Cabe destacar que no todos los autores aceptan incondicionalmente las afirmaciones de la escuela belga de Prigogine y colaboradores. Por ejemplo, un crítico de las ideas de irreversibilidad de Prigogine es Jean Bricmon, que señala en algunas de sus publicaciones
Inestabilidades en el desequilibrio y su moderna crítica
... Éstas no son buenas noticias, por supuesto, si lo que usted desea hacer es ampliar la termodinámica para el caso alejado del equilibrio. Pero, como se puede imaginar, el tema no alcanza a ser totalmente desesperado; no estamos hablando de ningún sistema arbitrario de ecuaciones, sino de aquéllas importantes en termodinámica; quizás haya un cierto principio general (como el de la entropía máxima, o el de la producción mínima de la entropía) que nos permita dirigirnos hacia las soluciones. < h4 align="justify " >Lo que Prigogine afirma haber encontrado, no es algun otro principio de extremo, pero sí, a lo menos, una desigualdad ("un criterio universal de la evolución"). Aplicándola puede resolver la teoría de las estructuras disipativas, las cuales se suponen que forman patrones cuando la uniforme y carente de interés, "rama termodinámica" del sistema completo llega a ser inestable. La matemática para todo esto es análoga a la de las transiciones de fase del equilibrio después de una "rotura de simetría", donde, otra vez, un estado uniforme llega a ser inestable, forzando el sistema a formar patrones coherentes para reducir al mínimo energía libre.
Incluso sin las afirmaciones de Prigogine que esta teoría sería Muy Significativa para la biología y para la ciencia, incluso sin la importancia filosófica y cultural que Prigogine argumenta, esto de por sí sería interesante. La gran duda es si está o no en lo cierto. Si relmente hay importantes Estructuras Disipativas en lugar de simples estructuras disipativas.
"Por supuesto que tiene razón", uno estaría tentado de señalar.
"¡Todos reconocen en él a un experto en termodinámica; él formaba parte de la escuela de Bruselas que inventó básicamente la termodinámica irreversible; él ganó el premio Nobel, anunciandola ruidosamente!"
Pero la termodinámica irreversible es muy diferente, y eso sucedió hace un rato largo --- en las décadas de los cuarenta y cincuenta.
Y entonces aparecen sus colegas científicos. No los teóricos de los sistemas, sino los expertos en termodinámica, mecánica estadística y formación de patrones. Uno de ellos (P. Hohenberg, co-autor of the última Review of Modern Physics pasa revista al estado del arte en lo referente a formación de patrones y deja que su nombre figure afirmando en Scientific American (Mayo 1995, "From Complexity to Perplexity") que "no conozco ni un solo fenómeno que esta teoría haya logrado explicar."
Esto es demasiado extremo. Pero resulta plausible si uno constata las recientes publicaciones experimentales. Por ejemplo, los casos de oscilaciones químicas y ondas asociadas siempre se ha supuesto que son Estructuras Disipativas particularmente buenas; Prigogine y colaboradores les han dedicado centenares, quizás miles de páginas. Las han analizado, en especial el objeto de su particular devoción, la reacción de Belousov-Zhabotisnky, que es el oscilador químico clásico. Desafortunadamente, como destaca Arthur Winfree en (When Time Breaks Down, Princeton UP, 1987, pp. 189--90), "el reactivo de Belousov-Zhabotinsky ... es perfectamente estable en su quietud uniforme", aunque puede ser perturbado en oscilación y formación de ondas. Lo cual es precisamente lo que no podría ser verdad, si se quisiera aplicar la teoría de las Estructuras Disipativas. Winfree juzga de acuerdo con ella que la "primera etapa [en la comprensión de dicho fenómeno], que ningun teórico podría anticipar, es dejar de lado las publicaciones matemáticas" producidas por una "industria pesada de elaboración teórica". --- No se necesita aclarar que Winfree no se opone a la teoría ni a la matemática, como lo muestra su soberbio libro The Geometry of Biological Time (Springer-Verlag, 1980) que está lleno de ambas.