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LA NUEVA
ESCENA MEXICANA
La ciudad de M�xico se ha convertido, gracias a un constante proceso de
inmigraci�n, en la metr�poli m�s grande del mundo. M�s de 20 millones de habitantes
confluyen en el valle; aunque un 70% de ellos son j�venes, la urbe, parad�jicamente, se
ha dise�ado seg�n el gusto de los mayores.
Los espacios para ejercer el
rock se cuentan con los dedos de una mano. Y si eso sucede con un estilo musical
estrictamente convencional, quienes practican b�squedas sonoras a�nan a los retos
propios de esta "insolencia" la falta de foros para mostrar su quehacer. No
obstante, si uno logra penetrar m�s all� de la superficie, encontrar� los signos de una
expresi�n que, mediante brotes aislados, ha sentado los cimientos de una nueva escena, un
movimiento que a�n no se consolida como tal, pero vital en casa una de sus
manifestaciones.
DECIBEL: UNO DE SUS
COMIENZOS
En los primeros a�os de la d�cada de
los setenta, los grupos mexicanos de rock cultivan los g�neros predominantes en Estados
Unidos: blues, hard, psicodelia. Nadie parec�a atento a los que suced�a mas all� del
mainstream progresivo europeo. Emerson, Lake & Palmer, Yes, Moody
Blues, King Crimson, y similares eran moneda corriente; poco a poco se hablaba
de otras bandas como Henry Cow, Camel, Magma...
Por estos a�os, Walter Schimidt,
m�sico y periodista, fund� junto con Carlos Robledo el grupo Decibel: un
colectivo radical e iconoclasta cuyas influencias (Cage, Messiaen, Magma,
Henry Cow) pronto colocaron fuera del circuito tradicional. Casi una d�cada
funcion� Decibel y no obstante su exigua producci�n discogr�fica (un �lbum
apenas, reeditado hace un par de a�os con bonus track), su ejemplo sirvi� para alentar a
otros en el seguimiento de la creaci�n original.
De esa manera surgieron colectivos como Krol
Voldarepet Knoot, Did�ctico, El Queso Sagrado, V�a L�ctea, Hi Fi Orchestra, Oxomaxoma,
Y Como M�xico No Hay Dos ( un proyecto de los decibeles aumentado por amigos y
caracterizado por su anarqu�a sonora e ic�nica). Como M�xico No Hay Dos realizaba
una �nica presentaci�n cada 15 de septiembre en conmemoraci�n de la
independencia del pa�s- siempre bajo el signo del caos y la irreverencia.
VERTIENTE
PREHISP�NICA
La riqueza hist�rica de M�xico es
esplendorosa, pero a diferencia de otras expresiones art�sticas, no existen documentos
fidedignos mediante los cuales pueda efectuarse una recomposici�n de la m�sica
precolombina. Los restos arqueol�gicos y otras fuentes han permitido formar un cuadro
especulativo en el cual predomina el car�cter ritual y festivo de la m�sica.
En 1982, Luis P�rez hace el primer intento
formal por mezclar esta herencia �tnica con instrumentos el�ctricos al grabar "En
El Ombligo De La Luna", un disco seminal, pero de escasa difusi�n. Las
caracter�sticas de esta aleaci�n abrieron varias posibilidades que otros habr�an de
explotar, sin embargo, la ausencia de promoci�n, trunc� el potencial de Luis P�rez
y unos a�os despu�s emigr� a Estados Unidos.
Paralelamente al trabajo desarrollado por Luis
P�rez, tenemos a Jorge Reyes y unos a�os despu�s se unir�a a las filas de Chac
Mool (un quinteto en el estilo progresivo cl�sico que termin� sus d�as en las
veredas del pop). Antes de la formaci�n del grupo, Reyes hab�a viajado
extensamente por Europa, Asia y el norte de �frica. El bagaje sonoro adquiri� le sirvi�
para grabar una primera producci�n como solista, "Ek-Tunkul" (1983), que
extiende la vena inaugurada por Luis P�rez.
El siguiente trabajo de Reyes, "A la
izquierda del Colibr�" (1986) cuenta con la colaboraci�n de Antonio Zepeda,
un estudioso de la m�sica prehisp�nica que en sus intentos como solista encara un sonido
netamente ac�stico en un af�n por reconstruir con mayor precisi�n las atm�sferas
precolombinas. (Zepeda ha efectuado algunas alianzas interesantes en su
trayectoria; una de ellas con el grupo de percusionistas Astracarnaval y la otra,
reciente, con el jazzista Eugenio Toussaint, de la cual se desprendi� el disco
paisajes).
Uno de los puntos culminantes de la
carrera de Jorge Reyes es la aparici�n de "Comala", un disco
oscuro, denso, con un balanceado manejo de la vertiente prehisp�nica y de la
electr�nica. En �l, Reyes se hizo ayudar por Arturo Meza, Humberto
�lvarez y el grupo Tribu. A diferencia de Luis P�rez, Reyes establece
contacto y comienza a difundir su m�sica en Estados Unidos y Europa. Lo que
comenzara como un t�mido acercamiento, ha rendido frutos y hoy su trabajo goza de mayor
reconocimiento (sellos como Silent, Extreme y Hearts of Space lo
influye en su cat�logo). Sin embargo, su obra empieza a mostrar cierta repetitividad,
sobre todo al utilizar de manera desmedida recursos como la percusi�n corporal o los
instrumentos prehisp�nicos de reducidas cualidades, t�mbricas. De sus recientes
trabajos, han funcionado mejor aquellos en donde comparte cr�ditos. Es el caso de "Cr�nica
de Castas" (con el guitarrista hisp�nico Suso Saiz) y de "Suspended
Memories, Forgotten Gods" (con el norteamericano Steve Roach y Saiz,
un �lbum excepcional.
MIRADAS AL PAISAJE
Tribu, citado con
anterioridad, es una agrupaci�n que tard� en adquirir su vocaci�n. En sus inicios se
inclinaron por hacer m�sica comprometida pol�ticamente; luego descubrieron su verdadero
fil�n y se adentraron al estudio de la herencia prehisp�nico. Sus necesidades de
investigaci�n los llevaron a reconstruir instrumentos tratando de apegarse siempre a los
vestigios arqueol�gicos. En 1987, sin duda bajo la influencia de trabajos similares,
editan "Cuauth�moc Aquila Solar", disco en donde mezclan sus saberes
�tnicos con instrumentos etno-fusi�n, una etiqueta junto con la de etno-rock- muy
en boga en esos a�os, pero pronto, desechada por imprecisa.
En su siguiente disco, "Compartiendo el
Universo", deciden ampliar sus miras y emplean instrumentos provenientes de todo
el globo. Desde entonces, tribu se encuentran inserta en una b�squeda por entretejer las
antiguas sonoridades con las posibilidades instrumentales m�s recientes.
Al hablar de "Comala", citamos a Arturo
Meza. En �l, tenemos a un obstinado de la escena. En sus principios, estuvo ligado a Decibel
y Krol Voldarepet. Fastiado por no ver progresos, emprende una carreta en solitario
que, conforme ha pasado los a�os, ha observado un proceso de desdoblamiento. Una de sus
tendencias es netamente experimental, buscando un manejo de las texturas y de las
atm�sferas, con propensi�n a las orquestaciones abigarradas, incluso por momentos
grandilocuentes. A esta faceta pertenecen obras como "Suite Koradi" (un
fragmento de esta se edito en una cara de la "Recommended Quartely"), "En
el Principio", "En el Monte de los Equinoccios", "Cr�nica
Sonora" (recopilaci�n) y "Venadito del Sol", una de sus
creaciones m�s recientes y en donde explora, acompa�ado por elementos de Tribu,
las posibilidades de la fusi�n �tnico-electr�nica. Poeta, cuentista, inventor de
instrumentos, fundador del sello Gente de M�xico (en el cual ha editado a otras
agrupaciones, adem�s de su propia m�sica), Meza tambi�n gusta de cultivar una
vena m�s convencional que no tiene cabida en este informe. Basta se�alar, como punto de
transici�n, el �lbum ayunando entre las ruinas, obra a medio camino entre la canci�n y
los nuevos sonidos.
Humberto �lvarez por su parte, integro M�sica
y Contracultura (progresivo) y Camino Shangai (tecno-pop) a finales de los
ochenta se ve imbuido por una sed encontrarse con sus ra�ces y forma Sangre Asteka,
grupo de rock con acorde�n y un sonido emparedado con el tex-mex. Con ellos graba un
disco ep�nimo y luego se retira a Malinalco, una provincia cercana a la ciudad de M�xico
y centro ceremonial de la cultura mexica antes de la conquista. Su contacto con el lugar
lo llev� a realizar "Malinalxochitl", un disco de car�cter ritual,
relacionado con el culto lunar, y en el que encontramos colaboraciones de Antonio
Zepeda y Tribu.
OTROS ACERCAMIENTOS
Probablemente la ausencia de una
herencia sinf�nica trajo como consecuencia el lento desarrollo de la m�sica concreta y
electr�nica, as� como de otras expresiones contempor�neas en este pa�s. Si a esto
a�adimos la carencia de la tecnolog�a necesaria hallamos la causa del bajo numero de
exponentes de este g�nero. Sin embargo, en la segunda mitad de los ochenta surgi� una
hornada de m�sicos que si bien no se sumergen eternamente en el universo digital, toman
como punto de partida algunos elementos del mismo los nervios subversivos- y los
cruzan con sonoridades propias del pa�s sin llegar a la fusi�n almibarada. Entre ellos
tenemos a Eblen Macari, Alejandro Velasco, Jos� Luis Almeida, Enrique Aroeste, Yeyazu
Kon, Soft Pasi�n, Jos� Luis Fern�ndez Ledesma y Ronny.
Aunque todos funcionan aisladamente podemos trazar
puntos de convergencia. El guitarrista Eblen Macari lanzo en 1984 el disco "Glaciares
/ Cuatro Canciones". Como indica su t�tulo, la obra muestra a un creador en
estado de indefinici�n; en una de sus caras la tendencia a manejar estados de �nimo, a
pintar paisajes y crear atm�sferas; en la otra el formato de canci�n. Macari se
desembaraz� de esta ultima postura tres a�os despu�s al editar "M�sica para
Planetarios" que, contra lo que sugiere su nombre, no es una producci�n de
car�cter c�smico, sino un espacio introspectivo y una mirada al cielo inmediato para
observar las estrellas rodeados por la selva, la fauna y los r�os.
En trabajos posteriores, "Cartas de
Navegaci�n" (en colaboraci�n con el tecladista Jos� Luis Almeida), "Viento
Solar" y el reci�n estrenado "Tientos", Macari ha
afinado su sonido hasta conseguir el equilibrio entre su guitarra ac�stica y los
teclados, evitando con oficio los edulcorados territorios del new age.
Otro que ha soslayado las tentaciones de muzak es el
tecladista Jos� Luis Fern�ndez Ledesma. En los ochenta, milit� en Nirgal
Vallis, un grupo de inclinaci�n progresiva, pero antes de finalizar el decenio
inici� su trabajo solista con una serie de producciones todav�a inmaduras. Su faceta
experimental no llega a extremos. En ella mezcla la voz como elemento narrativo y ampl�a
sus fuentes sonoras: desde espor�dicos ruidos, hasta m�sica del mundo y con ra�ces
medievales. En ese tenor se hallan "Evos Luz" y "Un
S�mbolo", cassettes liberados de influencias, con personalidad y sonidos
propios.
Como Macari, el tecladista y guitarrista Ronny
es un excelente pintor de paisajes. "Puertas de Arena", su primer
trabajo (editado en cassette), guarda reminiscencias de Tangerine Dream. Ser�
hasta su tercer disco, "La Zona Del Silencio", cuando el oriundo de
Torre�n, Coahuila, logre una placa aut�noma. Luego sigue "El �rbol De La Noche
Triste", un disco menos logrado. Sin embargo, En "Los Espejos De La
Memoria", Ronny consigue retomar la pauta al asimilar otros sonidos:
flamenco, jazz, atm�sferas et�reas y voces que se integran a las texturas de sus
teclados para propiciar un repunte. El nuevo disco de Ronny se llama "Ed�n,
Oraci�n A La Tierra", una oda a los ritmos del planeta y actualmente prepara
n�mada, una obra enteramente ac�stica en la cual experimentar� con diferentes
combinaciones de instrumentos.
DE CARA AL NEW AGE
Al despuntar los noventa, la
popularidad del new age inspir� a varios m�sicos mexicanos a seguir ese trazo. En esta
vertiente podemos ubicar a Enrique Aroeste, Soft Pasi�n, Yeyazu Kon
y Alejandro Velasco. Los tres primeros no exploran ni buscan nuevos sonidos, siguen
pautas ya elaboradas y en algunos (como es el caso de Yeyazu) es advertible incluso
un desfase con los tiempos modernos.
Aroeste es el autor de "Suite
Espacial"; Soft Pasi�n posee un disco ep�nimo y Kon ha efectuado
un par de obras: "Guerrero de la Conciencia" (�nicamente en cassette) y "Return
Through The Cosmic Gate". En "Suite Espacial", Aroeste se
va al cosmos, busca descubrir agujeros negros, enfrenta supernovas, atestigua despertares
de luz y ocasos en una viaje que recuerda periplos del rock teut�n de los inicios de los
setenta, pero sin alcanzar su intensidad.
Similar es el caso de Yeyazu Kon. Su primera
producci�n recurre a estereotipos gastados, principalmente Tangerine Dream o Kitaro
en sus per�odos menos f�rtiles, pero en "Return..."nos enfrentamos
a una obra con mayor autonom�a en la cual ya se avizora originalidad.
Por su parte, Soft Pasi�n se adentra en los
territorios de la meditaci�n, creando un sonido limpio, as�ptico, id�neo para la
relajaci�n y que incluso se antoja para usos terap�uticos. Ha dejado al final de este
grupo a Alejandro Velasco y a Jos� Luis Almeida. El primer, si bien
practica y se reconoce como exponente del new age, tratado de edificar una sonoridad
autentica, meliflua pero distintiva, apegada a las directrices del genero, pero
distintiva, apegada a las directrices del genero, pero con espacios para la inclusi�n de
novedades, brinzas de ritmos con los cuales da a su composici�n un nuevo sabor. "Urbe
M�xima" y "Circulo de Intuici�n" son el primer par de
producciones que hasta el momento ha realizado.
Finalmente, tenemos a Jos� Luis Almeida, un
tecladista que ha trabajado frecuentemente con Eblen Macari. Almeida es uno
de esos ejemplos que oscilan en la inclasificaci�n. La suavidad de sus sonidos lo ubica
en el new age, pero su trabajo es mucho m�s profundo, buscar incidir en espacios menos
id�licos y para ellos echa mano de elementos como el jazz, aunque no de maneta obvia. La
integraci�n lograda por Almeida es muy fina y privilegia los sonidos arm�nicos, mientras
en la base desarrolla drones que le sirven de soporte para confeccionar atm�sferas
ambivalentes. Su �nico trabajo hasta la fecha es "Eleg�a".
X DE
EXPERIMENTAL
Quince a�os lleva Oxomaxoma en
el medio, quince a�os intermitentes, prol�ficos para ellos mismos, pero parcos para el
publico. En su nacimiento se hicieron llamar Hilozo�smo y aunque en sus filas
llegaron a enrolarse diferentes integrantes, el n�cleo b�sico lo conforman Arturo
Romo y Jos� Alvarez.
Oxomaxoma utiliz� por m�s de
una d�cada instrumentos fabricados por ellos mismos (el trombatr�n, el yeloguerlizet,
detefram y desechos industriales) y la voz de Jos� Alvarez, una especie de
sacerdote a la manera de Damo Susuki que susurra, gime, ora, fabrica sonidos
ininteligibles, improvisa. Parte de la producci�n de su primera etapa se concentra en el
cassette "En El Nombre Sea De Dios"; entonces el material era en su
mayor�a improvisado y sus presentaciones pod�an ir del caos a lo sublime.
En a�os recientes, Oxomaxoma integr� a un
guitarrista, a aun bajista e iniciaron el uso de sampleos. Es un per�odo en el que
dejaron el car�cter aleatorio de su m�sica para conformar un repertorio reconocible.
Como tr�o (trombatr�n, samplers, guitarra y voz)
editaron "La Sombra De Un Difunto".
Actualmente, Romo y �lvarez trabajan
como dueto y para este a�o se espera la aparici�n de un compacto en el sello M�sica
M�xima Magn�tica y de una cinta en Neuro Habitat, ambos de Italia. As�
mismo, Opci�n S�nica editara en mayo el cassette "Un Difunto Lleno De
Vida".
Dentro de los territorios experimentales sobresalen Las
Animas (aka Antonio S�nchez Uribe). El inici� su proyecto solista con un
�lbum ep�nimo en 1989. All� plasm� la tendencia oscura, depresiva, �ntima y
minimalista que desde entonces ha perseguido. Fund� el sello Dark Side y
estableci� contactos en Europa, lo que le posibilit� aparecer en acoplados en Portugal,
Francia, Noruega, Alemania, B�lgica. Siempre en el underground, Las Animas cuentan
con una abundante producci�n: "Atm�sfera I", "Kahlo", "New
Music Across America", "Sonidos Obscuros" (compartiendo una cara
de la cinta con los franceses de Bovoso), "Photographs I" (esta
vez con el grupo Flesh y en donde ambos musicalizan una serie de fotografias ) y "Photographs
II" ( un acoplado con agrupaciones procedentes de varios paises).
En formato de compacto, Dark Side es responsable
de la coproducci�n, al lado de Opci�n Sonica, de "Falling Dreams"
( con bandas como Endraum, German Bringas, Attrition) y "Different
Faces" ("Patternclear", "The Venus Fly Trap", "Justine"),
un par de compilaciones muy interesantes. Su m�s reciente producci�n editada en Europa,
m�s una tercia de cortes nuevos.
Mediante Dark Side, Antonio S�nchez dio
a conocer parte de la obra de La Funci�n de Repulsa, un grupo oriundo de ciudad
Victoria, Tamaulipas, inspirados en Dada y con el concepto de No Objetivo
bajo el brazo, la agrupaci�n ha seguido una ruta que va del caos al orden. Sus primeros
trabajos son experimentales, amorfos, y conforme la banda ha evolucionado han asimilado a
su repertorio influencias cyber, thrash, techno, funkys. Un ejemplo de ellos es
"S�calo y Ens��alo", un compacto precedido por varios trabajos editados
en casete y que muestra solidez instrumental aunque todav�a penurias vocales.
En su sello Genital Productions, La Funci�n
de Repulsa ha desarrollado otros proyectos, algunos de ellos en la onda techno ("By
the Light de left Cross" o los trabajos solistas de LAPM) y otros m�s
radicales como el Experimento de Cuca, Humus, Wooden Spirit y Sociedad
de la Funci�n de Repulsa para desarrollar sonidos que no tiene cabida en el grupo
matriz.
EPILOGO
En este apretado informe se han citado
aquellos exponentes cuya orientaci�n implica una b�squeda. Curiosamente, esta escena ha
crecido por esfuerzos aislados y no mediante la uni�n de fuerzas. Paulatinamente se han
generado afinidades estil�sticas hasta crear la apariencia de un movimiento, pero las
ligas apenas tenues y se encuentran en proceso de afianzamiento. Un m�sico como Jorge
Reyes, mas conocido en otros lares, esta en proceso de ascender al mainstream,
mientras el resto forma diferentes caras de un estrato en ebullici�n. En �l existen
otras agrupaciones como Banda El�stica (quinteto
en un largo per�odo han grabado un par de discos y se encuentran pr�ximos a editar uno
titulado "Los Aguacates de Nepantla"; Sincron�a, orientados a la
electr�nica al estilo de Vangelis o Tangerine Dream, tienen un disco
titulado "Odisea de Tiempo Eterno"; Musicante un ensamble de
camara-jazz-�tnico que sintetizaron en sonoridades mexicanas el trabajo de dos LP ya
descatalogados; Germ�n Bringas, saxofonistas, tecladistas, guitarrista que une el
jazz con algo de rock muy el estilo de los musicos de ECM, de quienes ha tomado
influencias. Bringas dirige el grupo de jazz rock Los Sue�os de la Tierra,
quienes editaron una cinta ep�nima al iniciar 1994. Asimismo, posee otro proyecto
paralelo llamado El T�nel y una producci�n bajo el nombre de "Caminatas";
el desaparecido cuarteto de Vector Escoplo ( con los Oxomaxoma como
invitados) grab� represi�n para luego perderse; y la tecladista y vocalista Alquimia
que emigr� a Londres, desde donde nos hizo llegar "Coatlicue. Goddess of the
Earth", su debut, as� como diferentes recopilaciones con su participaci�n,
algunas de ellas con cr�ticas muy favorables recogidas en Audion.
Si bien la producci�n no es abundante, hay indicios de
organizaci�n a fina de equilibrar los trabajos y hacerlos m�s profesionales ( algunos de
los citados adolecen severos problemas t�cnicos y de dise�o de portada); incluso esta
organizaci�n, a�n en ciernes, busca abrir espacios de trabajo colectivo que permitan una
mayor difusi�n a nivel local, as� como estrechar contactos con otros pa�ses.
Por cuestiones de espacio qued� fuera la efervescencia
techno que tiene su meca en la ciudad fronteriza de Tijuana. De all� provienen grupos
como Ford Proco ("Fragmentos de Ocio en el Hocico del Cerdo"), Artefakto
("Desconstrucci�n"), con el cual han sido fichados por el sello alem�n Zoth
Ommog) y Bostich, de buen nivel y que junto con los defe�os Deux Ex Machina,
Od, 29 y LLT trabajan en la construcci�n de una escena mexicana. La
mayor�a de ellos aparecer�n en el "Primer Acoplado Tecno Mexicano".
Una ultima menci�n, pero no por ellos menos
importante, debe hacerse del trabajo de Grabaciones Lejos Del Para�so, Opci�n
Sonica, Dark Side y Gente De M�xico, sellos impulsores de esta oleada
de sonidos y que en un principio fueron fruto de esfuerzos obstinados, el tiempo ha venido
a demostrar que ten�an la raz�n.
David Cort�s
("Esculpiendo Milagros", 08/94)
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