenera frecuentemente en dos errores: o en la revancha final del capitalismo cuando se desarrolla en gran escala (pues entonces la producci�n termina claudicando ante el imperativo de la eficacia, y ya no se diferencia del modo de producci�n capitalista), o se enclaustra en un socialismo ut�pico de baja calidad, que renuncia a transformar el resto del mundo, al estilo de esas comunidades que de la marginalidad �o�a terminan haciendo centralidad. |
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No bastan buenas intenciones en un mundo de seres humanos que todav�a no han sido formados ni dispuestos para tan alto menester. |
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Propuesta: Conocemos las dificultades del pasado; ahora solo nos queda asumir las del presente, sin nostalgias ni a�oranzas, mirando adelante. |
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8) UNIR BUENA INTENCI�N Y BUEN RESULTADO |
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Ante una tarea tan cualitativamente distinta e inusitada, tan diferenciada e in�dita, hay que ir con pies de plomo, midiendo bien las cosas, pens�ndolas mucho. Pues esta en juego la dignidad de los pobres, el orgullo de su sabidur�a, la diferencialidad de su opci�n. Hay que ir a ella con un coraz�n nuevo, cuyo ideal es: |
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Un tercio ni�o so�ador y arriesgado, ingenuo; |
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Un tercio padre bueno y perdonador, prudente; |
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Un tercio adulto razonable y empresarial, astuto; |
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Y el 1% restante, tal vez el mas necesario, tejido con mimbres de alegr�a, esperanza y gracia. |
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La autogesti�n no esta hecha para lloriquear ni para limosnear, sino para trabajar cooperativa y solidariamente. Dej�monos de quejarnos por los baches de la carretera y caminemos hacia la meta. Se trata de aprender a ser generosos, que hay que serlo siempre, pero el mundo demanda de nosotros pericia. La �tica de la intenci�n no debe estar al margen de la �tica del resultado. Muchas utop�as bellisimas se han quemado por una mala contadur�a de libros y eso es un delito de lesa humanidad. La conciencia no puede permitirse el lujo de suplir la ciencia, como tampoco la ciencia carecer de conciencia. La �tica de la buena intenci�n debe acompa�arse, a ser posible, de un balance aceptable en la cuenta de resultados. |
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Propuesta: Quien hace lo que sabe y lo que puede, no esta obligado a mas. Pero cada cual se obliga a hacer lo que sabe y lo que puede, si es que quiere. |
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