EL TIEMPO PERFECTO


Cierto día un hombre, amante de la naturaleza, contemplaba a una oruga envuelta en su saco, el mismo que se encontraba sujetado a la rama de un árbol, de repente el saco se empezó a mover, de una manera tan lenta que era casi imperceptible, sin embargo este hombre se dio cuenta y con toda la buena voluntad y la buena intención, pensó "esta oruga ya se ha transformado en una mariposa, y ahora está tratando de salir del saco para desplegar su alas y volar con libertad, creo que la ayudaré a salir pues a la pobre le debe estar costando trabajo". Con ese pensamiento tan noble, el hombre se acercó y con mucho cuidado comenzó a abrir el saco, el proceso le llevó muchos minutos, pues lo que menos quería era dañar al insecto. Su emoción incrementaba al pensar que en cuanto termine de liberarla de su envoltura, la mariposa emprendería un vuelo maravilloso y él habría contribuido a este noble fin. Al fin este buen hombre terminó con el proceso, pero nada pasó, la mariposa no pudo abrir sus alas, por más que él las desplegó, no pudo volar y al cabo de unos minutos murió.

Mariposa Este hecho nos muestra que muchas veces, aún cuando nuestro deseo es sublime y sin maldad, el apresurarnos a actuar y dejarnos llevar solamente por nuestra intuición puede ocasionar grandes dolores. Lo mejor es esperar el tiempo oportuno, el tiempo de Dios, pues escrito está que de nada nos sirve afanarnos, dejarnos llevar por la fatiga. Cuando actuamos movidos por la impaciencia y forzamos las cosas, puede ocurrirnos que aquello que iba a ser perfecto en su tiempo, a causa de la ansiedad fracase. El proceso de transformación de la mariposa había sido natural, pues de ser una oruga que se arrastraba, pasa a ser un ser vivo destinado a la libertad, a ser ágil y hermoso, sin embargo las buenas intenciones de un hombre terminaron con su vida, pues la mariposa necesitaba de ese tiempo de esfuerzo, de ese tiempo de lucha para salir de su saco, pues así habría adquirido la fuerza necesaria para salir al mundo.

Cuando nosotros interrumpimos el curso normal que deben seguir las cosas, puede ser que estemos cometiendo un grave error. Mi querido lector, si en este momento usted está pasando por una situación difícil que requiere de su paciencia y espera, busque a Dios, para que ponga la paz que es necesaria en su corazón y todo ocurra en el momento oportuno, descanse en el Señor, libérese de esa carga tan pesada y espere en Él.


Por Valeria Nazer de Parada, "Premio Joven de la Paz" (2001), Comunicadora Social, columnista del Diario El Deber, de Santa Cruz - Bolivia, art�culo publicado en la Revista Dominical Extra, el 14 de Octubre de 2001

<<< ANTERIOR

Volver a Pagina Principal


Quiere un buen consejo? lea La Santa Biblia  
Hosted by www.Geocities.ws

1