Lo que se dice de Edgar Oceransky

Una apuesta por la sensibilidad (EL Informador, Guadalajara, Jalisco)

Franco Daniel Gómez

El cantautor Edgar Oceransky es un cantautor cuya intención es sensibilizar a la gente con sus canciones, recuperar lo bello, pero contando historias de manera natural.

Acaba de lanzar su primer disco titulado Estar aquí y en entrevista habla de lo que representa buscar oportunidades para cumplir sus objetivos, además habla de su conciencia del proceso musical que produce tolerancia y con sus palabras confirma que no es un trovador como todosEdgar Oceransky es un cantautor que afronta su trabajo con otra mirada.

Lo mismo toca en peñas, escuelas y plazas públicas que en programas de televisión. Su objetivo es "sensibilizar a la gente a cosas que son tan normales, que ya no se les toma atención" y desea que a través de su voz, las cosas recobren la belleza en la mente de quien lo escucha.Ha tenido actividad constante en diversos festivales y concursos.

Este año participó en el soundtrack de la película Corazones rotos y grabó Estoy aquí, su primer álbum, donde muestra una vitalidad que se aleja de la trova de "protesta", aburrida y simple, para abrir otras posibilidades a los temas de amor e historias cotidianas expresados en canciones vestidas con arreglos sutiles, ritmos diversos o acompañamientos elementales con piano y guitarra.

Hay que subrayarlo, Edgar Oceransky no es uno de esos trovadores que vive en la bohemia de su pequeño círculo. No esperó la oportunidad, la buscó. Se puso a tocar puertas para poder mostrar su trabajo, descubrió que en algunos lugares ciertamente no se le abren los espacios a los cantautores, pero son los menos.

La experiencia más importante fue darse cuenta que basta sólo acercarse, quitarse los prejuicios y salir del encierro, para tener una oportunidad."Sentí que si iba a decir algo que yo creo es interesante, también se lo tengo que decir a todo mundo. La canción no tiene sólo un fin artístico sino también social, está ahí y puede cambiar la mentalidad de la gente para bien.

Hay que llegar a la gente a la que ha afectado la música que normalmente hay en los medios de comunicación y ¿cómo se hace? estando ahí", comenta.Empezar por el respetoEstoy aquí es un disco donde se respetaron las letras y el estilo de Edgar Oceransky, quien desde un principio planteó a su compañía cuál era su forma de hacer las cosas, cómo deseaba elaborar su trabajo y qué no estaba dispuesto a hacer.

"Con esa sinceridad con la que pudimos hablar, la decisión era 'nos gusta o no nos gusta' y no sólo me respetaron, sino que les gustó y lo apoyaron", recuerda. Los 12 temas del disco son suyos, él hizo la producción, los arreglos y lo entregó hasta con el arte hecho.Este es el resumen de seis años de trabajo y una síntesis de 65 cortes que tenía terminados. Las canciones que finalmente quedaron grabadas tienen la intención de mostrar las diferentes facetas de su trabajo.

"Hay de todo", enfatiza Oceransky, quien agregó dos temas a la selección final que no estaban contemplados. Uno de ellos estaba terminado y al llegar al estudio se encontró con un piano de cola. Ya inspirado, contactó a un contrabajista e invitó a Eugenio Toussaint para tocar el piano.

El resultado fue Un beso grande, una canción con ambiente de bar bohemio y matices de jazz.Con la producción terminada, le recomendaron incluir un dueto con una mujer de su misma línea. Edgar invitó a Niurka Curbelo para cantar Imágenes de Ana, que le puso el punto final al disco y cerrar el círculo de la atmósfera apacible, serena e íntima de Estoy aquí.

Apostar al amor y la honestidad uno de los hilos conductores a nivel temático de los temas es el amor. Edgar Oceransky recuerda que en el ambiente de los cantautores y las peñas, hablar del amor era un tanto prohibido. "Había que hablar de protesta, las ciudades y hacer una apuesta por el amor, sensible pero no sensiblero, resulta muy difícil en ese ambiente.

No hay lugares comunes, por ejemplo, muchos se conocen en un parque, pero el parque donde yo conocí a una chava no era igual al de todos, no tenía rosas, sino estaba lleno de basura, era mediodía y tenía mucho calor... Hablar de las cosas que sucedieron realmente es lo que vuelve a las canciones diferentes, las vuelve una propuesta, no nueva, sino auténtica", explica el cantautor.- Esta naturalidad es lo que vuelve las canciones universales..."Alguna vez escuché que mientras más personal seas, logras ser más universal.

Eso se ve claramente con el world music, con Buena Vista Social Club. que mientras más personales resultan ser, más regionales, eso es lo que la gente busca fuera de uno: 'La particularidad que tienes es la que me interesa'. Un español no viene a México a escuchar música española. Lo mismo pasa con las personas: 'No me interesa que me hables de mi sino de ti'.

Ahí se logra la identificación".- Además de hacer que la gente se identifique con las historias, quien hace canciones tiene la oportunidad de hacer crecer a sus escuchas, mostrarles otras visiones del mundo, conocer cosas diferentes ¿tomas en cuenta esto en tu trabajo?"Definitivamente.

El que crea y canta tiene que escuchar mucho también, porque es tan sencillo que alguien te muestra cosas que nunca te hubieran pasado por la mente, te desatan sensibilidades que otro no te hubieran desatado. Es un proceso de estar entre la búsqueda, el entendimiento, es lo que va hermanando a los artistas, evidentemente te hace crecer, ser tolerante, una persona comprensiva contigo mismo y con lo que pasa con los demás.

Si te encierra en un mundito, sólo te gusta la música electrónica y no has escuchado a Los Tigres del Norte, te vuelves intolerante con la gente a la que sí le gustan, porque no sabes lo que sienten, por lo tanto hay una barrera en esos dos mundos que no deberían existir tan distantes".Edgar Oceransky destaca que las canciones escritas de manera sincera y con una fuerte carga emocional, son las que rompen esas barreras al establecer una comunicación "de corazón a corazón y de cerebro a cerebro"; hay elementos en escondidos en la música que la vuelven un instrumento de catarsis y capaz de modificar algo dentro del ser humano.

Y este motor hace que el cantautor piense en hacer un trabajo con una mirada diferente al del trovador. Edgar desea abrir tanto como se pueda, el espectro de sus públicos posibles, no tiene problemas en actuar en un programa matutino, estar en un masivo, abrir el concierto de otro artista o seguir haciendo conciertos en peñas.

"Lo que me interesa es que la gente que no ha escuchado mis canciones y yo creo que pueden provocar algo en ellas, es lo que quiero, abrir espacios que para el cantautor normalmente no están abiertos y él nunca trata de abrirlos. Tengo una flexibilidad absoluta, pero no voy a hacer 'el gallinazo'. Cuando lo tienes tan claro, no te causa conflictos, son los espacios que quiero abrir porque es donde más falta hace que la gente se sensibilice".

Está aquí con caminos abiertos es bueno saber que Edgar Oceransky no es uno de esos aburridos trovadores que se conforman con hacer canciones acompañados únicamente de su guitarra. Es más, su disco Estoy aquí sorprende por la calidad de sus arreglos, además de la cantidad de elementos que se agregan a cada pieza para potenciar sus historias de amor para volverlas entrañables.

El tema que titula el disco, por ejemplo, además del piano, entrega una atinada participación de Heidi Viciedo en la segunda voz y después pasa con facilidad a un corte rítmico con tendencias de rock y blues llamado Yo quiero estar contigo.

La vocalista participa también en Un pedacito de Edén, donde luce su voz a la par de un violín, con lo cual se da un toque fresco.Lo que hace Oceransky es vestir cada tema, buscarle posibilidades sin detenerse a pensar si es o no una canción que le guste a los fanáticos de la trova peñera o amantes de las canciones "con propuesta" (lo que eso signifique).

El cantautor refleja la ingenuidad, la esperanza, la emoción, la añoranza de quien está enamorado, ciertamente la temática no es nueva, incluso pudiera llegar a cansar o aburrir, pero Oceransky resuelve esto abriendo un nuevo camino sonoro en cada tema para sorprender al escucha.

La recuerdo así es un corte nostálgico, con un emotivo arreglo de cuerdas y Duerme tranquila es la pieza más cercana al estilo Silvio Rodríguez, pero con su sello personal. Lo mejor disco aparece al final con Un beso grande, cuya instrumentación recuerda a las canciones de Francisco Céspedes por ese ambiente bohemio de bar e Imágenes de Ana, donde la voz de Niurka Curbelo le agrega una vitalidad interesante a esta canción sencilla, tejida con los pequeños detalles que hacen a ciertas mujeres comunes, algo extraordinario.

Estoy aquí es un disco hecho con una calidad que sobresale entre los trovadores, se acerca al estilo de los cantantes de pop, pero su profundidad lo mantiene en la trova. Habrá a quienes no les agrade este tipo de cantantes y no encontrarán alguna virtud, pero quienes gusten de las canciones para la intimidad, seguramente encontrarán a Edgar Oceransky tan interesante como Pedro Guerra, Niurka Curbelo y David Torrens.

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