Carlos H. von der Becke6. INTENTOS PRELIMINARES DE INTERPRETACION PREONICA DEL COSMOS
6.8. objeciones de Heisenberg y quiralidad
Werner Heísenberg en Physics Today, 29, marzo 1976, p.32, asegura que es incoherente especular sobre la division de quarks en
subpartículas. El proceso de división consume varías veces la
totalidad de la masa-energía de los quarks, estimada en 0,35 Mev.
En base al principio de incertidumbre del mismo autor citado, los hipotéticos preones o prequarks tendrían una
masa de 100000 MeV con motivo del pequeño volumen que ocupan.
Este argumento no parece aplicable frente a la siguiente conjetura.
Los hechos conocidos de la quiralidad permiten explicar no menos de dos fenómenos distintos.
- Uno de ellos es la objeción de Heisenberg frente a la conservación de la simetría quiral.
Hay una conservación denominada conservación de la quiralidad. En el acto creacional, el número de cuantones con quiralidad izquierda debió igualar al número de cuantones de quiralidad derecha. La única forma perfecta de cumplir con esa conservación consiste en que la masa de los cuantones iniciales fuese nula.
De esa forma resulta imposible que se los pueda sobrepasar con un marco de referencia más veloz. En el caso contrario, la quiralidad cambia de signo y se derrumba la conservación perfecta de la quiralidad. Ver parágrafo 1.12.
A los efectos de amortiguar esa rotura inicial de la simetría, es necesario que los primeros cuantones, esto es, los hipotéticos preones, tengan masa muy escasa, casi masa quieta nula. El límite no es creíble. Segun la Tabla XXIV, los preones tienen dos o tres cargas, lo cual destruye toda posibilidad de tener masa quieta nula. Pero podrían tener la mínima masa conciliable con las cargas que exhiben. Así la rotura de simetría pasa a ser descartable y la quiralidad se conserva.
Con esta conjetura, los preones aportan, tanto a los pares como a los tripletes que forman, sus cargas traducidas en masa.
La exigencia de romper lo menos posible la simetría quiral se extiende a pares y tripletes. Por eso se puede alegar que tanto el neutrino electrónico Vraya3 como el neutrino muónico [(Vraya3)(VrayaV)] - así como sus anticuantones - pueden exhibir masa quieta casi nula, pues sus constituyentes "elementales" no muestran carga coulombiana (aunque sí de color y precolor). No es una casualidad que no tengan casi masa. Es un imperativo de la ley de la conservación inicial de la quiralidad.
- El segundo aspecto es la objeción de Heisenberg frente a la rotura de esa misma simetría quiral.
Se ha afirmado que la quiralidad después de todo no se conservó al aparecer la flecha del tiempo. Ya se ha visto que el principio cuántico, aplicado a las mediciones de cuantones, prohibe la inversión del tiempo. El nacimiento del cosmos se estima coherente con dicho principio. La flecha del tiempo se asocia con cierta quiralidad privilegiada y entra en conflicto con la flecha opuesta y con la otra quiralidad posible. De donde surge la materia privilegiada y la antimateria dominada.
La simetría de la conservación de la quiralidad (que se mantenía en condiciones realmente iniciales) queda así rota irreversiblemente. Sin embargo, la incidencia de la conservacíón se ha perpetuado en la masa de V, Vraya, T y Traya, así como de VVraya, de V3 y Vraya3, sin olvidar a Vraya3(VrayaV) y su antineutrino muónico.
La aplicación del principio de incertidumbre lleva a cantidades de movímiento y a energías desmesuradas para los tohu y vavohu, con motivo del pequeño espacio que ocupan en el interior de leptones y quarks. Además, en toda esta discusión queda aún margen para otra gran duda: creído un entorno de enorme energía como el entorno del Big-Bang, las primeras reacciones de materialización, las del tohu y del vavohu, anidadas en dicho entorno, serían muy afines a una alta masa como la calculada por Heisenberg para esos productos elementales emergentes (densidad muy alta, preones midiendo algo más que la longitud de Planck, microagujeros negros). Haría más creíble el principio de Le Chatelier, interpretado así: a una enorme perturbación, un enorme amortiguamiento de dicha perturbación con densidades materializadas casi infinitas y microagujeros negros. Las objeciones entran en conflicto con otros aportes presentados, que tienden a proponer masas y energías más "razonables" para los vavohu y tohu. Y a un principio de Le Chatelier aplicado con esta otra alternativa: a una enorme perturbación energética, un enorme número (digamos 1087) de productos de masas coherentes con la bioquímica y con la biología que luego emergió en un planeta de olivina (compuesto no-estequiométrico básico de la esferita donde navegamos).
15.feb.2000
Vuelta a Portada principalVuelta a Portada de Periodicidad en quarks y leptones