JUCHE

                                                    

                                                      II

                            La Construcci—n Socialista

                                                           

 

Kim Jong Il sobre la ca’da del socialismo

 

Segœn lo expuesto en su discurso ÒEl Socialismo de nuestro pa’s es el Socialismo a Nuestro Estilo que encarna la  Idea JucheÓ pronunciado ante los cuadros directivos del ComitŽ Central del Partido del Trabajo de Corea, el 27 de diciembre de 1990, Kim Jong Il  dijo que la ca’da de algunos pa’ses socialista que ten’an como Ògu’a rectora el marxismo-leninismo se debi— que aplicaban tales tesis que este planteaba hace a–os y trasplantaron mec‡nicamente las experiencias de la Uni—n SoviŽtica.. introdujeron el socialismo de tipo soviŽtico tal como eraÉ contaminado por el dogmatismo y el servilismo a la gran potencia, insistieron en establecer el poder de tipo soviŽtico. Y ejercer la democracia a la manera soviŽtica. Que para ellos no era posible aceptar por entero las teor’as marxistas, ni las leninistas planteadas teniendo como premisa las condiciones de Rusia,  Que ÒEl marxismo-leninismo expuso algunas orientaciones sobre la construcci—n de socialismo y el comunismo, pero no traspaso los limites de la hip—tesis y conjeturas debido a las limitaciones de las condiciones de la Žpoca y la praxis. Tampoco pudo dar una correcta repuesta al problema de la revoluci—n continua despuŽs del establecimiento del rŽgimen socialista porque partiendo del principio de la concepci—n materialista de la historia considera principalmente el progreso de la sociedad como historia del relevo del proceso productivo.Ó

 

En primer lugar, lo que resalta de los dichos de Kim Jong Il es su falta de conocimiento sobre la constituci—n de las Democracias Populares de este europeo, las que surgieron de los Frentes Populares que se formaron al termino de la II Guerra Mundial, por lo tanto no establecieron el poder tipo soviŽtico y el ejercer la democracia tipo soviŽtica, ÁOjala lo hubieran hecho! Con la llegada del revisionismo juchovista no avanzaron a la implantaci—n del sistema soviŽtico, el que habr’a terminado con  los restos existentes del capitalismo. Pretender enclaustrar al leninismo a Rusia y a los pa’ses industriales de Europa, es negar el gran aporte que hizo a la lucha de los pa’ses coloniales y dependiente por su liberaci—n al determinar la estrategia y t‡ctica a seguir en su lucha contra las fuerzas imperialistas. En segundo lugar, el plantear que al marxismo-leninismo solo expuso algunas orientaciones sobre la construcci—n del socialismo y el comunismo, pero que no traspaso el  limite de la hip—tesis (las que como toda hip—tesis puede ser verdadera o falsa) y conjeturas, busca denigrar la experiencia de la construcci—n socialista en la Uni—n SoviŽtica y rol fundamental que tuvo Stalin en el desarrollo de las tesis leninistas sobre la construcci—n socialista. TambiŽn pretende denigrar al marxismo-leninismo al que acusa de tener una visi—n economicista, sobre el progreso de la sociedad, ya que no considera que las condiciones subjetivas, es decir, pol’ticas e ideol—gicas, puedan obviar la falta de condiciones objetivas existentes, raz—n por la que Òtampoco pudo dar una correcta respuesta al problema de la revoluci—n continua. (1). Mao Tse Tung sin desconocer el rol importante que juegan las condiciones objetivas, planteo en su escrito ÒSobre la Contradicci—nÓ que a veces las condiciones subjetivas pueden jugar un rol principal en los cambios sociales, y de acuerdo a dicha tesis,  llevo adelante la instauraci—n de las ÒComunas PopularesÓ y el ÒGran Salto adelanteÓ para superar el atraso econ—mico de China, lo que termino en un rotundo fracaso.

 

ÒEl Socialismo de nuestro pa’sÉ es el verdadero socialismoÓ

 

ÒBajo la direcci—n del gran L’der, nuestro pueblo, con la bandera revolucionaria de la idea Juche en alto, restauro la Patria desplegando la lucha revolucionaria antijaponesa, y despuŽs de la liberaci—n abri— un original camino de socialismo resolviendo de conformidad con la realidad del pa’s y con sus propias fuerzas, todos los problemas presentados en la revoluci—n y la construcci—nÓ

 

Sin desmerecer la lucha que durantes muchos a–os dio el pueblo coreano contra la invasi—n japonesa, tampoco es correcto negar que la liberaci—n de Corea se debi— a la intervenci—n del Ejercito SoviŽtico, as’ como decir que resolvieron todos los problemas de la revoluci—n y la construcci—n con sus propias fuerzas, abriendo un original camino de socialismo, bajo la bandera del gran L’der y de la idea Juche.

 

Con la llegada del Ejercito SoviŽtico a Corea desaparece el Estado Colonial japonŽs, con toda su burocracia, siendo reemplazado por una junta popular la que procede a constituir el nuevo Estado Democr‡tico Popular de acuerdo con las tesis del VII Congreso de la Internacional Comunista celebrado en 1935, en el cual se dieron orientaciones para la formaci—n en los pa’ses coloniales o semi colonias de Frente ònico Anti-imperialistas y la constituci—n de gobiernos populares, (2) Fijando las bases econ—micas que permitir’an inicial la construcci—n socialista en el pa’s de acuerdo a la experiencia de la Uni—n SoviŽtica

 

Una de las primeras medidas del Poder Popular fue la nacionalizaci—n de la industria y la reforma agraria la que se pudo llevar adelante sin ningœn contratiempo ni  resistencia de las clases explotadoras, ya que la gran parte de la industria y  la tierra estaba en manos de japoneses los que abandonaron Corea con la llegada del Ejercito SoviŽtico, el resto de los explotadores nacionales se pasaron al sur de Corea que estaba bajo control de las fuerzas armadas estadounidenses. Contando con el apoyo de la Uni—n SoviŽtica y de las Democracias Populares para  sacar al pa’s del atraso econ—mico,  llegando a significar la ayuda econ—mica un tercio del presupuesto nacional, lo que permiti— sacar a la agricultura  del atraso,  aumentando r‡pidamente la producci—n agr’cola.  Permitiendo a su vez desarrollar en forma paralela la industria pesada sin sacrificar la agricultura y la industria liguera.

 

La transformaci—n socialista en el campo se llevo adelante en 1953 con la formaci—n de cooperativas experimentales para termina  en 1958 con toda la agricultura colectivizada las que se trabajaban colectivamente (a excepci—n de frutales, colmenas y peque–as huertas individuales (Arte ruso) adjudicadas a cada familia campesina). Las  Cooperativas funcionaban con cierta autonom’a, por la existencia de un mercado paralelo de ventas privadas de productos agr’colas, pero enmarcadas en la planificaci—n nacional. Apoyadas por empresas ligeras de car‡cter local que abastec’an a las cooperativas de  productos y servicios, como la empresa de reparadoras de maquinarias. etc. Operando en la agricultura la econom’a mercantil.

 

La nacionalizaci—n de las principales empresas (f‡bricas, minas de carb—n y otras, ferrocarriles, comunicaciones, bancos, etc.) de Corea, significo la restauraci—n y desarrollo planificado de la econom’a nacional. Representando la industria estatal el 90% de la producci—n, operando en Žsta las leyes de la econom’a socialista.

 

Al subsistir la producci—n mercantil y la circulaci—n de mercader’as y por tanto la Ley del Valor sigue rigiendo. Esto debido a que las fuerzas productivas no se han desarrollado suficientemente para dar plena satisfacci—n a las necesidades del pueblo, debiendo ser distribuidos los productos de consumo de acuerdo a lo que cada cual aporta a la sociedad y por medio del dinero. Y porque aœn subsiste dos formas de propiedad socialista: La propiedad estatal de todo el pueblo y de las cooperativas cuya producci—n es de los campesinos, cuyo intercambio es por medio de   circulaci—n mercantil, hace necesario determinar el valor de los productos agr’colas y por ende de la producci—n industrial y de los salarios de los trabajadores.

 

Para avanzar en la construcci—n del socialismo es necesario el aumento de la producci—n en forma contante para poder dar satisfacci—n a todas las necesidades de los campesinos y as’ poder transformar la propiedad campesina en propiedad de todo el pueblo. Para lograr este aumento constante de la producci—n de los trabajadores se recurre a los est’mulos pol’ticos y a los materiales. Est’mulos materiales a cuales sigue recurrido Corea, a pesar de que se diga lo contrario.

 

Hoy Corea puede mostrar un alto desarrollo industrial, gracias  a que no se encontr— con un Estado burguŽs fuerte, ni tuvo que enfrentar una guerra civil sangrienta, como aconteci— en la Revoluci—n de Octubre. Industrializaci—n que cont— con la experiencia, asesoramiento y apoyo econ—mico de la URSS y las Democracias Populares para echar las bases a su industria pesada. Si bien dicho apoyo duro hasta 1958, Corea ha tenido que exigir  un mayor esfuerzo de su pueblo, a travŽs de la ÒIdea JucheÓ que es una exaltaci—n al Lider, al patriotismo e independencia nacional, para seguir adelante

                                                                                                    

                                                                                                                                      e.b.e

 

 

 

Notas:

 

(1)  ÓSegœn la concepci—n materialista de la historia, el elemento determinante de la historia es en œltima instancia la producci—n y la reproducci—n en la vida real. Ni Marx ni yo hemos afirmado nunca m‡s que esto; por consiguiente, si alguien lo tergiversa transform‡ndolo en la afirmaci—n de que el elemento econ—mico es el œnico determinante, lo  transforma en una frase sin sentido, abstracta y absurdaÓ Carta de Engels a J.Bloch  del 21 de septiembre de 1890

 

(2)  ÒEn el VII Congreso de la Internacional Comunista celebrado en 1935, el camarada Dimitrov present— la orientaci—n de formar un amplio frente popular antifacista sobre la base de la unidad y cohesi—n de la clase obreraÉ En los pa’ses que se libraban la lucha contra el dominio colonial del imperialismo por la eliminaci—n del peligro de colonizaci—n se formo el frente unido nacionalÉDe que en la actualidad se presenta ante el pueblo coreano la tarea de llevar a cabo la revoluci—n democr‡tica antiimperialista y antifeudal y la tarea de fundar una repœblica popular democr‡tica.Ó Kim Il Sung Sobre la Construcci—n de una Nueva Corea y El Frente Unido Nacional del 13 de octubre de 1945.- Obras Tomo I pag. 1

 

                                                                                                                      Noviembre de 2014.-