Para el cantautor Edgar Oceransky el actual mercado musical carece de propuestas originales, pues "la mayoría de lo que se presenta son copias o remakes de lo que antes existía y que creó modas"

El compositor, que busca impulsar su carrera con Estoy aquí (Sony), su primer álbum, considera que la novedad "viene también de las raíces", que en su caso encierran las influencias de los sonidos y ritmos del rock argentino, la trova cubana y mexicana pero sobre todo de los boleros de entrañables tríos como el de Los Panchos y Los Tres Ases, que escuchó desde pequeño.

Con un camino que inició desde 1993, en que ya se presentaba en peñas de esta ciudad, Oceransky cree que la claridad en el lenguaje y la simplicidad de la propuesta es lo que le da a un disco el equilibrio perfecto entre lo intelectual y lo emocional.

Comenta en entrevista que su disco es reflejo de esto, además de la cercanía que vive con el público en un escenario "el disco está lleno de sencillez y provoca cercanía, elemento que me interesa mucho y que busco no perder".

El disco producido por él mismo y conformado por 12 temas de su autoría fue resultado de su inquietud por retratar "pedazos de mi vida" y con el que quería transmitir que en la vida, cuando se es joven, "hay que hacer lo que se quiere, no es que no quieras ser adulto sino que se es más adulto cuando haces lo que te gusta".

El cantante descarta clasificar bajo un género su música "porque al final nunca logras la complacencia de todo mundo, es sólo que tienes que hacer las cosas con cariño".

Tras mencionar que el escenario es donde se siente más a gusto, aunque en el estudio de grabación "sacas otra parte de ti", Oceransky dice tener temor a que la gente lo convierta un día en una estrella "y me vean como un ídolo; sí quiero ser un ejemplo, pero de lo que cada uno puede lograr si se lo propone".