Volver al Observatorio de Conflictos

 

EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL DE 1989 EN CHINA

Interpretación de las causas de la masacre

 

Por Marianela Scocco

 

 

"La muerte, desde luego, no es nuestro objetivo.

Pero si la muerte de una persona o un grupo mejorara

las vidas de un grupo más grande de personas

y salvara la prosperidad de nuestro país, no

tendríamos el derecho de escapar a la muerte..."

Manifiesto de la Huelga de Hambre. 12 de mayo 1989.

 

"Levantaos, vosotros que os negáis a ser esclavos..."

Himno Nacional Chino

 

Introducción

 

Desde una mirada retrospectiva, 1989 representa un año crucial en el cual se van a producir las transformaciones más drásticas en el mundo comunista, con su consiguiente repercusión en la parte occidental del globo. La guerra fría llegaba a su fin, y con ella, se avecinaba la caída del denominado "socialismo real". En la mayoría de los distintos países socialistas la apertura económica ya se había producido, aunque lenta y paulatinamente. China no era la excepción. En las reformas económicas de fines de la década del `70 y comienzos de los `80, el Partido Comunista Chino intentó la recuperación, revigorizando su personal, la producción rural, la administración industrial, el comercio exterior y la inversión extranjera, del mismo modo que la ciencia y la tecnología. Pero todo ello se llevó a cabo bajo la rígida mirada del Partido Comunista, que siguió manteniendo su rigurosa estructura de poder. Sin embargo, la transformación y la modernización en la economía habían puesto en marcha una serie de expectativas de que la política y la sociedad se vieran también reformadas, sobre todo entre los intelectuales y profesionales. Además, reforzada por la introducción de nuevas tecnologías occidentales en relación a las comunicaciones, la información entraba y salía libremente en China, lo cual generó un clima de perspectivas que introdujeron la creencia  de una cierta apertura hacia una posible democracia.

 

De esta forma, se puede pensar que el movimiento estudiantil ocurrido en la plaza de Tiananmen en Pekín1, entre los meses de abril y junio de 1989, fue producto o consecuencia directa de esta serie de transformaciones que se estaban gestando en China ya desde la década anterior, si bien su causa inmediata fue la respuesta a un hecho específico, a saber: la muerte de Hu Yaobang, un reconocido miembro del Partido que defendió a los estudiantes en una anterior protesta en 1986, lo que le ocasionó la expulsión del Politburó. Desde esta perspectiva, habría que pensar al movimiento estudiantil encausado en un ambiente de renovación, no sólo en China sino a dimensiones mundiales, que habría inspirado una intención de apertura política y democrática, expuesta en este caso por estudiantes, profesores e intelectuales, pero inserta en toda la sociedad china, que si bien mantuvo una intervención relativamente pasiva en un primer momento, puso de manifiesto su aprobación al reclamo estudiantil participando activamente en el desarrollo de los acontecimientos.

 

El proceso de "apertura" económica

 

Una de las principales medidas tomadas por el Partido Comunista en relación a la apertura de la economía a finales de los años `70 y comienzos de los `80, fue la restauración de las relaciones comerciales con países extranjeros, que habían sido bloqueadas con la Revolución Cultural. A partir de esta medida, muchos especialistas, académicos y técnicos fueron a terminar o continuar sus estudios en el extranjero. Asimismo, esta "apertura" significaba una importante inyección de tecnología y capital, ambos de origen occidental. En este marco, las "Cuatro Modernizaciones", como se dio en llamar, lanzadas por Deng Xiaoping, debían producirse en los campos de la agricultura, la industria, la ciencia y la tecnología y las fuerzas armadas. En ninguno de estos campos se podía prever una reforma política, aunque podía ser esperada por cualquier individuo como consecuencia de los cambios en la economía.

 

Según John King Fairbank2,  hacia fines de la década del '70, la economía china era una réplica bastante adecuada de la economía soviética. Recién en 1979 la estrategia de planificación experimentó un cambio fundamental que privilegió la agricultura y los bienes de consumo. El giro se evidenció sobre todo en el sistema industrial, donde la autoridad dejó de estar representada por los comités del partido para pasar a manos de administradores. Las empresas estatales, a diferencia de las locales, ya no devolvían sus utilidades y pérdidas al Estado, sino que ahora llevaban sus propias cuentas. Esta mayor autonomía de las empresas y un mercado más abierto incentivaron la producción. Además, el gobierno llevo a cabo la institución de préstamos con intereses con el fin de reemplazar el anterior financiamiento a título gratuito.

 

En lo que respecta a la agricultura, se abandonaron los intentos de colectivización. El Estado seguía siendo el propietario de la tierra pero su explotación pasó a manos de medianos y pequeños campesinos, libres de comercializar sus productos y de contratar mano de obra, a condición de satisfacer las cuotas de abastecimiento establecidas por las autoridades e integrarse en un régimen impositivo especial.

 

 En consecuencia, estas transformaciones implicaron un retorno a la política abierta al comercio exterior y la inversión extranjera, al desarrollo de las ciudades costeras que habían tenido un papel principal en la política internacional y al énfasis en las industrias de bienes de consumo, así como en la iniciativa local en lugar del control centralizado. De igual forma, la mencionada "apertura" con su necesidad de la expansión del crédito, condujo a la descentralización del sistema bancario. Surgieron bancos especializados, de los cuales el Banco Popular de China pasó a ser el organismo normativo y supervisor central.

 

Así, la apertura económica se dio tanto en los circuitos comerciales y financieros, como en la inversión internacional. Las sucursales de las compañías mercantiles nacionales se independizaron y se les permitió promover su comercio. Además, tuvieron más libertad para invertir, controlar materiales y fijar precios y salarios. Por otro lado, se crearon Tres Zonas Económicas Especiales, que eran áreas restringidas donde firmas extranjeras podían instalar sus industrias y mantener a su personal según las reglas internacionales.

 

¿Continuación del socialismo o una vía hacia el capitalismo?

 

Estas transformaciones ocurridas en el seno de la sociedad china introdujeron el debate en torno la naturaleza de las reformas. ¿Se mantenían éstas bajo le égida del socialismo o representaban un camino hacia el capitalismo?

 

Fairbank afirma que: "(...) Estas reformas industriales no se pueden considerar un resurgimiento del "capitalismo", pues tanto el Partido como el Estado dominaban la escena y continuaban optando por el colectivismo, es decir, el "socialismo" "3. Sin embargo, desde mi punto de vista, el autor está centrando su explicación en relación a la continuidad del régimen político en China y no en la reforma económica que en el país se estaba gestando, lo que en realidad nos llevaría a nuestro problema de fondo que es indagar si tales reformas económicas fueron las que produjeron, casi una década después, los movimientos originados, coordinados y llevados a cabo por los estudiantes chinos de 1989, en busca de una apertura democrática. Si bien dichos estudiantes no cuestionaban el sistema en sí, sino que procuraban por una reforma política dentro del régimen comunista y del propio Partido, su pedido se tornaba -a entender de los líderes políticos del momento- como una amenaza al sistema implantado cuarenta años antes con la Revolución de Mao Tse-tung. 

 

En estas circunstancias, se hace difícil poder entender aquellas reformas económicas, dentro de las cuales se contempla la inversión de capitales extranjeros y la introducción del comercio internacional, como una "apertura" dentro del mismo régimen comunista, así como también se hace difícil pensar, en vista de las diferentes experiencias mundiales, un sistema socialista con un cierto principio democrático. Ya que, si bien en sus orígenes intelectuales el socialismo puede pensarse bajo un régimen democrático, desde una mirada retrospectiva generalmente se asocia a la democracia con el capitalismo, conclusión a la cual arribaban además los dirigentes políticos del momento. Todo esto refuerza de manera más rotunda nuestra hipótesis acerca de percibir al movimiento estudiantil de 1989 como una respuesta a la apertura que se había sucedido en la economía china, que representó así también, por un lado, una liberación en las ideas de muchos intelectuales sobre todo, que vieron en estas transformaciones una oportunidad de un cambio político relativamente radical, y por otro lado, la posibilidad para los distintos sectores sociales de movilizar sus fuerzas contra un régimen autocrático y burocratizado. 

 

Umbrales de un movimiento espontáneo

 

El movimiento estudiantil comenzó en Pekín, el 15 de abril de 1989, cuando Radio Pekín anunció la muerte de Hu Yaobang, el dirigente depuesto del Partido Comunista. Pocos minutos después, estudiantes y profesores comenzaron a reunirse en torno a la Universidad de Pekín. Luego, por todos lados brotaron flores blancas de papel representando el luto. Se empezaba a vislumbrar en la conmemoración cierto resquemor hacia la supremacía de los gobernantes. Hu Yaobang era el más joven de los miembros del Politburó (tenía 73 años al momento de morir), y su supuesto fallecimiento por un ataque al corazón, se dio en un marco de intensa conflictividad dentro del Partido, lo que la convirtió en una muerte sospechosa. El líder Deng Xiaoping, que había sido primer mandatario desde 1978, era visto como responsable, y sobre él se dirigieron las primeras protestas.

 

Michael Fathers y Andrew Higgins4 establecen además una paradigmática relación entre este movimiento espontáneo contra una protesta anterior, sucedida el 4 de mayo de 1919. En aquella oportunidad, tres mil estudiantes marcharon desde la Universidad de Pekín hasta la plaza de Tiananmen para reclamar en contra de la humillación sufrida por China en la Conferencia de Paz de Versalles, donde los vencedores de la primera guerra mundial ordenaron que Tokio (y no Pekín) debía hacerse cargo de las pretensiones coloniales de Alemania en la costa china. Para los estudiantes esta humillación era consecuencia de la propia debilidad de China y de la corrupción de su sistema político. Según los autores, para los intelectuales de 1989 el aniversario de este acontecimiento significaba una oportunidad para revivir muchas esperanzas insatisfechas ya desde aquel entonces.

 

De esta forma, Fathers y Higgins van dibujando a través de su artículo, una imagen que presenta a este movimiento como un levantamiento tímido en un principio, con demandas poco claras y carente de un fin determinado, que va formulando sus reivindicaciones a medida que se afianza como movimiento.

 

Durante las semanas siguientes, Hu Yaobang iría perdiendo relevancia. Las demandas por una apertura democrática, dentro de las cuales incluían mayor libertad de expresión, y en contra de un gobierno corrupto, se mantendrían, incluso aumentando su volumen. Su propia ambigüedad permitía albergar en ellas cualquier tipo de descontento popular. Así, a los estudiantes se les unió el pueblo, movilizados contra un sistema político con métodos autocráticos basado en la autoridad incuestionable del Partido.

 

El 17 de abril de 1989 hubo una gran manifestación en la plaza de Tiananmen que fue brutalmente reprimida cuando los estudiantes solicitaban la presencia de Li Peng, el Primer Ministro, en Zhongnanhai. Del mismo modo los funerales de Hu Yaobang se realizaron en medio de un clima hostil. El 26 de abril se publicó un editorial en el Diario del Pueblo, donde se trata al movimiento como una conspiración e insurrección planeada, en contra del Partido y del régimen socialista. Dicho editorial provocó una fuerte reacción entre los estudiantes, que aunque algo debilitados y hasta atemorizados, realizaron una marcha sin precedentes que convocó alrededor de 150 mil personas. Pedían que les reconocieran la posibilidad de dialogo con los dirigentes, que el Ministerio de Salud Pública se disculpase por la represión de la semana anterior delante de Zhongnanhai y que los medios de comunicación oficiales trataran con objetividad su movimiento. Esta manifestación fue alentada por todas partes por el pueblo, que aplaudía entusiasta la llegada de los estudiantes. Esto les inspiró la confianza necesaria para radicalizar su lucha.

 

En el Partido, por otro lado, comenzaban a manifestarse disputas internas entre quienes consideraban esencial una represión dura y quienes, por el contrario, tenían una posición más cercana al dialogo con los estudiantes. Lo cierto es que todos los intentos, llevados a cabo por los dirigentes políticos del Partido, de un acercamiento a la negociación, fueron frustrados por los estudiantes que siempre vieron insatisfechas sus demandas.

 

 Finalmente los protestantes decidieron realizar una huelga de hambre, iniciada días antes de la llegada de Mijail Gorbachov, que se produciría el 15 de mayo. A pesar de las tentativas conciliadoras de Zhao, secretario general del Partido, y de las amenazas de Deng, los estudiantes no abandonaron la plaza. Con la huelga de hambre, se hicieron de mayor fuerza, y es aquí cuando otros sectores sociales se unen a ellos de manera concreta. Profesores, trabajadores de fábricas, escritores y alumnos de colegio, incluso algunos miembros del Ejercito Popular Chino. Por primera vez la población no sólo animaba, sino que además participaba directamente. Como bien explican Fathers y Higgins, a los estudiantes se les habían unido grupos organizados de apoyo procedentes de todos los sectores de la sociedad. Unos periodistas del Diario del Pueblo llevaban una pancarta que versaba "Apoyad a los estudiantes que se atreven a decir la verdad"5. Frases como ésta se vislumbraban en toda la plaza, dejando aún más en evidencia que las demandas de los estudiantes se habían generalizado y que este movimiento ya incluía a la población entera. Sus reclamos se estaban tornando más específicos: querían el repudio al editorial del 26 de abril, un repudio que sólo Deng les podía dar. De esta forma, los ataques personales contra Deng iban creciendo a medida que la multitud se sumaba a éstos.

 

El fin de la paz y la inminencia de la masacre

 

Durante la estadía del Gorbachov en China, un ataque sangriento contra los estudiantes que permanecían en la plaza hubiera sido poco conveniente para la dirigencia del Partido, pero una vez acabada la cumbre la determinación no se hizo esperar. El 19 de mayo, altos mando del Ejército y miembros del Partido acudieron a una reunión, donde se resolvió "poner fin al desorden" y llamar al Ejército Popular de Liberación para terminar con esta situación. Sin embargo, los vecinos salieron a las calles para obstruir la entrada del Ejército y lo lograron. Los dirigentes entonces declararon la Ley Marcial. A pesar de esto los estudiantes continuaron en Tiananmen, aunque atemorizados por la convicción de que el Ejército llegaría en cualquier momento. No obstante, éste se demoró, e incluso algunos de sus reconocidos miembros salieron a desmentir las versiones acerca de una represión contra los estudiantes. Las tropas, dijeron, entrarían a Pekín solamente para salvaguardar el orden bajo el marco de la Ley Marcial.

 

A pesar de su manifiesta valentía, los estudiantes no pudieron evitar debilitarse. Wuerkaixi y Wang Dan, sus líderes más emblemáticos, decidieron realizar una última marcha para el día 30 de mayo, retirarse de la plaza y continuar su lucha de otra forma. Chai Ling, otra de sus líderes, primero estuvo de acuerdo con la decisión de sus compañeros, pero ante la oposición de los estudiantes de las provincias de retirarse decidió quedarse y se colocó en la cabeza del movimiento.

 

El 30 de mayo los estudiantes proporcionaron una estatua que representaba a una mujer sujetando una antorcha encendida con ambas manos, que recordaba no casualmente a la Estatua de la Libertad. Este simbolismo, según Fathers y Higgins, era casi una "provocación suicida" hacia un Partido demasiado furioso. Al mismo tiempo, lo estudiantes estaban perdiendo apoyo de la sociedad, debilitándose cada vez más.

 

A última hora del 2 de junio, los soldados comenzaron a avanzar. Primero se desplazaron líneas de soldados desarmados, que en la mayoría de los casos se detuvieron sin luchar. Por todos lados se crearon barricadas para enfrentarse a los soldados. El Ejército Popular de Liberación parecía fracasar escandalosamente.  Sin embargo, sólo se estaba creando una justificación para aquellos dirigentes que habían postulado la necesidad de una represión organizada para acabar con esta situación. A las 11:15 horas de la noche, el Ejército hizo su último asalto sin armas. Todo lo demás es una historia de masacre y horror, pero también es una historia de resistencia. A medida que los tanques avanzaban avasallando todo cuanto se pusiera en su paso, el pueblo de Pekín, y ya no sólo estudiantes, se mantuvo en las calles contra la ofensiva represiva del Estado. Quizás nunca imaginaron que la represalia llegara a límites tan violentos. Pero lo cierto es que sin ningún tipo de contemplaciones los tanques llegaron a la plaza de Tiananmen donde los estudiantes habían decidido resistir. Y sin ningún tipo de contemplaciones abrieron fuego de la misma forma que lo habían hecho anteriormente pos las calles de Pekín. El movimiento y la resistencia estudiantil duraron hasta las 5:30 horas cuando el Ejército había "reconquistado la plaza".

 

Al día siguiente, los convoyes de soldados se siguieron enfrentando a centenares de personas que marchaban sobre las calles. La escena se repetiría varias veces. Una oleada de personas avanzaba un poco, las tropas abrían fuego, retiraban los cadáveres y, tras una tregua, otra oleada comenzaba a formarse.

 

Los estudiantes buscaron refugio en la Universidad en un primer momento, pero con el correr de los días se fueron dispersando. Aquél movimiento de liberación por la democracia y contra la corrupción política, que habían iniciado más de un mes antes, se disolvía en forma de masacre, tal vez la más grande que recuerde el pueblo chino.

 

Así, como explicitan Fathers y Higgins, "(...) la intervención militar del 3-4 de junio fue inútil, gratuita e innecesaria"6. Los estudiantes manifestados en la plaza no habían atacado a nada ni a nadie, no estaban armados y no representaban una amenaza violenta para la sociedad. Quienes habían enviado al Ejército no lo hicieron solamente para dispersar a la muchedumbre de las barricadas, sino para crear un espectáculo represivo que sirviera de ejemplo tanto a los posibles futuros levantamientos como a los propios miembros del partido que hubieran osado simpatizar con tal oposición.

 

El movimiento estudiantil desde la visión de uno de sus integrantes

 

Li Minqi participó en el movimiento estudiantil y en los sucesos de la plaza de Tiananmen en 1989. Un año después el gobierno de China lo arrestó y pasó dos años preso. En 2004 realizó una entrevista con motivo del 15º aniversario de la masacre donde habló del movimiento, de sus causas y consecuencias.

 

Este testigo presencial, desde su mirada retrospectiva, que no deja de ser en este sentido igual a la nuestra, nos muestra cómo este movimiento se desarrolló en un contexto particular, impulsado por los grandes acontecimientos que se habían producido en Chica durante la década anterior. Según Li Minqi: "(...) En ese momento el gobierno impulsaba el desarrollo capitalista. La ideología burguesa estaba reemplazando el marxismo-leninismo, así que aquella predominaba en el medio estudiantil". Además, más adelante agrega que: "(...) el movimiento de 1989 no era simplemente un movimiento estudiantil. Llegó a ser un movimiento democrático a escala nacional precisamente por la participación de las demás clases sociales y eso lo diferenció de otros movimientos estudiantiles de los años 80" 7. En pocas palabras Li Minqi resume dos puntos principales en nuestra interpretación, a saber, que el movimiento, por un lado, fue originado debido a las grandes transformaciones que se venían gestando en la economía china, que tuvieron su consiguiente repercusión en la sociedad que pretendía que esos mismo cambios afectasen al sistema político, y por otro lado, fue un levantamiento que si bien tubo su raíz en el seno estudiantil, luego se extendió a casi todos los sectores de la sociedad que revindicaron las demandas de los estudiantes.

 

Así, Li Minqi explica que los estudiantes protestaban por la falta de derechos políticos y por la corrupción de los altos dirigentes del Partido. Los obreros, por su parte, mantenían una fuerte oposición a la "apertura" económica que para él era "capitalista" y se estaban viendo desfavorecidos con la pérdida de muchos derechos sociales. Pero después de la Revolución Cultural carecían de toda organización. De esta forma, decidieron adherirse al movimiento estudiantil contra un Estado rígido y muy burocratizado. Aunque muchos estudiantes pudieron tener una inclinación pro capitalista, no fueron la mayoría, porque de haber sido así los obreros no se les hubieran unido y sin "las masas", como expresa Li Minqi, el movimiento no habría prosperado.

 

Conclusión

 

Al transcurrir los años, la masacre de Tiananmen se fue olvidando, y con ella, las reivindicaciones de derechos políticos, democracia y anticorrupción. Los dirigentes del Partido paulatinamente consiguieron su objetivo. En China ya no produjeron acontecimientos de este tipo y la plaza de Tiananmen ya no volvió a ser escenario de levantamientos ni protestas sociales. El régimen comunista se mantuvo en el poder, aunque con muchas dudas en cuanto a su naturaleza.  El país creció a pasos agigantados, hasta conseguir un lugar como protagonista en el orden económico mundial. Tal vez sería necesario recordar el precio demasiado alto que pagó su pueblo por este crecimiento. Hoy las calles de Pekín ni siquiera son un atisbo de aquellos meses entre abril y junio de 1989 cuando la población se manifestó por demandas políticas y sociales que quedarían en el tintero de esta etapa de la "Revolución China".

 

La masacre de Tiananmen es una historia de represión y espanto, pero, como ya dijimos anteriormente, es también una historia de resistencia. De esas historias que hoy deberíamos revindicar. Un pueblo entero se enfrentó a los tanques que entraban por todas partes de Pekín, creyendo poder resistir su embate. Y pudieron hasta que el fuego los apabulló. Sin embargo, al matarlos los estaban haciendo inmortales, porque vuelven a revivir en cada texto, como éste, donde alguien escriba o lea sobre la China de 1989. 

 

 

Bibliografía

 

* Entrevista a Li Minqi: "La rebelión en la plaza de Tiananmen vista por un testigo ocular". Obrero Revolucionario. Nº 1244. 20 de junio de 2004. Extraído de http://rwor.org/a/1244/tienanmen_rebellion_china_interview_s.htm.

 

* FAIRBANK, John King: "Las reformas de Deng Xiaoping. 1978-1988", en China. Una Nueva Historia. Editorial Andrés Bello.

 

* FATHERS, Michael e HIGGINS, Andrew: "Tiananmen. El asalto a Pekín", en revista Debast Nº 32. 1990.

 

* HOBSBAWM, Eric: Historia del Siglo XX. Crítica. Barcelona. 1995.

 

* JOLLY, Javier: "La protesta que fue masacre: Tiananmen, 1989". Extraído de http://ar.geocities.com/obserflictos.

 

*  SASOT MATEUS, Albert: "Asia desde 1980", en Vol. 20, Fines de siglo. Las claves del siglo XXI. Historia Universal. Salvat Editores. La Nación. 2005.

 

Notas

 

1 En este trabajo se utilizan alternativamente el sistema de romanización Wade y el Pinyin por ser los empleado en la mayoría de los textos consultados.

2 FAIRBANK, John King: "Las reformas de Deng Xiaoping. 1978-1988", en China. Una Nueva Historia. Editorial Andrés Bello.

3 FAIRBANK, John King; Op. Cit. Pág. 106

4 FATHERS, Michael e HIGGINS, Andrew: "Tiananmen. El asalto a Pekín". en revista Debast Nº 32. 1990.

5 FATHERS, Michael e HIGGINS, Andrew; Op. Cit. Pág. 35

6 FATHERS, Michael e HIGGINS, Andrew; Op. Cit. Pág. 8

7 Entrevista a Li Minqi: "La rebelión en la plaza de Tiananmen vista por un testigo ocular". Obrero Revolucionario. Nº 1244. 20 de junio de 2004. Extraído de http://rwor.org/a/1244/tienanmen_rebellion_china_interview_s.htm

 

 

 

1