Disculpas que no se dieron y las que se dieron tarde y mal

En 1976, un año después de haber pasado la tan anunciada fecha, unos pocos miembros del Cuerpo Gobernante empezaron a instar que se hiciera alguna declaración admitiendo que la organización se había equivocado, que había estimulado falsas expectativas. Otros dijeron que pensaban que no se debería hacer tal declaración, que esto "solo suministraría pertrechos a los opositores." Milton Henschel recomendó que el curso sabio a seguir sería: simplemente no mencionar el asunto y con el tiempo los hermanos cesarían de hablar sobre éste. Claramente no había suficiente apoyo para que la moción se aprobara. Ese año un artículo en la Watch Tower del 15 de julio (La Atalaya del 10 de diciembre de 1976) sí hizo referencia a las expectativas no cumplidas, pero debido a que tenía que estar en conformidad con el sentimiento dentro del Cuerpo Gobernante el artículo no admitió con claridad la responsabilidad de la organización.

En 1977, el asunto surgió de nuevo en una de las sesiones. Aunque se levantaron las mismas objeciones, una moción se aprobó en el sentido de que una declaración se debería incluir en un discurso que Lloyd Barry tenía asignado preparar para la siguiente asamblea. Tengo entendido que más tarde los miembros del Cuerpo Gobernante, Ted Jaracz y Milton Henschel, hablaron con Lloyd y expresaron su sentir al respecto. Fuera cual fuera el caso, el hecho es que cuando el discurso se preparó ninguna mención se incluyó en cuanto a 1975. Recuerdo haberle preguntado a Lloyd sobre esto y su respuesta fue que no le había sido posible hacerlo encajar en su tema.

Casi dos años pasaron y entonces en 1979 el Cuerpo Gobernante volvió a considerar el asunto. Para entonces todo indicaba que el 1975 había producido una seria "brecha de credibilidad. "
 



 

Un número de miembros del personal de las oficinas centrales expresaron igual sentir. Uno describió el 1975 como un "albatros" colgando de nuestros cuellos. Robert Wallen, un secretario del Cuerpo Gobernante, escribió lo siguiente:
 

Yo he estado asociado, como Testigo bautizado, por más de 39 años y con la ayuda de Jehová seguiré siendo un siervo leal. Pero decir que no estoy decepcionado sería una mentira, porque al saber que mi sentir sobre 1975 fue el resultado de lo que leí en las publicaciones y que luego se me diga que yo llegué a conclusiones falsas por mi propia cuenta, esto, a mi parecer, ni es justo ni honesto. Sabiendo que no estamos tratando con la infalibilidad, para mi lo correcto a hacer cuando errores se cometen por hombres imperfectos, pero temerosos de Dios es hacer las correcciones cuando estos errores se encuentran.



Merton Campbell del Departamento de Servicio escribió:

Hace unos días una hermana me telefoneó desde Massachusetts. Ella estaba en su lugar de empleo. Ambos, la hermana y su esposo, están trabajando para pagar las cuentas que se han acumulado debido a enfermedad. Ella expresó que se había sentido tan confiada de que el 1975 traería el fin, que ahora experimentaban, dificultad en hacer frente a las cargas de este sistema. Este ejemplo es típico de muchos hermanos que nos encontramos.



Harold Jackson, también del Departamento de Servicio, dijo:

Lo que hace falta ahora no es
una declaración en el sentido de que estábamos equivocados con relación al 1975, sino una declaración que explique por qué el asunto se ha pasado por alto por tanto tiempo en vista de que tantas vidas han sido afectadas. Ahora nos enfrentamos a una brecha de credibilidad y una que puede probar ser desastrosa. Si es que vamos a decir algo, hablemos, entonces, con franqueza y seamos abiertos y honestos con los hermanos.



Howard Zenke, del mismo departamento, escribió:

Ciertamente
no queremos que los hermanos lean algo o escuchen algo y después digan en su mente que el curso que hemos tomado es otro 'Watergate' [un caso de escándalo político en la capital de EE. UU. que culminó con la renuncia forzada del presidente Nixon].

Otros han hecho comentarios similares. Irónicamente, algunos de los que ahora expresaron las críticas más severas habían figurado entre los más entusiastas y expresivos antes del 1975 en enfatizar la fecha y la extrema "urgencia" que ésta envolvía, también habían escrito algunos de los artículos antes citados y hasta habían aprobado las declaraciones en Nuestro Ministerio del Reino encomiando a aquellos que estaban vendiendo sus hogares y propiedades al acercarse el 1975.
Muchas de las declaraciones más dogmáticas acerca del 1975 se hicieron por los representantes viajeros (superintendentes de circuito y distrito) todos los cuales estaban bajo la supervisión del Departamento de Servicio.

En
la sesión del Cuerpo Gobernante del 6 de marzo de 1979, los mismos argumentos en contra de publicar algo se presentaron lo que dejaría a la organización abierta a crítica de parte de los opositores, que era ya tan tarde que no era necesario ofrecer una disculpa, que nada se conseguiría con esto. A pesar de todo, los que así argüían lo hicieron con menos firmeza que en la sesión anterior. Esto se debió a un factor en particular las cifras informadas alrededor del mundo habían mostrado una mengua seria durante dos años consecutivos.


Esta declinación, más que ningún otro factor, parece haber influido en la posición del Cuerpo Gobernante. Hubo un voto de 15 a 3 a favor de
hacer una declaración al efecto de que la organización reconocía su parte en la responsabilidad por el error.

Esta se publicó , por fin  y por primera vez, en La Atalaya del 15 de septiembre de 1980. Observe el lenguaje rebuscado  al que nos tiene acostumbrados la Sociedad para echarnos la culpa a los lectores  y no a los escritores a los cuales justifican porque se trata de ellos , los miembros del conducto  entre Dios y los hombres, el esclavo fiel y discreto.


 En tiempos modernos ese intenso anhelo, encomiable en sí mismo, ha conducido a
intentos de fijar fechas para el momento deseado en que a personas de toda la Tierra se les librará del sufrimiento y las dificultades que experimentan. Con la publicación del libro Vida eterna, en libertad de los hijos de Dios, y sus comentarios en cuanto a lo apropiado que sería que el reino milenario de Cristo concurriera con el séptimo milenio de la existencia del hombre, surgió considerable expectación respecto al año 1975. En ese entonces, y después de eso, se hicieron declaraciones que recalcaban que esto solo era una posibilidad. Sin embargo, y desafortunadamente, junto con tal información de índole preventiva, se publicaron otras declaraciones que implicaban que, más que una simple posibilidad, el que para aquel año llegara aquella realización de las esperanzas era una probabilidad. Es de lamentarse el hecho de que aparentemente aquellas últimas declaraciones eclipsaron las declaraciones de índole preventiva y contribuyeron a edificar la expectación que ya se había iniciado.

*** w80 15/9 17 Escogiendo el mejor modo de vivir **


 ... Si alguien ha resultado desilusionado por no haber seguido este modo de pensar, debe concentrarse ahora en ajustar su punto de vista, al ver que no fue la palabra de Dios la que le falló o lo engañó y le trajo desilusión, sino que
su propio entendimiento se basó en premisas incorrectas.


 w80 15/9 17 Escogiendo el mejor modo de vivir **

 En su número del 1 de diciembre de 1976, La Atalaya, comentando sobre lo poco aconsejable de fijar nuestras expectativas en alguna fecha específica, declaró: "Si alguien ha resultado desilusionado por no haber seguido este modo de pensar, debe concentrarse ahora en ajustar su punto de vista, al ver que no fue la palabra de Dios la que le falló o lo engañó y le trajo desilusión, sino que su propio entendimiento se basó en premisas incorrectas." Al decir "alguien," La Atalaya incluyó a todos los testigos de Jehová desilusionados, y por tanto incluyó a las personas que tuvieron que ver con la publicación de la información que contribuyó a edificar esperanzas que giraron en torno a aquella fecha.

La Atalaya 15/9/1980 pag 2 Escogiendo el mejor modo de vivir

"Les costó casi cuatro años para que la organización, a través de su administración, finalmente admitiera que había estado errada, que había, por toda una década, edificado falsas esperanzas. No que una declaración tan franca, aunque veraz, pudiera hacerse. Yo sé en cuanto a esto pues fui asignado a redactar tal declaración y, como en casos similares anteriores, tenía que regirme no  por lo que me hubiese gustado decir ni aún por lo que pensaba que los hermanos necesitaban oír sino por lo que podía decirse y recibir la aprobación de dos terceras partes del Cuerpo Gobernante cuando les fuera presentado.

Hoy día, toda esa década de edificar esperanzas basadas en 1975 se echa a un lado y se trata como algo de poca importancia. La esencia de las palabras de Russell en 1916 se expresa otra vez por la organización: Esto "ciertamente
tuvo un efecto muy estimulante y santificador sobre miles, todos los cuales pueden alabar al Señor aún por el error."
 

Ray Franz, anterior miembro del cuerpo gobernante

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