Imam Jomeini

EL GOBIERNO ISLÁMICO

INTRODUCCIÓN

Con el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso.

Alabado sea Dios, Señor de los Mundos.

Las Bendiciones y la Paz sobre el Mejor de la Creación,

Muhammad y su Familia.

  El tema de la Wilâiat ul-Faqîh (Regencia del Sabio) (1) nos da la oportunidad de discutir sobre determinadas materias y cuestiones que están en relación con él. Wilâiat ul-Faqîh es un tema que, por sí mismo, recibe asentimiento inmediato y necesita poca demostración; cualquiera que posea un conocimiento general de las creencias del Islam dará un decidido asentimiento al principio de la Wilâiat ul-Faqîh; tan pronto como se encuentre con él, lo reconocerá como necesario y evidente. Si prestamos hoy una pequeña atención a este tema, al punto de que requiera una demostración, es debido a las circunstancias sociales existentes entre los musulmanes en general y las instituciones de enseñanza religiosa en particular. Estas circunstancias, a su vez, tienen ciertas raíces históricas a las cuales me voy a referir ahora.

    Desde el mismo principio, el movimiento islámico en la historia ha tenido conflictos con los judíos, por ser ellos quienes primero establecieron una propaganda anti-islámica y le combatieron con distintas estratagemas y, como pueden ver, lo continúan haciendo hasta el presente. Después de ellos les llegó el turno a otros grupos, los cuales en cierto sentido son más satánicos que los judíos mismos. Estos nuevos grupos comenzaron su penetración colonialista en los países musulmanes hace trescientos años o más y consideraron necesario trabajar por la liquidación del Islam de cara a obtener sus objetivos colonialistas. Su objetivo no era alienar a las gentes del Islam con la intención de promocionar el Cristianismo entre ellos, porque en realidad, los colonialistas no poseen creencias religiosas, ni cristianas, ni islámicas. Pero, a lo largo de este período histórico, desde el tiempo de las Cruzadas, percibieron que el mayor obstáculo para la obtención de sus ambiciones materialistas y la mayor amenaza para su poder político, no era otro que el Islam y sus leyes, y la fe que las gentes tienen en él. Por ello, conspiraron y pelearon contra el Islam por distintos medios.

    Los predicadores que colocaron en las instituciones de enseñanza religiosa, los agentes que emplearon en las universidades, en los medios de difusión del gobierno y en las casas editoriales, y los orientalistas a sueldo de las potencias colonialistas, todos ellos han mancomunado sus energías en un único esfuerzo, para distorsionar los principios del Islam. A consecuencia de ello, muchas personas, particularmente las educadas, se han hecho una incorrecta y desatinada idea del Islam.

    El Islam es el Dîn (2) de los individuos militantes que desean la verdad y la justicia. Es el Dîn de aquellos que desean libertad e independencia. Es el camino que siguen aquellos que luchan esforzadamente contra el colonialismo. Pero ellos, han presentado al Islam bajo una luz totalmente diferente. Han creado en las mentes de las personas una falsa noción de lo que es el Islam. La defectuosa visión que del Islam han presentado las instituciones de enseñanza religiosas, va destinada a privar al Islam de sus aspectos vitales y revolucionarios, y a impedir que los musulmanes puedan despertar al deseo de conquistar su libertad, aplicar las leyes del Islam y establecer un gobierno que les asegure la felicidad y les permita vivir vidas dignas de seres humanos.

    Por ejemplo, han declarado que el Islam no es una religión provista de respuestas para cada aspecto de la vida humana y que no dispone de leyes u ordenanzas para regular la vida social, que no posee capacidad de gobernar. Que el Islam solo se ocupa de reglamentar la pureza ritual tras la menstruación y el parto. Que quizá posea algunos principios éticos, pero, desde luego, no tiene nada que decir sobre la vida humana en general y sobre la administración de la sociedad.

    Este tipo de mala propaganda ha tenido, desgraciadamente, su efecto. Aparte del común de las gentes, los sectores cultos, tanto universitarios como muchos de los que poseen formación religiosa, no han comprendido correctamente el Islam y tienen de él una imagen equivocada. Tal como la gente puede, en general, estar desinformada sobre un extraño, así están ellos desinformados del Islam: el Islam vive entre las gentes de este mundo como un extraño.(3) Si alguien presentara el Islam como realmente es, se encontraría dificultades para hacer que la gente le creyera. En efecto, los agentes del colonialismo en el interior de las instituciones religiosas de enseñanza, se levantarían dando alaridos contra él.

    Para demostrarles en alguna medida, qué gran diferencia existe entre el Islam y lo que se presenta como Islam, quiero llamar la atención de ustedes en la diferencia existente entre el Corán y los libros de Ah·âdîz (4) por un lado, y los tratados prácticos de jurisprudencia por otro. El Corán y los libros de Ah·âdîz, que representan las fuentes de los mandatos y ordenamientos del Islam, son completamente diferentes de los tratados prácticos de jurisprudencia escritos por los muytahidîn (5) y los Marâye' (6) de la actualidad, tanto en la amplitud de su panorama, como en el efecto que son capaces de ejercer en la vida de la sociedad. La proporción de versos coránicos relativos a asuntos sociales frente a aquellos relativos a los ritos de la adoración, es mayor que cien a uno. De las aproximadamente cincuenta secciones del corpus de Ah·âdîz que contienen todos los ordenamientos del Islam, no más de tres o cuatro secciones se refieren a materias de adoración ritual y a los deberes de las personas hacia su Creador y Sustentador, unas pocas más se refieren a cuestiones éticas y el resto se refieren a cuestiones sociales, económicas, legales y políticas; en resumen, a la gestión de la sociedad.

    Ustedes que representan a la joven generación y que, Dios mediante estarán al servicio del Islam en el futuro, deben afanarse diligentemente toda su vida persiguiendo los objetivos que voy ahora a decirles y a impartir las leyes y ordenamientos del Islam. En la forma que ustedes consideren más beneficiosa, escribiendo o hablando, instruyan a la gente sobre los problemas con los que el Islam ha tenido que enfrentarse desde sus orígenes, y sobre los enemigos y calamidades que hoy le aquejan. No permitan que la verdadera naturaleza del Islam permanezca ignorada o la gente imaginará que el Islam es como el Cristianismo (el nominal, no el verdadero), una colección de preceptos relativos a la relación del hombre con Dios, y la mezquita será considerada igual que la iglesia.

    En los tiempos en que Occidente era un reino de oscuridad y tinieblas con sus habitantes en la barbarie y América todavía era territorio de pieles rojas en estado medio salvaje, en que los dos grandes imperios de Persia y Bizancio estaban bajo la tiranía, las clases privilegiadas y la discriminación, y los poderosos dominaban todo sin asomo de ley o gobierno popular, Dios exaltado y Bendito, por medio del Más Noble Mensajero (Paz y Bendiciones sean sobre él y su Familia) estableció leyes que nos maravillaron con su grandeza.

    Él instituyó leyes y prácticas para todos los asuntos humanos, y estableció mandatos para el hombre desde que se forma el embrión hasta que es enterrado. De la misma forma que existen leyes que establecen los deberes del hombre para con la adoración, también existen leyes, normas y prácticas para los asuntos sociales y de gobierno. La ley Islámica es un sistema legal avanzado, completo y global. Todos los voluminosos libros que han sido compilados desde los primeros tiempos sobre diferentes áreas de la ley, tales como procedimiento judicial, transacciones sociales, derecho penal, retribuciones, relaciones internacionales, regulaciones sobre la paz y la guerra, derecho internacional público y privado, en conjunto, contienen un mero ejemplo de las leyes y normas del Islam. No hay un solo asunto de la vida humana para el que el Islam no haya previsto instrucciones y establecido una norma.

    Para hacer que los Musulmanes y los pensadores islámicos de nuestra joven generación se desvíen del camino del Islam, los agentes extranjeros han insinuado constantemente que el Islam no tiene nada que ofrecer, que consiste en unas pocas ordenanzas relativas a la menstruación y al parto, y que este es el tipo de asuntos que les incumbe a los ajunds.(7)

    Hay algo de cierto aquí, por lo que es ajustado que esos ajunds que no tiene intención de explicar teorías, preceptos y visión islámica del mundo, y que han gastado la mayor parte de su tiempo precisamente en esas materias, olvidando los otros temas de la Ley Islámica, sean atacados y acusados de esta manera. También ellos están en falta, ¿Acaso son los extranjeros los únicos a quienes culpar?. Durante varios siglos, como era de esperar, los extranjeros trazaron planes para conseguir sus ambiciones políticas y económicas y la negligencia que ha sobrevenido a las instituciones de enseñanza religiosa les ha permitido conseguirlo. Han sido individuos de entre nosotros, los ruhanís,(8) quienes han contribuido obtusamente a la consecución de esos propósitos, con los resultados que ahora ustedes ven.

    Algunas veces se insinúa que las leyes del Islam son defectuosas, y se dice que las leyes del procedimiento judicial por ejemplo no son todo lo que deberían ser. En consonancia con estas insinuaciones y propaganda, los agentes británicos fueron instruidos por sus amos para aprovecharse de la idea del constitucionalismo para engañar al pueblo y ocultar la verdadera naturaleza de sus crímenes políticos (hoy ya se dispone de las pruebas y documentos pertinentes). En los orígenes del movimiento constitucional, cuando el pueblo deseaba redactar las leyes y establecer una constitución, la Embajada prestó una copia del código legal belga a un puñado de individuos (cuyos nombres no quiero mencionar aquí) la usaron como base para la constitución que ellos redactaron entonces, supliendo sus carencias con préstamos de los códigos legales de Francia y Gran Bretaña.(9)

    Cierto es que añadieron algunas normas Islámicas para engañar al pueblo, pero la base de las leyes que entonces impuso al pueblo, era ajena y prestada. ¿Qué analogías existen, entre los diferentes artículos de la Constitución y de la Ley Suplementaria, relativos a la monarquía, la sucesión y demás,(10) con los del Islam?. Todos son opuestos al Islam, violan el sistema de gobierno y las leyes del Islam.

    El Islam considera la monarquía y la sucesión hereditaria, erróneas e inválidas. Cuando el Islam apareció por vez primera en Irán, el Imperio Bizantino, Egipto y el Yemen, toda la institución monárquica fue abolida. En las benditas cartas que el Más Noble Mensajero (Paz y Bendiciones sean con él y su Familia) escribió al emperador Bizantino Heraclio y al Shah-an-shah de Irán, les llamó a abandonar las formas monárquicas e imperiales de gobierno, y a que cesaran de obligar a los siervos de Dios a adorarles con obediencia absoluta y a que permitieran a los hombres adorar a Dios, Quien no tiene socios y es el Verdadero Rey.(11) La monarquía y la sucesión hereditaria representan el mismo y malvado sistema de gobierno que impulsó al Señor de los Mártires(12) (sobre él la Paz) a sublevarse y alcanzar el martirio en un intento de evitar su establecimiento. Se sublevó rechazando la sucesión hereditaria de Yazid y rehusando reconocerlo e invitó a todos los musulmanes a levantarse contra ello.(13)

    El Islam, pues, no reconoce la monarquía y la sucesión hereditaria; ellas no tienen sitio en el Islam. Si éste es el significado de las llamadas "deficiencias" del Islam, entonces el Islam es realmente deficiente.

    El Islam no ha establecido leyes para la práctica de la usura, para las operaciones bancarias sobre la base de la usura, para el consumo de alcohol o para el cultivo de los vicios sexuales, prohibiéndolos todos ellos radicalmente. Por tanto, las pandillas gobernantes, que son marionetas del colonialismo y deseaban potenciar esos vicios en el mundo Islámico, quieren, naturalmente, considerar al Islam defectuoso. Y por eso se ven obligados a importar leyes apropiadas de Gran Bretaña, Francia, Bélgica y, más recientemente, de América. El hecho de que el Islam no establezca el metódico seguimiento de tales actividades ilícitas, lejos de ser una deficiencia, es un signo de perfección y una fuente de orgullo.

    La conspiración fraguada por el gobierno colonialista de Gran Bretaña, en los inicios del movimiento constitucional, tenía dos propósitos, el primero, que es ya conocido, era eliminar la influencia de la Rusia zarista en Irán; el segundo era debilitar las leyes Islámicas, y una operación para introducir las leyes occidentales.

    La imposición de leyes extranjeras en nuestra sociedad Islámica ha sido fuente de numerosos problemas y dificultades. Es conocido que la gente que sufre nuestro sistema judicial tiene muchas quejas con respecto a las leyes existentes y su modo de operar. Si una persona es capturada en el sistema judicial de Irán o de países análogos, puede pasar toda su vida intentando solucionar su caso. En mi juventud tropecé con un abogado experto que manifestaba: "Puedo malgastar toda mi vida siguiendo un litigio de principio a fin de la maquinaria judicial y transmitírselo a mi hijo para que haga lo mismo". Esa es la situación que ahora prevalece, exceptuando claro está cuando una de las partes tiene influencia, en cuyo caso el asunto es visto y sentenciado rápida aunque injustamente.

    Nuestras actuales leyes no han traído a nuestro pueblo más que problemas, causándoles el abandono de sus trabajos cotidianos y dando ocasión a todo tipo de abusos. Muy pocas personas son capaces de obtener sus legítimos derechos. En la adjudicación de los casos, no sólo es necesario que cada uno obtenga sus derechos, también debe seguirse un procedimiento justo. El tiempo de la gente debe ser tenido en cuenta, así como el tipo de vida y la profesión de ambas partes, para que los asuntos sean resueltos tan rápida y sencillamente como sea posible.

    Un caso que en los primeros tiempos un juicio Islámico resolvía dos o tres días, ahora no se soluciona en veinte años. El afectado sea joven o viejo, debe perder todo el día en el Ministerio de Justicia, de la mañana a la noche, malgastando su tiempo en los pasillos o frente a cualquier despacho oficial y, al final seguirá sin saber que ha pasado. Quien sea más ladino y capaz de ofrecer sobornos tendrá su caso rápidamente resuelto, pero al precio de la justicia. Otros deben esperar frustrados y perplejos, hasta el fin de sus días.

    Algunas veces los agentes del colonialismo escriben en sus libros y periódicos que las normas penales del Islam son excesivamente crueles. Hubo quien tuvo el descaro de escribir que las leyes del Islam eran rígidas porque nacieron de los árabes y por ello la crueldad de los árabes se refleja en la "crueldad" de la ley Islámica.

    Estoy asombrado de la forma en que piensa esta gente. Matan gente por la posesión de 10 gramos de heroína y dicen "esa es la ley" (he sido informado que diez personas fueron condenadas a muerte hace un tiempo y otra recientemente, por la posesión de diez gramos de heroína. Las leyes inhumanas como estas son urdidas en nombre de una campaña contra la corrupción y no son acusadas como crueles, no quiero decir con ello que debe permitirse la venta de heroína, pero este no es castigo apropiado, pues el castigo debe ser proporcional al delito. Sin embargo, cuando el Islam estipula que el bebedor de alcohol debe recibir 80 azotes, ellos lo consideran "demasiado cruel". Ellos pueden ejecutar a cualquiera por tener 10 gramos de heroína ¡y el tema de la crueldad no se menciona!

    Muchas formas de corrupción que han surgido en la sociedad derivan del alcohol. Muy frecuentemente los accidentes que ocurren en nuestras carreteras, los asesinatos y los suicidios, están provocados por el consumo de alcohol. Por añadidura, se dice que el consumo de heroína deriva de la adicción del alcohol. Pero todavía algunos continúan diciendo que es completamente irreprochable que alguien beba alcohol (después de todo lo hacen en occidente); así que hay que permitir la compra y venta de alcohol libremente.

    Pero cuando el Islam quiere prevenir el consumo de alcohol - una de las mayores drogas- estipulando que el borracho debe recibir 80 azotes; o el delito sexual, decretando que al fornicador le sean dados 100 azotes y que el hombre y la mujer adúlteros sean lapidados, entonces comienzan a lamentarse y a quejarse: "¡Qué cruel es esta ley; refleja la crueldad de los árabes!". No son conscientes que esa normativa legal del Islam se aplica para proteger a las grandes naciones de ser destruidas por la corrupción. El vicio ha alcanzado actualmente tales proporciones que está destruyendo generaciones enteras, corrompiendo nuestra juventud y provocando en ellos un desprecio total hacia cualquier trabajo. Todos ellos se apresuran a gozar de las variadas clases de vicios, tan libremente disponibles como entusiastamente promocionados. ¿Porqué debería considerarse una crueldad si el Islam estipula que el ofensor sea azotado públicamente, para con ello proteger de la corrupción a la generación más joven?

    Al mismo tiempo, vemos a los dirigentes de esta nuestra clase gobernante, ordenando matanzas en Vietnam durante 15 años, consagrando enormes presupuestos a estos sangrientos negocios ¡y aquí no pasa nada!. Pero si el Islam ordena a sus seguidores comprometerse en la lucha o en la defensa para que los hombres acaten las leyes que los benefician y para que maten unas pocas gentes corruptas o instigadoras de la corrupción, entonces preguntan: "¿Qué sentido tiene toda esta guerra?".

    Todos los planes que los representantes extranjeros diseñaron hace varios siglos, están siendo aplicados ahora y dando sus frutos.

    Primero, abren una escuela en determinado lugar y nosotros damos el visto bueno al asunto sin decir nada. También nuestros colegas han sido negligentes en este asunto y fallaron al no impedir que este establecimiento se abriera, así que ahora, como pueden observar, se han multiplicado esas escuelas y sus misioneros se han introducido en pueblos y provincias transformando nuestros niños en cristianos o incrédulos.

    Su plan es mantenernos atrasados, mantenernos en nuestro miserable estado actual para poder explotar nuestras riquezas, nuestras minas, nuestras tierras y nuestros recursos humanos. Desean que permanezcamos afligidos e infelices y a nuestros pobres atrapados en su miseria. En lugar de rendirse a los ordenamientos del Islam, los cuales prevén una solución a los problemas de la pobreza, ellos y sus agentes desean ir a vivir en inmensos palacios y gozar de vidas de lujuria abominable.

    Estos planes son de tanto alcance que han afectado hasta a las instituciones de enseñanza religiosa. Si alguien quiere hablar sobre Gobierno Islámico y sobre el establecimiento de un Gobierno Islámico, debe observar el principio de taquiah (disimulo de su verdadero pensamiento) y contar con la oposición de quienes se han vendido al colonialismo.

    Cuando se imprimió este libro por primera vez, los agentes de la embajada del régimen del Shah en Iraq tomaron ciertas medidas desesperadas para impedir su distribución, la cual continuó incluso más que antes, para desgracia de ellos.

    Las cosas han llegado ahora a tal punto que alguna gente considera las ropas de soldado incompatibles con el verdadero coraje y justicia, a pesar de que los Imames de nuestra fe fueron todos soldados, jefes y guerreros. Se vistieron ropas militares y fueron a combatir en las guerras como nos ha sido descrito en nuestra historia; mataron y fueron matados. El Emir de los Creyentes(14) (La Paz sea sobre él) se colocó un yelmo sobre su bendita cabeza, vistió su cota de malla y se ciñó la espada. El Imam Hasan(15) y el Señor de los Mártires (La Paz sea con ellos) hicieron lo mismo. Después de ellos no hubo oportunidad, sino Hadrat Imam Muhammad al-Baqer (16) (La Paz sea sobre él) hubiera hecho lo mismo. Pero ahora llevar ropas militares es sinónimo de menoscabar la cualidad humana de la justicia y se dice que no deben llevarse uniformes militares. Si nosotros vamos a formar un Gobierno Islámico tendremos que hacerlo pues con nuestros mantos y turbantes ¡de lo contrario estaríamos cometiendo una ofensa contra la decencia y la justicia!

    Este es el resultado de la ola de propaganda que actualmente ha alcanzado a las instituciones religiosas y nos ha impuesto el deber de probar que el Islam también posee reglas de gobierno.

    Esta es pues la situación que nos ha sido creada por los extranjeros a través de su propaganda y de sus agentes. Con esta operación han destruido todas las leyes políticas y procesos judiciales del Islam, sustituyéndolos con importaciones europeas, así han disminuido el alcance del Islam desahuciándolo de la sociedad islámica. Han instalado sus agentes en el poder para explotarnos.

    Hasta ahora, hemos bosquejado el corrupto y subversivo plan del colonialismo. Ahora debemos observar también determinados factores internos, especialmente el deslumbrante efecto que el progreso material de los países colonialistas ejerce sobre algunos miembros de nuestra sociedad. Dado que los países colonialistas consiguen un gran nivel de bienestar y opulencia - resultado del progreso científico y técnico y del saqueo de las naciones de Asia y Africa- estos individuos pierden la confianza en sí mismos e imaginan que la única forma de obtener progreso técnico consiste en abandonar las leyes y creencias propias. Cuando se llegó a la Luna por ejemplo, ellos decidieron que los musulmanes debían ¡tirar sus leyes por la borda!. El hecho de ir a la Luna ¿Qué relación tiene con las leyes islámicas?. ¿Acaso no ven que países con leyes y sistemas sociales opuestos compiten entre sí en progreso técnico y científico y en la conquista del espacio?. Dejadles que vayan a Marte o a la Vía Láctea; sin embargo, serán privados de la verdadera felicidad, de las virtudes morales y del progreso espiritual, y serán incapaces de resolver sus propios problemas sociales. Para solucionar la problemática y las calamidades sociales es necesario apoyarse en la fe y la moral; adquirir poder y fuerza material, únicamente, conquistando la naturaleza y el espacio, no tiene efecto en este sentido; deben ser complementados con la fe y equilibrados con la convicción y la moralidad del Islam, para poder servir verdaderamente a la humanidad, en lugar de ponerla en peligro. Esta convicción, esta moralidad, esas leyes necesarias, nosotros ya las tenemos. Así que, no debemos precipitarnos a abandonar nuestra religión tan pronto como alguien vaya a cualquier sitio o invente algo. Nuestra religión y nuestras leyes, que regulan la vida del hombre y procuran su bienestar en este mundo y en el otro.

    Lo mismo puede aplicarse a la propaganda de los colonialistas. Desgraciadamente, algunos miembros de nuestra sociedad han sido influenciados por su propaganda hostil, aunque no debían haberlo sido. Los colonialistas han difundido entre nosotros la idea de que el Islam carece de una forma específica de gobierno o de instituciones de gobierno. Más aún, dicen que, aunque el Islam posea algunas leyes, no dispone de una persona para aplicarlas, así que su función es meramente legislativa.

    Esta clase de propaganda forma parte del plan general de los colonialistas para evitar que los musulmanes se impliquen en la actividad política y establezcan un Gobierno Islámico. Todo ello está en total contradicción con nuestras creencias fundamentales.

    Creemos en la Wilâiat ul-Faqîh, y creemos que al Profeta (Las Bendiciones y la Paz sean sobre él y su Familia) se le indicó designar un sucesor, tal y como hizo. ¿Era un sucesor, designado simplemente para que explicara la ley?. La interpretación de la ley no requiere de un sucesor del Profeta. Después de todo, él mismo había expuesto las leyes; habría sido suficiente escribir las leyes en un libro y poner este en manos del pueblo, para guiarles en sus actos. Era necesario, lógicamente, designarles un sucesor para que ejerciera las tareas de gobierno. Las leyes precisan de una persona que las ejecute. Es lo mismo en todos los países del mundo, ya que el establecimiento de una ley es de escaso beneficio en sí mismo y no puede garantizar la felicidad del hombre. Después de establecer una ley es necesario establecer un poder que la ejecute. Si un sistema de leyes y de gobierno, carece de poder ejecutivo, será claramente deficiente. Así pues, el Islam, tal y como ha establecido leyes, ha establecido también un poder ejecutivo.

    Existe una cuestión adicional: ¿Quién debía ocupar el poder ejecutivo? Si el Profeta (Las Bendiciones y la Paz sean sobre él y su Familia) no hubiera designado un sucesor para asumir el poder ejecutivo, habría fracasado a la hora de completar su misión, tal y como el Corán testifica.(17) La necesidad de aplicar las leyes divinas, la necesidad de un poder ejecutivo y la importancia de ese poder en el cumplimiento de los objetivos de la misión profética, así como el establecimiento de un orden justo que desembocara en la felicidad de la humanidad, todo ello hace la elección de un sucesor, sinónimo del cumplimiento de la misión profética. En tiempos del Profeta (Las Bendiciones y la Paz sean sobre él y su Familia), las leyes no eran simplemente expuestas y promulgadas, también eran aplicadas. El Mensajero de Dios (Las Bendiciones y la Paz sean sobre él y su Familia) era un ejecutor de la ley. Por ejemplo, aplicó los preceptos penales del Islam: cortó la mano a los ladrones y administró latigazos y lapidaciones. El sucesor del Profeta debe hacer lo mismo; su labor no es legislar, sino aplicar las leyes divinas que el Profeta (Las Bendiciones y la Paz sean sobre él y su Familia) ha promulgado. Por esa razón son necesarias la formación de un gobierno y el establecimiento de órganos ejecutivos. Creer en esa necesidad es parte de la creencia general en el Imamato, y también tan valioso como el esfuerzo y la lucha por establecerlo.

    Poned mucha atención, de la misma manera que ellos han deformado la explicación del Islam, es necesario que ustedes presenten el Islam y la creencia en el Imamato correctamente. Deben decirles a las gentes: "Creemos en la Wilâiah. Creemos que el Profeta (Las Bendiciones y la Paz sean sobre él y su Familia) eligió un sucesor que asumiera la responsabilidad de los asuntos de los Musulmanes, y que él lo hizo así por orden de Dios. Por lo tanto, debemos creer también en la necesidad de establecer un gobierno, y debemos esforzarnos por crear órganos para la ejecución de las leyes y la administración de los asuntos".

    La lucha por la conformación de un Gobierno Islámico es una consecuencia necesaria de nuestra creencia en la Wilâiah. Escribid y publicad libros sobre las leyes del Islam y sus efectos benéficos sobre la sociedad. Mejorad vuestro estilo y métodos de difundir el Islam y las actividades que están en relación con ello. Sabed que es vuestra obligación establecer un Gobierno Islámico. Confiad en vosotros mismos y sabed que sois capaces de cumplir esta tarea. Los colonialistas comenzaron a establecer sus planes hace tres o cuatro siglos. Comenzaron sin nada, pero ¡mira donde están ahora!. También nosotros comenzamos sin nada y no prestamos atención al griterío de un puñado de occidentalizados y devotos sirvientes del colonialismo.

    Presentad al pueblo el Islam en su forma auténtica, para que nuestra juventud no caracterice a los ajunds sentados en cualquier esquina de Nayaf o Qom, estudiando las cuestiones de la menstruación y el parto, en lugar de interesarse por la política, y que lleguen a la conclusión que religión y política deben estar separadas. Esta consigna sobre la separación de religión y política, y la exigencia de que los sabios islámicos no intervengan en asuntos políticos y sociales, ha sido formulada y extendida por los colonialistas. Solo los no creyentes lo repiten. ¿Estaban acaso separadas la religión y la política en tiempos del Profeta (Las Bendiciones y la Paz sean sobre él y su Familia)?. ¿Existía entonces un grupo de ruhanís por un lado, y un grupo de políticos y líderes por otro?. ¿Estaban separadas las cuestiones de la fe y la política en la época de los califas -aún cuando no fueran legítimos- o en tiempos del Emir de los Creyentes (sobre él la Paz)?. ¿Existían entonces dos autoridades separadas?

    Esas consignas, han sido promovidas por los colonialistas y por sus agentes políticos, para evitar que la creencia coordine los asuntos de este mundo y conforme la sociedad Musulmana, y, a la par, crear un abismo entre los eruditos islámicos por un lado y las masas y aquellos que luchan por la libertad y la independencia por otro. De esa manera han sido capaces de dominar nuestro pueblo y saquear nuestros recursos, que es el objetivo final que siempre han tenido.

    Si nosotros, musulmanes, no hacemos más que ocuparnos de las oraciones, de las peticiones a Dios y de invocar Su nombre, los colonialistas y los gobiernos tiránicos aliados a ellos, nos dejarán tranquilos. Si hoy decimos: "Permitid que nos concentremos, llamando al adan y haciendo nuestras oraciones. Permitámosles que nos roben todo lo que es nuestro -Dios cuidará de ello-. No hay poder ni refugio excepto en Él y, si Dios quiere, seremos compensados en el Más Allá", si esta es nuestra lógica, ellos no nos molestarán.

    Una vez, durante la ocupación de Iraq, un cierto oficial Británico preguntó: "¿Es el hombre que estoy escuchando recitar desde el minarete, perjudicial para la política británica?". Cuando se le explicó que era inofensivo dijo: "Dejadles entonces que llamen a la oración cuando quieran".

    Si no prestan ustedes atención a la política de los colonialistas y consideran que el Islam son un puñado de tópicos para estar siempre estudiando sin ir más allá jamás, entonces los colonialistas les dejarán tranquilos. Rezad todo lo que deseéis, es el petróleo de ustedes lo que quieren, ¿Por qué se van a molestar por vuestras oraciones?. Van tras nuestros minerales y quieren transformar nuestro país en un mercado para sus productos. Es por eso que los gobiernos títeres que ellos han instalado nos previenen en contra de la industrialización y solamente instalan industrias y plantas de montaje dependientes del mundo exterior.

    No desean que seamos verdaderos seres humanos, porque ellos temen a los verdaderos seres humanos. Aunque aparezca un solo ser humano, ellos le temen, porque otros le seguirán y conseguirá un impacto tal que puede destruir todo lo creado por la tiranía, el imperialismo y los gobiernos títeres. Por eso, cuando ha aparecido algún ser humano, lo han matado, encarcelado o exilado, e intentaron difamarle diciendo: "Ese es un ajund politizado". Pero el Profeta (Las Bendiciones y la Paz sean sobre él y su Familia) fue una persona política también. Esta propaganda maligna es adoptada por los agentes políticos del colonialismo únicamente para conseguir que ustedes eviten la política, para evitar que ustedes intervengan en los asuntos sociales y luchen contra los gobiernos traidores y contra su política anti-nacional y anti-Islámica, quieren hacer cuanto desean a su antojo, sin obstáculos en su camino.

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Notas 

1.    Faqîh: Sabio en los principios y reglamentaciones de la ley islámica y, más generalmente, en todos los aspectos de la fe.

2.    Dîn: En la lengua árabe significa recompensa y en la terminología islámica significa el camino (al- taríqa).

3.    Alusión al famoso h·adîz del Profeta: "El Islam volverá como un extraño entre los hombres, de la misma manera en que fue algo extraño en un principio. Pero bendito sea el estado del extraño."

4.     Ah·âdîz: Plural de h·adîz, dicho o hecho del Profeta Muhammad o de uno de los Doce Imames de Ahl ul-Bait (sobre ellos la paz) 

5.    Muytahidîn: Plural de muytahid, autoridad en la ley divina que practica el iytihad , es decir : "el esfuerzo en la búsqueda de la correcta opinión... para la obtención de un juicio legal sobre un tema, partiendo de los principios y reglamentaciones propios de la ley islámica."

6.    Marâye': Plural de maryac, Muytahid que reúne todas las condiciones requeridas para que sus fatwas (juicio legales) puedan ser seguidos. Del verbo rayac (regresar), Maryac: "al que se regresa" (en busca de un juicio).

7.    Ajund: Palabra de etimología incierta que originalmente se daba a un estudioso con logros extraordinarios, pero que posteriormente se hizo extensiva a los estudiosos de poco nivel, adquiriendo entonces una connotación peyorativa, particularmente en su uso secular.

8.     Ruhaní: "Espiritual". Nombre que se da coloquialmente al que ha cursado estudios islámicos y viste las ropas propias de su función: Amáma (turbante), Cabá (chaqueta larga) y Abá (capa). 

9.    En relación con la influencia de la Ley Constitucional Belga en el Comité de Seis Hombres que diseñaron las Leyes Constitucionales Suplementarias de 1907.

10.    Artículos 35 al 57 de las Leyes Constitucionales Suplementarias, aprobadas el 7 de Octubre de 1906.

11.    En el sexto año de la Hégira islámica, Mahoma envió emisarios a los dirigentes de los países vecinos: Abdellah ibn Hudáfa Sahmí a Josrú Parviz (Cosroes) y a Dahíiah Ibn Jalífah Rábih al César de Roma. En las cartas que les envió, Mahoma les llamaba a aceptar el Islam y a adorar al Dios Único...

12.     Husein hijo de Alí ibn Abi Talib y de la hija de Mahomaama Fátima y tercero de los doce Imames Purificados de la Shia, responsabilidad a la que accedió tras el martirio del segundo Imam, su hermano Hadrat Hasan ibn 'Alí.

13  En el año 60 de la Hégira (60 a.h.), 680 d.C. Husein rehusó prestar juramento de obediencia a Iazid hijo de Mu'awiiah y segundo califa de la dinastía Omeya, dado que Iazid no poseía legítima autoridad, pues había accedido al califato por sucesión hereditaria. El posterior martirio de Huseín en la batalla de Kerbálá el día 10 de Muharram del año 61 h., es conmemorado desde entonces por los musulmanes shiitas, como supremo ejemplo de sacrificio ante la tiranía, y supone un importante punto de referencia ideológica y emotiva en la revolución islámica en Irán.

14.    'Alí primo y yerno de Mahoma y primero de los Doce Imames de la Shia. Ejerció el gobierno desde el año 656. hasta su martirio en el año 661.

15.    Hasan, hijo de Alí  y segundo de los Doce Imames. Murió, envenenado por orden del califa Mu'áwiiah ibn Abu Sufián en el año 670, tras pasar la mayoría de su vida recluido en Medina.

16.     Baqer quinto Imam de la Shia. Nació en el año 676. Pasó la mayor parte de su vida en Medina, donde murió envenenado en el año 732 .

17.    La Shia sostiene que Mahoma proclamó numerosas veces el califato de 'Alí .

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