La pérdida de un salmo.
Doña Rosa y don Felipe buscan la factura de la luz que se les perdió ¿o será que nunca llegó?
La búsqueda de papeles perdidos, que quizás nunca ingresaron al sitio donde los buscamos, es una de las actividades más frecuentes y frustrantes en esta civilización que resultó del afán de dejar constancia de las ocurrencias y del intento de no olvidar las circunstancias.
Imaginamos la desesperación de los eruditos encargados de guardar el Libro Sagrado, al extraviarse el Salmo 9 (dalet), que se perdió sin retorno (salvo que la contribución humana no llegase al nivel de ser palabra de Dios y fuese olvidado adrede)
En las versiones biblicas de uso domestico, el noveno salmo caracterizado con la letra hebrea dalet, simplemente se ha reemplazado por un renglon en blanco. Los otros pedazos del salmo 9, que en realidad no es único sino que es una coleccion de ellos, ya tienen de por si varios cambios de argumento`y la pérdida queda disimulada.
Pese a eso, a los lectores de salmos nos seduce la idea de repensar el salmo perdido para siempre. Sabiendo de antemano que la tarea es inútil y bastante herética, todavía perdura la curiosidad de interrogarnos qué pudo haber salmodizado el fragmento inédito. ¿Qué habrá dicho? ¿Cómo lo interpretaríamos hoy?
Se pueden proponer tantas versiones como sean los estados de animo de otros tantos seres humanos.
Aqui mis contribuciones.
PRIMERA VERSION.
Encuentro que su giro, el giro de mi esquema,
está mandado por la fantasía,
por la creación o la
intuición,
por la inspiración que surge en forma
inesperada.
Y la sacrosanta razón, pasa a ser asi anciliaria
de otras extrañas razones, que la razón no
entiende.
Y mientras comparo este mundo
- que miro con ojos
de cristiano-
con mi somero esquema,
llego al rombo decisional.
Allí me maravillo de mi
potencial riqueza.
Si asi lo quiero, puedo abandonarme,
con un Padre
Nuestro,
a la voluntad divina.
Si asi lo quiero, puedo encontrar que la voluntad
divina
tambien se hace a través mío,
en conjunto
con mis hermanos los hombres.
Si asi lo quiero, puedo realimentar mis dudas y
creencias
y volver más sutil y fructífero mi
asombro.
SEGUNDA VERSION
Ninguna moral empuja; en realidad atrae. Señor, tu moral, con la que me atraes, dejame que sea para mi vital. Respetandola, no me debiera atrapar ni la abulia por la vida, ni la idolatria por la letra.
Ninguna moral, por ser verdaderamente moral, se puede cumplir.
Tus normas se elevan en el limite de lo incorporeo, tensandome la vida. Mi ocasional compañera es esa tension. Ayudame a tensarme. Pero dejame el resquicio de entender que tus normas no pueden ni deben ser del todo realizadas. Y en el beneficio de la duda, para vivir como ser humano, ayudame a tensarme.
TERCERA VERSION
CUARTA VERSION, ORTEGUIANA
El deber no es genérico.
Cada uno de nosotros tenemos el nuestro,
inalienable y exclusivo.
Tampoco el deber es
único:
lo sentimos cambiante con el pasar del
tiempo.
Tenemos nuestro intimo repertorio de deberes
y del
sentido para orientar nuestra vida.
Lo que es bueno en alguno puede ser indiferente en
otro.
El irrevocable destino es vivir
desde nuestro
destino, desde nuestra vocación, desde nuestro yo,
aquél que Dios tiene en su mente.
Su formulacion más concisa es la de Píndaro.
Serás lo que debas ser.
QUINTA VERSION, UNAMUNIANA
SEXTA VERSION
SEPTIMA VERSION
Desde siempre, tú, Señor,
tienes pensados a dos actores
que se han de llamar como nosotros,
los del siglo XX.
Desde siempre, tú, Señor,
tienes pensado un tablado,
el de nuestro hogar,
ubicado en una comarca pródiga,
con muchos buenos amigos
y con nuestra familia que es hermosa
porque tú formas parte de ella.
Tú, Señor, nos llevas de la mano,
a traves del escenario,
sorteando entretelones,
ensayando juntos.
Sonriendo te has dado cuenta
como interpretamos nuestro propio papel;
como facilmente nos salimos del libreto
para volver a él
al escuchar tu murmullo de apuntador.
Puesto que nosotros confiamos
en tu presencia escondida
durante todas estas escenas
donde actuamos juntos
cada cual en su oficio.
Tú tienes preparados dos libretos.
Uno sin nuestra oración
otro con ella.