Tahâ Hussein:


El Futuro de la Cultura en Egipto (1954)

En orden a convertirnos en socios iguales en civilización con los europeos, debemos literalmente e inmediatamente hacer todo lo que ellos hacen; debemos compartir con ellos la civilización presente, con todos sus costados placenteros e in-placenteros, y no contentarnos con palabras o meros gestos... Para nuestra defensa nacional necesitamos un ejército fuerte, uno igual en hombres y equipos a aquel de cualquier agresor potencial. Nuestras fuerzas deben ser organizadas sobre el modelo europeo, particularmente respecto al entrenamiento de los soldados, oficiales y las variadas categorías de especialistas. Pienso que todos los egipcios estarán de acuerdo con esto... Queremos ser iguales a las naciones europeas en poder militar en orden de repeler el ataque de cualquier agresor y ser capaces de decir a nuestros amigos ingleses: “Gracias, pueden irse; nosotros podemos ahora defender el Canal”. Quien quiera el fin debe querer los medios; quien quiera poder debe querer los elementos que lo constituyen; quien quiera un ejército fuerte de tipo europeo debe querer un entrenamiento europeo.

También necesitamos independencia económica. Ninguno duda o discute esto. De hecho, clamamos por esto e importunamos al gobierno para que haga todo lo que pueda tan pronto como sea posible. Queremos esta independencia no por ella misma, sino para la protección de nuestra riqueza y recursos. No quiero decir que debamos ser independientes del Hiyás, Yemen, Siria e Iraq, sino independientes de Europa y América. Por lo tanto debemos usar los mismos medios que usan los europeos y americanos para defender sus economías nacionales. Esto implicará, entre otras cosas, la construcción de escuelas para entrenar a nuestra juventud para este propósito. Nuevamente, quien quiere el fin debe querer los medios. No es suficiente, no es lógico, para nosotros buscar la independencia mientras nos comportamos como esclavos.

Además, queremos independencia científica, artística y literaria de manera de ser también iguales, no esclavos de los europeos en estos aspectos de la vida. Deseando esta independencia intelectual y concomitantemente psicológica, naturalmente debemos querer los medios, o sea estudiando, sintiendo, juzgando, trabajando, y organizando nuestras vidas de la manera que ellos lo hacen.

Queremos, finalmente, ser libres en nuestro país, libres tanto de la presión extranjera como de la opresión y desigualdad doméstica. Lo primero requiere fuerza, lo último democracia. Si apuntamos a estos fines debemos adoptar los medios para adquirirlos. Estos son los medios por los cuales los países europeos y americanos adquirieron su independencia y su gobierno democrático. Ahora que hemos tenido éxito en restaurar el honor y auto-respeto que vino con la independencia, nuestro trabajo es proteger lo que hemos ganado. Debemos educar a  una generación de jóvenes egipcios que nunca conocerán la humillación y vergüenza que fue la suerte de sus padres. Algunos egipcios objetan la europeización sobre la base de que amenaza nuestra personalidad nacional y herencia gloriosa. Yo no abogo por el rechazo del pasado o la pérdida de nuestra identidad en la europea;... el único momento en que pudimos haber sido absorbidos por Europa fue cuando fuimos extremadamente débiles, ignorantes y poseídos por la noción de que el sombrero era superior al turbante y al fez ¡porque siempre cubría una cabeza más distinguida! A pesar de que grandes potencias impusieron su voluntad sobre nosotros por muchos siglos, no fueron capaces de destruir nuestra personalidad. Solamente estoy pidiendo que los elementos de defensa, religión, lenguaje, arte e historia sean fortalecidos por la adopción de técnicas e ideas occidentales.

Traducción: Luis César Bou

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