DESDE ni�o tuve una gran afici�n por el f�tbol: asistia domingo a domingo a ver las jornadas que se anunciaban, yo mismo llevaba las estadisticas, pero desafortunadamente todo lo que ahora serian documentos, m� padre al ver aquel voluminoso papelaje, un d�a opt� por prenderles fuego."" Claro, desde mis Primeros a�os sent�a los fogonazos de un algo que para m� representaba  gran porcentaje de mi vida, sent�a ese algo que se lleva muy entre las venas: la afici�n al deporte y a las letras. Fui creciendo con la ilusi�n cada d�a mas acentuada de dar a publicidad un volumen cuyo contenido fuera el historial del f�tbol guatemalteco. Fue as� como siempre guard� entre mis cosas m�s queridas, recortes, cr�nicas y cuanto yo consideraba que pudiera ser �til. Yo, siempre opt�mista, sab�a que alg�n d�a ten�a que llevarlo a la realidad. Tuve la oportunidad de cristalizar este prop�sito, cuando fui llamado por el Comit� Bodas de Oro del F�tbol Guatemalteco, en septiembre de 1952. Por aquellos d�as se hizo un comprom�so informal que por su mismo car�cter cost� mucho, por diversas razones, que llegara este volumen a las manos de usted, querido lector. He de confesar- que nunca me imagin� la tarea tan ardua a desempe�ar. Cre� que bastante de lo que faltaba, o como gu�a de consulta, que encontrar�a en los archivos de las publicaciones que han aparecido desde la fundaci�n del f�tbol hasta cumplir sus cincuenta a�os. Pero, ni en las entidades deportivas se conservan estad�sticas o records, ni tampoco en El Archivo del gobierno o en la Biblioteca nacional existen las colecciones completas de las publicaciones..  Fue larga mi peregrinaci�n: primero me impuse el trabajo de buscar a las personas entendidas en la materia, para que enfocaran los a�os iniciales del hoy popular deporte, y tambi�n, algunos a�os posteriores que yo no vi y por lo tanto, sin conocimientos y careciendo de la documentaci�n necesaria, comprend� la imperiosa colaboraci�n de personas capaces. La elecclon era tan sen- cilla como certera en los hermanos Jorge y Arturo Aguirre Matheu. El primero de ellos, don Jorge, veterano fundador del f�tbol y ,un�co cronista deportivo en los primeros diecisiete a�os, 1902-19 de nuestro deporte, y el segundo, don Arturo, otro veterano futbolista, dirigente y entusiasta deportista cuyo nombre ha sonado entre lo m�s granado de nuestro ambiente del m�sculo criollo desde antes de la fundaci�n del club H�rcules en diciembre de 1909. He de agregar para darle el �ntimo valor que representa la  colaboraci�n de los hermanos Aguirre Matheu, que nadie tiene en Guatemala la documentaci�n tan rica de verdaderos documento hist�ricos del deporte. Dir�, sinceramente, que sin ellos, lo minucioso de tantos y variados pasajes que robustecen de belleza este historial, jam�s hubiera sido posible presentarlo. Don Jorge, con el �nico inter�s de seguir sirviendo al deporte, sac� de sus libreras los cuadernos con los recortes, sus cr�nicas desde el a�o 1902, se sent� a la m�quina de escrib�r para teclear e hilvanar las frases que contienen la �poca de fundaci�n: 1902 a 1909. De 1910 a julio de 1919, don Arturo hizo el trabajo voluminoso de la compilaci�n de las cr�nicas de su hermano Jorge, recogi� datos de los peri�dicos de la �poca y de un legajo de documentos entregados por don Javier Ramirez. Posteriormente, de agosto 1919 a 1924, fue nuevamente don Jorge quien me entreg� las cuartillas  del material que necesitaba. El trabajo desinteresado y con la mayor voluntad que sinceramente es lo que m�s agradezco en lo particular  a los hermanos Aguirre Matheu y que tambi�n nuestros lectores deben agradecer en su justo valor, fueron las primeras cuartillas que llegaron a mis manos, cuyos frutos de enorme cantidad de p�ginas amenas, los lectores pueden recoger a trav�s de las frases particularizadas y cari�osas de sus autores. Hecha la conquista del trabajo de los hermanos Aguirre Matheu, sent� que mi humilde obra marchaba sobre rieles... D�as enteros en el Archivo del gobierno, molestando a viejos deportistas para "que me permitieran ojear sus �lbumes, de casa en casa, poco a poco fui reniendo los apuntes m�s importantes. Por �ltimo, el archivo del peri�dico El Imparcial, el cual comprende desde 1922, me sirvi� para la gu�a de consulta que es tan necesaria. Debo agradecer a dicho rotativo todas las bondades, al facilit�rseme lo que deseaba, siempre llenos de amabilidad desde su director, el licenciado David Vela, como los dem�s compa�eros... Hasta aqu� estaba concluido lo que se relacionqba con las actividades de la capital, pero todav�a restaban las de los departamentos.
Gruesa correspondencia sali� con destino a todos los lugares De la rep�blica, solicitando los apuntes .~de m�s realce. Ultos respondieron en forma entusiasta; otros ni siquiera se interesaron, y por esa raz�n es que no pude ofrecer el material gr�fico y literario que me propon�a. Ya con el material que humanamente fue pos!ble reunir, comenc� el trabajo delicado: elaborar cuartillas d�a y noche. Puse todo mi empe�o, desde la primera l�nea hasta las �ltimas letras, lleno de esa intensa emoci�n de quien ve cristalizado su m�s alto anhelo. Cada p�gina que sal�a de la m�quina de escribir era un suspiro hondo, pero al mismo tiempo sabido de la responsabilidad que encarna un trabajo tan minucioso, lleno de peque�os detalles, sent�a una profunda pena. pensando que quiz�s alli se hab�a omitido algo que despu�s se reprochar�a, que all� estaba el error involuntario que acarrear�a la censura, tal vez justamente por la raz�n de que la persona que compra un ejemplar quiere aquello a la perfecci�n, sin importarle las argumentaciones de lo delicado de la obra. Se habr�n dejado algunas cosas en el olvido, pero quiero dejar aclarado que esa no ha sido la intenci�n. Trat� que al imprimirse este historial fuera lo m�s ajustado a la verdad, amparado con documentos, para que en el futuro sirva la tarea de los autores como una gu�a  para cualquier publicaci�n parcial o total sobre determinados pasajes de nuestro f�tbol, evitando con ello los errores muchas veces cometidos de asignar laureles a personas que no los merecen. Otro deseo ferviente fue hacer un recuerdo para todos, SIN OLVIDAR A NADIE... Si lo hemos logra- -, do, ser� una satisfacci�n m�s; de lo contrario, pido que se nos disculpe, ya que posiblemente el voluminoso trabajo por desarrollar nos ha obligado a marchar de prisa para  ver cuanto antes este volumen en las manos de usted, querido lector.. .
Del libro Bodas de oro del futbolGuatemalteco  J.  Antonio Guzman.

texto David Rosales : La real historia del balompie Guatemalteco

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1902
Regreso a Historia
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