PÁGINAS SOBRE EL LENGUAJE |
Mariano de Vierna y Carles-Tolrá Aunque no soy matemático siento un interes y aprecio por los números que me ha llevado a escribir por entretenimiento estos comentarios entre la matemática, la lógica, la filosofía y la literatura, el escrito es en cierta medida desordenado e irregular, pero creo que es bastante coherente. a. Me sorprende darme cuenta de la asimetría que se da en matemáticas con respecto a lo que es considerado número y lo que no. Digamos que parece que: cero, sea considerado un número lo mismo que 1 ó, a lo más, que unos lo consideren un número y otros no, pero, parece que con: infinito, hay la mayor confusión y que aunque no sea un número como 1 2 3 se hable de él como si sí lo fuera. En parte es cierto que lo es y que podemos acabar llamándolo número o mejor clase de números, pues, entre otras cosas, se habla de una serie de órdenes de infinitos, en que clasificarían los infinitos, los llamados transfinitos, cuya representación simbólica se basa en la letra alef:
El alef es la primera letra del alfabeto arameo, que es el actual alfabeto del hebreo. Los transfinitos son ordenes numéricos, estos órdenes son más bien propiedades numéricas comunes a diferentes conjuntos de números infinitos y sus finitos correspondientes, siendo los infinitos definiciones de propiedades de clases de números finitos. Razono así:
Quizás, sea posible que habiéndose definido la diversidad respecto de infinito sea posible afirmar que es el nombre propio de una clase de números (que incluiría los infinitos y los transfinitos) y no un número, pero, no sé por qué no parece que ocurra lo mismo con cero e ignoro por qué no parece que haya una serie similar a la de los alef dedicada a diferentes cero o vaciedades, ¿es que habiendo definido los diferentes infinitos y transfinitos no es necesario definir diferentes ceros? Quizás sea así, pero, no se trataría de identificar lo vacío con lo infinitesimal cuando se habla de cero, sino de ordenes de vaciedad relacionados con las definiciones de infinitos codependientes. Si el infinito natural lo definimos como una ley recursiva de paso uno, resulta:
Esta no es la definición de un transfinito, sino de un infinito, que podemos llamar infinito1 siendo 1 el tamaño de paso relativo en los números naturales porque es 1 y porque la ley es la suma o ascendente. Codependiente con ella el cero natural será:
que podemos representar de manera abreviada como: cero1 siendo el subíndice 1 el tamaño de paso absoluto. Si definimos una secuencia de paso más pequeño: Xn+1=Xn+0,1 a la que corresponde el cero: Xn+1 - (Xn+0,1) y, por ejemplo, le sumamos 1, resulta:
es decir
1 se ha multiplicado por diez, la vaciedad depende del grado de discreción, piénsese en una secuencia de números raciones como más abajo se explica. Por el contrario si sumamos:
el paso es mayor y se ha dividido por mil. Si uno se pregunta qué resulta de sumar el cero natural y el infinito natural:
la respuesta puede ser distribuir el cero en la igualdad o distribuir la igualdad en el cero. Se hacen operaciones, o así:
resulta el infinito1:
Xn+1 = Xn+1
resulta el cero1: Xn+1-
( Xn+1)
el siguiente número es
el 1. Pero, si el primer número no fuera el
cero natural sino otro cero distinto el siguiente número
aunque se siga de un paso natural no es el siguiente de
los números naturales. b. después de mi sorpresa he comprobado, además, que hay números que tienen dos representaciones o ¿quizás una representación y un nombre propio? Me refiero claro está a los números irracionales, los llamados números transcendentes entre los que se hallan elementos como pi, e, i, raiz cuadrada de dos o el número aureo numero cuyo orden es el mayor de entre las clases de números identificadas, cosa paradójica si se piensa que son solo unos muy pocos de ellos los comunmente identificados. No me atrevo casi ni a intentar representarlos mediante los símbolos numéricos porque como es bien sabido cualquier representación mediante estos resulta ser parcial, pues, conocemos solo parte de cada uno de ellos, pero hay una manera de señalar la sucesión de símbolos, los tres puntos. La pregunta que me hago viene a ser así, este símbolo: que se nombra pi, ¿es un número? Corresponde más o menos a lo siguiente: donde los tres puntos
... no se pueden quitar sin cambiar la representación y
su posible significado. Así que, 3,141..., diré que es
un número asociado a tres puntos. Estamos ante un número
imprecisable, aunque no impreciso. Pongamos por caso, 3,141;
3,142; 3,1415; 3,1416 son números, pero, si los tomamos
como pi deberemos particularizar que son números
imprecisos, lo cuál no ocurre con 3,141... , pues,
aunque me resulte imposible conocer del todo cómo
es pi, sé qué número es porque lo
puedo nombrar e identificar con la palabra pi o
representar con 3,141.... Esto es asemejable a cuando
identifico algo -una cosa o un ser cualquiera- sin más
que percibir una parte de ello, sé seguro que es ello
sin precisar conocer más que lo percibido o explícito.
Podemos
decir de los tres puntos ... que es un in-definido,
por analogía al in-finito, un infinito no se
puede representar mediante símbolos numéricos y un
indefinido tampoco, pero, mientras infinito es
la tendencia y el orden de una sucesión de números que
crecen, indefinido es la tendencia y el orden de
un número que crece. Creo que podríamos afirmar ya que
los números transcendentes son representaciones
complejas o, si deseamos llamar número a un
indefinido, entonces, que son números que admiten una
composición triple de una parte entera, una decimal y
una indefinida.
Con las X mayúscula sub i represento que se trata del elemento que ocupa la posición i del número obtenido de realizar la operación de la fórmula que precede ante la raya _. Tampoco el indefinido es señal de imprecisión, sugiero que se puede señalar la imprecisión de otro modo, por ejemplo, con un signo de interrogación, en el caso de pi serían representaciones correctas: ?3,141; ?3,142; ?3,1416; pero, sin tal signo de interrogación serían incorrectas o, simplemente: 3,141; 3,142; 3,1416 no representan pi sino tales números. Este signo se continuaría representando en cada número por el que la imprecisión se propaga. Así el área de un círculo de radio 2,5 tomando pi=?3.141592653589793 sería:
el número impreciso ?19.6349540849 c. Pero, mi sorpresa, se cambia en maravilla cuando me doy cuenta de que hay otros números que aunque no tienen un nombre tan propio se suelen nombrar mediante una operación y símbolos numéricos además de representar con símbolos numéricos y el indefinido, algo que ciertamente ya ocurría con raiz cuadrada de 2 (que a falta de poder simbolizar presento con tal frase descriptiva). Me refiero a los números fraccionarios que dan como resultado una serie periódica de símbolos numéricos, que por ser fraccionarios son racionales, aunque su racionalidad queda en entredicho al constatar que la realización de la operación de división no se puede volver atrás con una multiplicación, excepto si definimos la multiplicación en términos de la división previa, pues, por ejemplo: es el nombre de: en este número, tampoco se puede prescindir de los tres puntos ... de indefinido sin amputarle algo suyo y, así, volverlo impreciso. El indefinido en este caso es de un orden diferente que el de los números irracionales, de este es fácil conocer que se trata de la repetición de 3, es un indefinido periódico lo que podemos dejar claro así:
Xi+1=Xi Describe el indefinido en términos de recursividad, el subindice i aquí se referirá como antes al elemento que ocupa tal posición de número, de otra manera, como antes, se trata de un segmento que es parte de un número. También se puede representar de otra manera, así:
Pero, sigamos, ¿por qué me maravillaba? pues, porque van apareciendo cosas que se parecen entre sí en algo y se diferencian en algo y entre ellas hay como un gradiente entre posibilidad de nombre propio y posibilidad de solo representación en símbolos numéricos. De manera que podemos afirmar que:
d. en el extremo los números naturales y, por así decirlo, sus nombres propios son una misma representación en símbolos numéricos. Así, por ejemplo: es nombre del número que representan los tres símbolos numéricos puestos como están en sucesión. Se podría representar con unos y ceros, en sistema binario o en algún otro sistema, pero no cambiaría mas que el lenguaje o sistema de símbolos empleado. Sin embargo, notemos algo que creo que importa, por ejemplo, en: se trata de un número natural cuyo nombre es su misma representación en símbolos numéricos y aquí, como, en
aparece un símbolo:
cuyo valor cabe preguntarse si es solo gramatical, digamos que sintáctico, o si significa algo por sí solo. Es fácil ver en el segundo que solo tiene valor sintático, pues, si prescindimos de él, aún, nos queda la coma ",333...", o el punto ".333..."en la otra notación y, esta coma, es suficiente para saber que se trata de un decimal. Pero, por comparar con
el lenguaje, de la frase: el niño juega, la
palabra el (como en ¡Él!), la
palabra niño (como en ¡Níño!) o
la palabra juega (como en ¡Juega!)
pueden llegar a significar algo por sí solas, pero, ni
el fragmento el (no tiene acento) ni la frase
fragmentaria niño juega lo pueden hacer : el
por un lado y niño juega no significan
nada por sí solos sino como elementos sintácticos
en una oración como: el niño juega. Esto es
cabe preguntarse si cero es el nombre de tal símbolo
y utilizado para escribir números o, como cosa diferente,
si con el debido contexto puede llegar a ser es el nombre
de un número. Pues, por ejemplo, hay palabras como me
que por sí solas no generan una oración precisa. f. Pienso en que hay números llamados negativos, algunos de los cuales son enteros como los naturales y que parece que precisamente este cero es la transición de los unos a los otros, así:
No se ponen puntos
suspensivos sino el símbolo de infinito, que en este
caso he sustituido por la palabra infinito, la
razón es que estoy tratando de infinitud de las
secuencias de números y no de indefinición de un número,
aunque, en cualquier caso el sentido y la denotación sea
de incompleción y se señala explícitamente algo implícito.
pues porque desde -1 a 1 pasan dos unidades, digamos que se pasa de carecer de uno a satisfacer la carencia y luego se pasa de la satisfacción a disponer de uno sobrante. ¿Quiere esto decir que 0 es un número? creo que no, creo que por no ser, por ser vacío, no es ni siquiera un número ¡qué difícil es entender lo que es estar satisfecho o ser feliz! Podríamos definir el cero como el paso intermedio de la sucesión ascendente de los números negativos a la sucesión ascendente de los enteros positivos o viceversa el paso intermedio de la sucesión descendente de los números enteros positivos a la sucesión descendente de los números enteros negativos. El cero es como un espejo o un vórtice donde se pasa de la una a la otra. Propiamente no pertenece a ninguna de las dos, sino que es el límite o punto al que tienden siendo máximo para los negativos y mínimo para los positivos. De nuevo el cero no parece cumplir más que una función sintáctica, aunque insustituible en esta ocasión, no nombra un número sino que denota un lugar extraño. Más a favor de esto:
sucediendo y y así sucesivamente señalan precisamente que se trata de una sucesión de sucesiones incompleta por ambos extremos. Cómo se puede apreciar la distancia entre el mayor número negativo y el menor número positivo se hace cada vez menor, pero cero como el vórtice que es, por ejemplo, el ojo de un huracan permanece aparentemente fijo.
También, parece que el más y el menos infinito sean otros límites, pero, en mi opinión, está menos claro. Cabe pensar que como hemos definido infinito e indefinido:
El límite sería el final de la sucesión o lo que es lo mismo el lugar de la compleción de toda ella en que se habría de volver al principio. Sin embargo, en este caso solo conocemos un, aparentemente, límite de esta clase para la sucesión de que tratamos en su centro: el cero los otros dos extremos no están señalados como límites sino como un movimiento carente de límite o hacia ningún límite. Si consideramos que hay una totalidad de la sucesión el único punto absoluto en que la sucesión contacta con ella es el cero, podemos obtener, entonces, una figura así: En la totalidad la sucesión vuelve a comenzar. La sucesión gira en torno al cero que permanece quieto, mientras los infinitos permanecen en movimiento. Esta sería la representación de la sucesión completa.Puede pensarse que las unidades discretas al ir alcanzando la sucesión numeros grandes y luego enormes se hacen pequeñas y luego ínfimas hasta que la sucesión se transforma en una sucesión de diferentes sucesiones conectadas a esta a la vez que se vuelve sobre sí misma, resulta sin duda una paradoja del conocimiento que en algún punto la continuidad y la discontinuidad sean compatibles, tal punto es donde se completa la sucesión y la conexión de la sucesión con las otras sucesiones y es por naturaleza desconocido, aunque sepamos de él. Si en esta sucesión definimos -infinito como:
y +infinito como:
Ambas definiciones describen una relación de discreción codependiente con el cero en términos de recursividad, y la sucesión completa queda definida así:
El tipo de transformación que se da cuando no solo se tiende, sino que se llega a completar la sucesión es en una pequeña parte, por ejemplo, como la sucesividad más arriba explicada, algo así:
esta sucesión de sucesiones se puede condensar así: -INMENSAS -infinito -3 -2 -1 -infinito -0,3 -0,2 -0,1 -infinito -0,03 -0,02 -0,01 -infinito -0,003 -0,002 -0,001 -INFIMAS 0 +INFIMAS +0,001 +0,002 +0,003 +infinito +0,01 +0,02 +0,03 +infinito +0,1 +0,2 +0,3 +infinito +1 +2 +3 +infinito +INMENSAS tal y como son las
sucesiones particulares de este ejemplo es evidente que
las sucesiones internas iran tocando los puntos de las más
externas, además, iran apareciendo otras sucesiones
tanto próximas a cero como en los extremos, es decir próximas
a todo, las cuatro palabras en mayúscula señalan tales
nuevas sucesiones. En el centro, se ve cero entre los símbolos
-INFIMAS y +INFIMAS. Las sucesiones más ínfimas son
sucesiones con ordenes numéricos mayores de segmentos más
pequeños, las sucesiones inmensas son sucesiones con órdenes
numéricos menores de segmentos más grandes.
En el siguiente esquema se muestra un diagrama de estas ideas: El cero proviene de la consideración del continuo y el absoluto, que son lo mismo, los números provienen de la consideración de lo discreto, el infinito proviene de la consideración de la relación entre lo discreto y el absoluto o continuo y asimismo lo indefinido provendría de la relación de un número con el absoluto o continuo, aunque esto último no se ha representrado. g. Los nombres
de los números y los números se relacionan de manera
diversa, dándose deslizamientos del sentido y denotación,
se consideran números las representaciones más
relevantes en cuanto tales y nombres los que refieren a
tales representaciones y que por deslizamiento en lo que
viene a ser una metonímia los acabn sustituyendo.
Por
ejemplo, para los números naturales resulta más
relevante la representación mediante palotes que usándo
los símbolos de origen indio, inclusive aunque en los
tres primeros 1 2 3 sea clara la analogía simbólica de
la grafía: un trazo vertical en la grafía <1>,
dos trazos horizontales en <2>, y tres trazos
horizontales en <3>. A pesar de esto he preferido
llamar número a la representación más analógica y
nombre a la realizada por los símbolos más abstractos,
que en parte se han vuelto más arbitrarios.
El paso a
los números enteros supone introducir la operación de
negación, que da los números negativos, con esto se da
un importante deslizamiento conceptual. Un número
negativo se puede entender como una carencia, los he
representando como una sucesión con un signo menos en su
extremo, en oposición y codependientes tenemos los números
positivos que podemos entender como un sobrante, son los
representados como una sucesión con un signo más. El
punto es un estado de satisfacción donde ni falta ni
sobra nada. Nótese que en los nombres se indica que el
nombre incluye la señal de la operación numérica. Por
otra lado, el cero queda entre ambas sucesiones y a
diferencia del punto y los números apenas se diferencia
en su figura de los nombres, no obstante, no lleva el símbolo
de ninguna operación.
Los
llamados números absolutos son unos muy peculiares, se
podrían llamar indeterminados. Cada número puede estar
representando dos veces, una con signo + y otra con signo
-, o una sola vez, con doble signo o sin signo, no se da
ninguna sucesión se reparten al azar, su infinito
permanece moviéndose en el cero, lanzando números en
todas direcciones, cada número mantiene absoluta
discreción es decir relación absoluta con el continuo.
Son lo números más discretos que hay :-)
Los
nombres en el caso de los racionales son la
representaciones de operaciones con números, no podemos
considerar ya que una operación en que interviene más
de un número sea un número. Con los números racionales
se produce, pues, un importante deslizamiento simbólico,
representar los números con palotes aún sería posible
usando palótes de diferentes tamaños, sin embargo, esto
no es tan fácil y sí es fácil confundir los tamaños o
los grosores, asimismo, representar los decimales de un número
cuando son muchos podría requerir de una cantidad de
palotes diferentes bastante considerable. Para
representar los decimales es preciso introducir algunos
diacríticos uno para señalar dónde comienzan los
decimales, que suele ser la coma o el punto, y cuando los
decimales forman una sucesión indefinida -sucesión que
podemos llamar interna- se requiere representar la parte
que se repetiría, para esto se incluyen los paréntesis.
Con todo esto me decido a llamar números a las
representaciones con los símbolos de origen indio y
nombres a las representaciones de las operaciones que los
originarían, sin embargo, nótese que las operaciones
son más figurativas o analógicas que los números
mismos, pero, repito: no podemos considerar ya que
una operación en que interviene más de un número sea
un número.
Dentro de los números irracionales entramos en un nuevo sistema de nomenclatura. Hay algunos números racionales que podemos nombrar por el sistema de representar y describir la operación que los origina, este es el caso de raiz cuadrada de dos, pero para otros se utilizan letras de algún alfabeto, el griego o el latino, tales son pi, e, i o inclusive un nombre como número áureo es de un número irracional. Y se utiliza un nuevo símbolo entre diacrítico y numérico, los tres puntos, que hemos llamado indefinido. Estos tres puntos representan el indefinido es decir la sucesión interna hacia la compleción del número, en el caso de 1,414... los tres puntos se pueden sustituir por la representación de la operación de hallar el elemento X en la posición i de hacer la raiz cuadrada de dos, por ejemplo, se me ha ocurido hacerlo así: No me parece que un indefinido sea una parte de número sino una propiedad de una parte de un número. h. Como se ha podido apreciar no he concedido ni a los indefinidos ni a los infinitos el nombre de número, sino solo el ser nombres numéricos. El matiz es importante, digo que los indefinidos no son partes de un número y que los infinitos no son números, sino respectivamente nombre de una parte y nombre de un número. Del mismo modo que si tengo un plátano al que falta una parte y digo que el plátano se completa con la parte que falta no pretendo que l-a p-a-r-t-e q-u-e f-a-l-t-a sea un trozo de plátano, pero, l-a p-a-r-t-e q-u-e f-a-l-t-a tiene la virtud de nombrar lo que falta del plátano. Cuando hablámos de indefinidos y de infinitos nos podemos preguntar ¿cómo son? precisamente porque no son lo que representan. En matemáticas no se acepta, por ejemplo, afirmar algo como: el mayor número natural es el infinito, por lo mismo si decimos: un número infinito o si decimos que tal número tiende a infinito no estamos hablando de un número, sino que se trata de una metonimia, queremos decir un número enorme desconocido y esto se demuestra en que se suele aceptar que si al infinito se le suma o resta un número cualquiera que sea conocido, que sea conocido es una condición indispensable para la regla, seguirá siendo infinito como seguiría siendo enorme un número enorme desconocido. Pero esto, si somos rigurosos, resulta en que tal infinito o un número enorme desconocido siempre es impreciso. Resulta una versión de la paradoja de Wang, que tendría como consecuencia que cualquier número desconocido podría ser considerado ínfimo o enorme y como el ser desconocido o conocido es algo contingente cualquier número podría acabar siendo considerado ínfimo o enorme. Además, hay sucesiones como:
que sabemos a qué
tienden, en este caso a 1 para la que podríamos
decir, haciéndo una metonimia, que su número infinito
es 1 o sin metonímia que tiende a 1.
Mucho del problema está en creer que el vacío del cero
se puede llenar sumando, pero, en realidad el cero ni se
llena ni se vacía. Si postulamos que hay algo como un número
infinito estamos afirmando que hay un tercer factor a
parte del continuo y de lo discreto, y lo único que
podemos considerar como tal cosa es una relación, la
relación entre el continuo y lo discreto. Así, nos
queda la alternativa de aceptar un nuevo deslizamiento
del significado de la palabra número, en que la expresión
de la relación entre el continuo y lo discreto sea
considerada ya una parte de un número ya un número.
Bibliografía: En la siguiente bibliografía no se encontrará mucho directamente relacionado con lo explicado, excepto quizás en las obras de George Ifrah y Gottlob Fregue, pero en tales obras hay ideas que se relacionan con lo explicado o lo contextualizan.
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Última modificación: noviembre 2000
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