El himno universal etíope, 1920

 

En la Convención de 1920 de Nueva York, presidida por Marcus Garvey, el artículo 40 de la “Declaración de los.

Pueblos Negros” resolvió que “Etiopía Tierra de Nuestros Padres” sería el “himno de la raza negra”.

 

(Poema de Burrell y Ford)

 

I

Etiopía, tierra de nuestros padres,

Que los dioses gustaban habitar,

Así como se forman en la noche las nubes de tormenta

Así corren hacia ti nuestros ejércitos.

Venzamos en la lucha

Cuando brillen las espadas desenvainadas.

Nuestra victoria será gloriosa

Conducida por los rojos, los negros y los verdes.

 

CORO

Adelante, adelante hacia la victoria,

Hacia la libertad de África;

Adelante al encuentro del enemigo

Con el poder

Del rojo, del negro y del verde.

 

II

Etiopía, cae el tirano

Que te golpeó haciéndote arrodillar,

Y tus hijos te llaman con fuerza

A través de mares distantes.

Jehová, el Grande, nos ha oído,

Escuchó nuestros suspiros, vio nuestras lágrimas,

Con Su espíritu de Amor nos impulsó

A ser Uno de los años venideros.

 

CORO: Adelante, adelante, etcétera.

 

III

Oh Jehová, Tú, Dios de los siglos,

Otorga a nuestros hijos esa primacía,

La sabiduría que diste a Tus sabios

Cuando Israel sufría en la necesidad.

Tu voz habló a través del confuso pasado,

Etiopía extenderá su mano,

Tú romperás todas las cadenas,

Y el Cielo bendecirá la amada tierra de nuestros padres.

 

CORO: Adelante, adelante, etcétera.

 

 

 R. L. Buell, The Native Problem in África, 2 vol.. (Nueva York, Macmillan, 1928), vol II, págs. 969-970.

 


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