Moorcock Perdura
Entrevista con Michael Moorcock (Revista Heavy Metal, Vol.6, No.8)

Michael Moorcock

 Por Richard Lupoff y traducci�n de Scott Corrales

Divisor

 

La primera vez que conoc� a Michael Moorcock fue cuando alguien nos
presento en una fiesta. Eso fue hace mas de una docena de a�os o mas. Era
la �poca del "Flower Power" y Moorcock, un ingles de visita en Nueva
York, vest�a una camisa de colores abigarrados, tenia pelo largo y una
tupida barba, representando la conciencia de la nueva era.

Intercambiamos cartas espor�dicamente durante los a�os '70, y durante esa
�poca segu� la carrera de Moorcock con gran atenci�n y admiraci�n. La
cosa es que deben haber dos Michael Moorcocks, al menos. Tal vez haya
media docena de ellos. Moorcock echa proyectos en la manera en que
algunos vendedores sirven hot dogs y refrescos--docenas de novelas de
ciencia ficci�n y �picas de fantas�a heroica, muchas de ellas pastiches
del John Carter de Burroughs o del Conan de R.E.Howard, libretos de poca
monta, trabajos editoriales que se remontan a la tierna adolescencia de
Moorcock, cuando publicaba las Aventuras de Tarzan y Sexton Blake (una
especie de James Bond/Sherlock Holmes) hasta su larga y distinguida
asociaci�n con la revista New Worlds.

La otra mitad de la obra de Moorcock es seria, diestra, y poderosa. Sus
novelas son importantes como ciencia ficci�n, s�tira social y verdadera
literatura. Casi invariablemente est�n malogradas debido a la veloz
t�cnica de escritura de Moorcock, pero han hecho de el uno de los
principales autores de ciencia ficci�n en las pasadas d�cadas: libros
como "The Final Programme" y el resto de la saga de Jerry Cornelius
(disponibles en edici�n �mnibus como The Cornelius Chronicles), "The
Warlord of the Air", "The Black Corridor" (agotado), "The Ice Schooner" y
la controvertida "Behold the Man" figuran entre las mejores de este
autor.

En fechas recientes, Moorcock ha reducido la marcha, al menos un poco. Su
supuestamente "ultima" novela de fantas�a, "Gloriana" (Avon, 1978) fue
una obra maravillosamente densa y sofocante como tributo al fallecido
Mervyn Peak. En 1981, MM regreso inesperadamente a la fantas�a con "The
Warhound and the World's Pain"--libro que comienza de forma brillante
pero que se degenera en una cansada �pica de viajes y batallas.
Claramente, Moorcock ya no tiene el coraz�n puesto en este genero
literario.

Pero su proyecto mas flamante es una magnifica serie hist�rica fijada en
la Europa Oriental entre las dos guerras mundiales. El primer tomo,
"Byzantium Endures" (Random House) es una percepci�n mani�tica de la
revoluci�n bolchevique y la guerra civil rusa, narrada por un tah�r.

HM: Trabajaste en una amplia gama de medios comunicativos y literarios.
Como fue que te iniciaste?

MM: En una revista inglesa llamada "Tarzan Adventures" en la que figuraba
principalmente el Tarzan de Burne Hogarth. Tambi�n tenia mucho texto. Los
comics ingleses de la �poca eran mitad comic, mitad texto, y comenc� a
escribir cuentos cortos de fantas�a para ellos. Eran cuentos juveniles
porque yo tambi�n era juvenil--tendr�a 15 o 16 a�os.

HM: Existe una leyenda en la comunidad de la ciencia ficci�n de que
supuestamente tradujiste a Tarzan del espa�ol sin saber el idioma.

MM: De hecho, no hablaba espa�ol.

HM: Como te las arreglaste?

MM: (ri�ndose) Me hacia falta el trabajo! Cuando dijeron que necesitaban
un traductor...creo que me pagaban cincuenta peniques por cada mill�n de
palabras en aquel momento, me preguntaron: Sabes hablar espa�ol? y yo les
dije "claro que si".

HM: Pero que hiciste? Inventaste nuevas historias?

MM: Si. Veras, la mayor�a de las placas de Hogarth y Foster, o un buen
numero de ellas, fueron destruidas durante un incendio en EUA durante la
guerra, creo. Las �nicas placas en existencia eran las espa�olas, as� que
descubrir�s que casi todo aquel material de Foster y Hogarth tienen
di�logos completamente distintos en mis versiones, porque jam�s llegue a
ver los originales.

HM: Cual opinas que fue la primera de tus obras de peso?

MM: Bueno, tendr�as que saltar hasta "The Final Programme", que fue la
primera que realmente me hizo sentir complacido. Hay un hueco en el cual
escrib�a las aventuras de Elric y afines, de las cuales tambi�n estoy
complacido, pero que no considero serias. Aquellas sobrevinieron...hab�a
dejado de escribir fantas�a y ciencia ficci�n casi completamente.
Trabajaba en ficci�n pura y periodismo--seria 1958--cuando me tropec� con
Ted Carnell, director de la revista Science Fantasy en aquel entonces,
quien me pregunto si me gustar�a producir una serie de espadas y
hechicer�a para la revista. Repuse que mas o menos hab�a perdido mis
ambiciones en dicho campo, pero me dedicaba a la escritura, y se trataba
de un buen trabajo. Tuve la impresi�n de que quer�a una serie estilo
Conan, y tenia en mi poder una serie de Conan que hab�a esbozado a
mediados de los '50. Le entregue unas 10,000 palabras de aquello, y me
dijo: "No, no quise decir Conan. Me refer�a a algo completamente
distinto". As� que pens� que tratar�a de hacer algo completamente
distinto de Conan y los h�roes de espadas y hechicer�a. Pero es algo que
sale esencialmente de la tradici�n de Byron sobre el h�roe/villano
g�tico, apareciendo en una tradici�n literaria completamente distinta,
pero parec�a una aportaci�n totalmente nueva en aquel entonces.

HM: Esto nos lleva, entonces, a "The Final Programme".

MM: En esos tiempos, asum� las riendas de la revista "New Worlds". Mi
ambici�n en aquel momento fue tratar, supongo, de mejorar la calidad
literaria de la fantas�a y de la ciencia ficci�n, ya que no me parec�a
particularmente bien escrita. [El campo] se hab�a vuelto sumamente
angosto debido a las convencionalidades gen�ricas. As� que para 1964,
estaba dirigiendo "New Worlds" y trataba de alentar a los escritores a
redactar sus cuentos de manera distinta, a que pensaran por si mismos.
Creo que una de las razones de tras de "The Final Programme" fue casi
producir algo que sirviese de ejemplo. Tambi�n fue la primera vez en que
pude unir el tema y la forma mas estrechamente--descubr� que la ciencia
ficci�n tenia la tendencia de distorsionar lo que trataba de decir si lo
manten�a dentro del formato gen�rico. Escrib� el libro en diez d�as y
verdaderamente pens�...bueno, me sent� verdaderamente complacido con el
resultado y cre� que seria del agrado de todos. [Sin embargo] fue
rechazado solidamente por dos anyos hasta que la editorial Avon en
Am�rica se decidi� a aceptarlo.

HM: Cuanto tiempo te toma escribir una novela normalmente?

MM: Bueno, como te dije, "The Final Programme" me tomo diez d�as,
mientras que "The Condition of Muzak", el ultimo libro de la coleccion de
Jerry Cornelius, me tomo la mayor parte de cinco anyos. Es que escribo
muy r�pido, al principio, cuando escrib�a cosas como los libros del
Runestaff, pensaba que si no los pod�a escribir en tres d�as es que no
merec�a la pena escribirlos. Los achaques de la vejez se presentaron
cuando tendr�a yo veintitantos anyos, y comenz� a tomarme siete d�as y
luego diez d�as.

HM: En un solo borrador?

MM: Si. De hecho, creo no haber le�do la mayor�a de esos libros. Ni
siquiera me dedico a releerlos, as� que se me hace dif�cil responder a
preguntas sobre los ellos. !La mayor�a de las veces no se de que rayos
esta hablando la gente!

HM: Y que tal los libros de "Dancers at the End of Time"?

MM: Unas dos o tres semanas cada uno.

HM: Estoy seguro que "Gloriana", que es un libro relativamente largo y
complejo, no lo escribiste con la misma rapidez que los dem�s.

MM: No. Ese me tomo seis semanas. Pero eso fue para el primer borrador
solamente--el segundo me tomo tres semanas mas! (risa). Mi tendencia es
la de escribir con rapidez una vez que me pongo a trabajar, pero me toma
mucho tiempo concebir las cosas. Una vez concebidas, y cuando consigo el
estilo y el tono correcto, descubro que puedo escribir con gran rapidez.
Es un m�todo poco ortodoxo, y la mayor�a de la gente no trabaja como yo.

HM: Cu�ntanos sobre "Byzantium Endures"

MM: Es la primera de tres o cuatro novelas que constituyen mi intento
personal de lidiar con el Holocausto. Jam�s le� nada en la ficci�n que
tratase el evento satisfactoriamente, al menos a mi juicio, y es algo que
me sigue horrorizando. Es algo muy el�ctrico--el acercamiento [de la
novela] es un individuo que reniega de ser jud�o a lo largo del libro. Es
un proyecto sumamente ambicioso que si no sale bien, me har� quedar como
un idiota.

ATR�S

 

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