PÁGINAS SOBRE EL LENGUAJE








La Negación y la Redundancia

Mariano de Vierna y Carles-Tolrá
[email protected]
2001, 21 de marzo

Se estudian varios casos de construcciones oracionales en que se repite la partícula negativa no o en que precede a oración negativa. Se considera desde una perspectiva lógica, pero no dialéctica, tanto respecto del contenido proposicional en sí mediante una notación de paréntesis y corchetes, como de la traslación a un sistema simbólico. Se incluyen consideraciones sobre la entonación, ampliadas en una página adicional con imágenes y archivos de sonido.

Índice de contenidos

Terminología: argumento versus función; núcleo versus complemento.
Explicación de la notación
Ejemplos del uso consecutivo o el coordinado de no
O. La negación recursiva y ampliada
I. Suma de negaciones o reforzamiento
Otros casos
Negación coordinada de dos proposiciones la primera contextual
Condensación de ampliación con reforzamiento
Relación entre partículas funtoras consecutivas
II. Negación de lo negado
III. Negación de la negación
Otro caso

Sobre la entonación y la puntuación
Entonación y puntuación de la negación recursiva y ampliada
Entonación y puntuación de la negación de lo negado
Entonación y puntuación de la negación de la negación
Resumen de la entonación
Representaciones con símbolos
Caso I: . ~ . ~ P
Caso II: ~ (~ P)
Algunas expresiones en relación con la notación de ~(~P)
Caso III: ~ ~ P
Referencias y bibliografía

Terminología: argumento versus función; núcleo versus complemento.
        Las relaciones entre elementos formales dentro de una proposición resultan ser un tanto complejas. Se suele distinguir entre argumentos y funciones y entre nucleos y complementos, sin embargo, un núcleo puede ser un argumento o una función, entonces, si el núcleo fuera un argumento (un argumento o una variable o una constante) el complemento sería una función (o un funtor o un predicador) y viceversa si el núcleo fuera una función (o un funtor o un predicador) el complemento sería un argumento (o un argumento o una variable o una constante). Hay una distinción más entre elementos léxicos que son los argumento/ predicador por un lado y las partículas que son los variable/ constante/ funtor por otro lado. En la presente página no se utilizarán las ideas de núcleo y complemento, pero sí las de argumento que valdrá ya se trate de un argumento o una variable o una constante y función que valdrá ya se trate de un funtor o un predicador.

Explicación de la notación
        Los símbolos angulares laterales "<" y ">" señalan que de su contenido se debe entender lo que se percibe, por ejemplo < a > indica la letra a en cursiva y no el sonido de la lectura de a.
Con los paréntesis se distinguen las relaciones lógicas de argumento /variable que queda dentro y función/ predicado que queda fuera. Con los corchetes se distinguen elementos y elementos compuestos, los corchetes anulan la relación entre los elementos entre paréntesis y el exterior de los corchetes, aunque se conservan las relaciones establecidas por los paréntesis en su interior; esto es, el encorchetado se tomará hacia fuera como un elemento desnudo de paréntesis. Por ejemplo, en < (no) [(Antonio) no (ha cantado con el coro)] > se debe entender que todo lo encorchetado de lo representado en < [(Antonio) no (ha cantado con el coro)] > es un predicado cuyo argumento se halla representado como < (no) >, en este caso precediéndolo; asimismo, que con < (Antonio) > y < (ha cantado el coro) > se representan argumentos de una función que se halla representada como < no >, esta se halla situada entre ambos argumentos en este caso -pero en otros puede que no. Asimismo el contenido de un mismo par de paréntesis no se podrá repartir entre corchetes externos, por ejemplo, no considerará válido aquí algo así: ([no) [no] (ha cantado Antonio)]. Y, por último, no se usarán mayúsculas iniciales de oración, aunque sí para nombres propios y para señalar elementos supuestos.

Ejemplos del uso consecutivo o el coordinado de no
        Hay al menos cuatro maneras en que se puede usar de manera coordinada o consecutiva la partícula negativa no en castellano y probablemente en algunos otros idiomas. Por ejemplo:

No, no ha cantando Antonio
No, no blanco

No y no ha cantado Antonio
No y no blanco

No "no ha cantando Antonio"
No "no blanco"

No "no". Ha cantado Antonio
No "no". Blanco

Estos ejemplos se tratan como casos diferentes O, I, II y III respectivamente. Cabe hacer notar que la frase No y no... es rara y quizás propia del lenguaje infantil, pudiendo considerarse , no obstante, equivalente en parte a la frase No, no, ... mostrada entre otros ejemplos que se mencionan que son:

No. Y no ha cantado Antonio
No. Y no blanco

No, no, no. No ha cantado Antonio
No, no, no. No blanco

No, no. Ha cantado Antonio
No, no. Blanco

Estos ejemplos se tratan en los apartados para otros casos.

O. La negación recursiva y ampliada
        
En el grupo de las dos primeras oraciones mencionadas se hace una repetición recursiva y ampliada, es decir, se repite la negación para retomarla y para ampliarla o explicarla, se trata de las siguientes:

No, no ha cantando Antonio
No, no blanco

En estas dos oraciones lo que se hace es usar un procedimiento que consiste en que la parte oracional anterior a la coma, que comprende a solo la palabra no, es retomada en la segunda y expandida con una explicación, por ejemplo: no ha cantando Antonio en la primera de las dos. Este procedimiento no es raro en la conversación, otro ejemplo no asociado a la negación de lo mismo puede ser:

¡Ay! Mire, mire que cerca está la cámara

En estas oraciones se nos presenta en una parte inicial una semilla que se retoma expandiéndola mediante un complemento o más en una oración que explica, o explicita el contenido implícito en su primera expresión de la semilla. En todos estos casos la redundancia no implica necesariamente un reforzamiento, y quizás inclusive sea a veces difícil saber por la entonación si hay o no tal.
Si consideramos una oración con muchos complementos expresado por un interlocutor:

Antonio ha cantado esta noche con el coro

y otro interlocutor desea negarla pero no toda ella se hace necesario negarla pero explicitando la parte que se niega, por ejemplo y no exhaustivamente:

No, no ha cantado esta noche

No, no ha cantado con el coro

No, no ha cantado Antonio

No, Antonio no ha cantado

Como se explica aún hay otras posibilidades. Nótese que en estas puede haber partes sobreentendidas tomadas de la enunciación que la precede, por ejemplo, en no, no ha cantado esta noche, se debería quizás esperar que esté referida a Antonio y a con el coro.
Las relaciones lógicas de la negación en estas oraciones se pueden representar como dos frases sucesivas sin relación:

[no] [(Antonio) no (ha cantado con el coro)]

o si acaso, mejor, considerando que el primer no es argumento de la subsiguiente frase, esto es, así:

(no) [(Antonio) no (ha cantado con el coro)]

I. Suma de negaciones o reforzamiento
         En el caso de no y no aunque también se podría considerar que el alcance del primer no se haya explicado en la parte posterior de la oración esto ocurre de una manera por completo diferente, este primer no propiamente se suma al segundo mediante otro elemento el y. Suma o unión o conjunción de las dos partículas no cuyo efecto relevante sería reforzar o intensificar la negación. Se puede interpretar así:

Y (no) y (no (ha cantado Antonio))
Y (no) y (no (blanco))

Entre paréntesis se representan los argumentos, fuera las funciones, los corchetes indican elementos simples o compuestos. La Y mayúscula representa el hecho de que ante el primer no se puede considerar que hay un operador y independiente o diferente del segundo. Ya que y pertenece a un grupo de palabras que en castellano son adverbiales, prepositivas y coordinadoras, otras son: ni... ni..., o ... o..., ya... ya..., bien... bien... .Es, entonces, así: [Y (no)] [y (no)] como se entiende la coordinación y no: [(no) y (no)]. Con la conjunción no ocurre como ocurre con la negación en que se puede dar la aparente simetría (elemento 1) no (elemento 2) donde está clara la función de desunión explícita realizada por la partícula.
En el lenguaje la frase presente en: (no) y (no) entendida abstrayendo su estructura y literalmente como: (elemento 1) y (elemento 2), es inestable pues tiende a tomarse casi siempre como: (elemento 1) [y (elemento 2)] y nunca como: [(elemento 1) y] (elemento 2) .
Pero: (elemento 1) [y (elemento 2)] es una expresión incompleta y, por otro lado: [y (elemento 1)] [y (elemento 2)] es una invención, pues se añade el elemento y ante (elemento 1) inexistente en una oración así.
De ahí la utilización de una marca tipográfica como en < Y > que es el rasgo de letra mayúscula para distinguir el elemento supuesto Y en la estructura:

[Y (elemento 1)] [y (elemento 2)]

o prescindiendo de los corchetes y con sentido equivalente:

Y (elemento 1) y (elemento 2)

         Cabe preguntarse si realmente la partícula y es una función respecto de la partícula no como su argumento, vease más abajo el apartado Partículas funtoras consecutivas sobre esto. En una representación simbólica como: < P . Q > esta suele considerarse como teorema, no obstante puede que no se trate de un teorema sino de una derivación del teorema representado en: < . P . Q >, cosa con la que estaría de acuerdo. En el caso de la negación coordinada, tal y como la he representado, un primer símbolo < ~ > ocuparía un lugar como una proposición, pero esto se tratará más abajo.

Otros casos
Negación coordinada de dos proposiciones la primera contextual
        Este es el caso de las oraciones siguientes:

No. Y no ha cantado Antonio
No. Y no blanco

El punto tras la primera partícula de negación unida a la coordinación se interpreta como una negación a una proposición enunciada con anterioridad que es la que se coordina a la proposición explícita que sigue.
Condensación de ampliación con reforzamiento
       Aunque he presentado como ejemplos de reforzamiento no y no ha cantado Antonio y no y no blanco quizás sea más usual encontrar un equivalente en que no aparece la partícula y sino que se hace una repetición separada por comas, < , >, con lo que se logra un reforzamiento de la negación unido a un procedimiento de recursión-ampliación:

No, no, no, no ha cantado Antonio
No, no, no, no blanco

El resultado es una negación .
La estructura lógica podría ser:

(no no no) [no (ha cantado Antonio)]
(no no no) [no (blanco)]

donde no hay relación alguna de función a argumento entre los no. No es necesario escribir las comas porque las relaciones lógicas quedan aclaradas con los paréntesis y corchetes. La razón para considerar que los no iniciales (no no no) forman un compuesto y, por ejemplo, [no (blanco)] otro es el proceso de retomar y ampliar que se puede dar, si solo se diera reforzamiento bastaría:

no no no no (ha cantado Antonio)
no no no no (blanco)

Relación entre partículas funtoras consecutivas
       Cabe preguntarse si realmente la partícula y es una función respecto de la partícula no como su argumento. Tal y como se ha mencionado considero que y comparte naturaleza con partículas adverbiales como ya... ya..., bien... bien..., ora... ora... y asimismo o... o..., esto es especialmente evidente en la negación ni... ni... porque la partícula ni podemos considerarla equivalente a una fusión de no e y. Si aceptamos esto, entonces, tanto y como no siendo adverbiales parece que optarían igualmente a ser o función o argumento. No obstante, podemos considerar que:

i. una función más sustantiva que las partículas que son funtores (es decir, partículas como las que estamos tratando más las preposiciones) como lo es (además de partículas como los pronombres, determinantes como los artículos y los adjetivos pronominales) un predicado (que por orden de más a menos sustantividad serían: sustantivo, adjetivo, verbo) serán relativamente sus argumentos; y

ii.a el orden de enunciación favorece la consideración de que entre dos partículas funtoras distintas consecutivas la primera es una función de la segunda o si acaso de la segunda más el argumento de la segunda y la misma jerarquía se mantiene si se tratara de tres o más partículas funtoras consecutivas.
Por ejemplo: si no viene se entiende: si (no (viene)) pero no si viene se entiende no (si (viene)). En el caso de y no viene tendremos y (no (viene)). En el caso de no no blanco tendríamos: no (no (blanco)).

ii.b cuando una partícula funtora se repite de manera no consecutiva a sí misma no se establece una relación de función a argumento entre las sucesivas instancias, sino que se da una superposición, yuxtaposición o reforzamiento.
Por ejemplo, en el caso de: o viene o no viene tendremos [o (viene)] [o (no (viene))] y en el caso de no y no viene tendremos: [Y (no)] [y (no (viene))]

ii.c cuando una partícula funtora se repite de manera consecutiva a sí misma se pueden dar varias clases de relaciones entre las diferentes instancias.

II. Negación de lo negado
        En los segundos ejemplos se ha marcado con comillas la parte a la que se hace afectar la negación:

No "no ha cantando Antonio"
No "no blanco"

Lo cuál podemos representar así:

no (no (ha cantando Antonio))
no (no (blanco))

No hubiera sido lo mismo una coma tras el primer no como ya se ha estudiado más arriba La negación con redundancia pero sí serían apropiados los dos puntos. Lo interesante es que lo que encontramos en estas versiones de las oraciones no equivale a una afirmación, sino a una tercera posibilidad. Es decir que, por ejemplo, no "no blanco", no puede ser entendido como equivalente a blanco sino como un color que sin ser blanco tiene blanco, por ejemplo, el rosa o cualquier otro color lechoso o blanquecino. Nótese que la palabra lechoso viene a ser equivalente de no "no blanco". Asimismo, nótese que no "no blanco" tiene el mismo valor lógico que simplemente no "blanco" y que no "no ha cantado Antonio" equivale lógicamente a no "ha cantado Antonio".
        Puede, a veces, ocurrir que esa tercera posibilidad sea debida a la intensidad con la que se quiere significar algo, por ejemplo, no "ha cantado Antonio" no era cantar lo que hacía, era elevarnos a los cielos con su magnífica voz también sería posible no "no ha cantado Antonio" era cantar lo que hacía, pero muy bien. En este sentido lo que se niega con la primera partícula no es la veracidad de la frase entrecomillada sino la relevancia de decirla con respecto a otra frase más relevante.
         No hay que confundir lo que se escribe así no "no ha cantado Antonio" y se interpreta así: no (no (ha cantado Antonio)) ni con no, no ha cantado Antonio, que se interpretó arriba así (no) [Antonio no ha cantado con el coro] ni con no "no", ha cantando Antonio que se estudia a continuación.

III. Negación de la negación
         Y siguiendo con el tercer grupo de ejemplos, en estos, asímismo, se ha entrecomillado solo la partícula negativa porque es sobre la que se hace incidir la negación.

No "no", ha cantado Antonio
No "no", blanco

Esto se puede representar así:

[no (no)] [ha cantado Antonio]
[no (no)] [blanco]

Donde no (no) no es argumento del resto de la derecha y de ahí que estén separados mediante corchetes. Las dos negaciones se anulan y el resultado es lógicamente equivalente a una afirmación. En las frases escritas se hubiera podido prescindir ya de las comillas ya de las comas, pero no de todo a la vez, sin caer en ambigüedad.

Otro caso
         Es posible una estructura en que lo que se da es reforzamiento aunque sea aparentemente igual:

No, no. Ha cantado Antonio
No, no. Blanco

que se puede interpretar como:

[no no] [ha cantado Antonio]
[no no] [blanco]

En este caso el compuesto [no no] niega una posible tercera proposición contextual y la proposición explicitada es afirmada.

Sobre la entonación y la puntuación
          Deseo hacer notar algo que quizás se pregunte, ¿cómo se explica que las mismas formas se puedan entender de maneras diferentes? Bien, la respuesta es que la distinción entre estos casos se espera que sea mediante una entonación y un uso de las pausas específico como modo de marcar o señalar el trato que debe recibir cada posible rasgo donde se pueda dar ambigüedad, asi como la inferencia de un contexto pertinente, como puedan ser elementos relevantes que tengamos en la memoria o que percibimos y que habremos de tener en cuenta, para entender la oración en el momento de la enunciación. En el caso del texto escrito se precisa de una puntuación que señale la manera específica en que se deben interpretar las palabras. Asimismo, puede, a pesar de todo, dado que realmente no siempre es fácil precisar, que algo falle y darse ambigüedad (entonces, solo cabrá estar listo para preguntar al interlocutor y aclarar la duda o releer el cotexto y el texto anterior y sucesivo si es un escrito, esperando que el sentido general permita reconstruir o desambiguar los detalles, o madurar más la comprensión y expresión si es uno quien se está expresando). Veamos cómo se podrían explicar algunos de los casos estudiados en lo que se refiere a la entonación y la puntuación.

Entonación y puntuación de la negación recursiva y ampliada
       En el caso de la negación recursiva y ampliada o similares como:

No, no ha cantado Antonio

la primera partícula negativa no se pronuncia con tono ascendente luego descendente, se hace una pausa y se pronuncia alcanzando la misma o más altura tonal la parte siguiente que asciende y luego desciende.
Una puntuación alternativa podría ser:

No. No ha cantado Antonio

para marcar la pausa real o silencio que ocurre, pero separando lo que es un todo en cuanto a la interpretación.

Entonación y puntuación de la negación de lo negado
        En el caso la negación de lo negado y similares como:

No "no ha cantando Antonio"

la primera partícula negativa no acaba en un tono ascendente y considerablemente más alto que el resto, luego ya haciéndose una pausa ya ligándose se sigue la parte que sea, señalada con comillas. Alternativamente se puede considerar la puntuación ya con dos puntos y mayúscula -con la intención de señalar una pausa real o silencio- (pudiéndose prescindir de las comillas):

No: No ha cantando Antonio

ya con un dos puntos y minúscula -con la intención de señalar una pausa sintáctica pero no silencio- (pudiéndose prescindir de las comillas):

No: no ha cantando Antonio

Entonación y puntuación de la negación de la negación
        En el caso de la negación de la negación y similares como:

No "no", ha cantado Antonio

las partículas no se pronuncian seguidas en tono descendente y se da una pausa antes de seguirse en un tono que sigue desciendo en la parte que se halle tras la coma señalada. He preferido puntuar con una coma en lugar de un punto porque aunque se da una pausa el tono general es descendente desde el primer ascenso. Alternativamente se puede considerar la puntuación con dos puntos y un punto en lugar de usar comillas:

No: no. Ha cantado Antonio

Resumen de la entonación
        Como resumen representando los cambios de tono de manera simbólica con letras, el tono alto con <
A > y el tono bajo con < B > siguiéndose las reglas: i. si un < A > o un < B > lleva asterisco, < A* > y < B* > se trata de parte inicial de tonema; ii.a si a un < A* > sigue un < A > se indica una ascensión (pero no viceversa); ii.b si a un < B* > sigue un < B > se indica un descenso (pero no viceversa); iii. si un < A > o un < B > llevan el signo %, < A% > y < B% >, esto indica que se trata del tono del límite (esto es que antes de él o detrás de él solo hay silencio)y iv. se señalan los tonos en relación con las sílabas acentuadas. Un tonema es un segmento diferente no separado por pausa (o silencio) dentro de una entonación. Así, parece haber tres posibilidades:

Entonación de la negación recursiva y ampliada
      particular descendente - pausa - particular descendente

noA*AB%
noA*B haA*A canA*Btado AntoA*BnioB%

Nótese que el primer no acaba en cadencia o descenso

Entonación de la negación de lo negado
      particular ascendente - sin o con pausa - particular descendente

noA*A%  
no
A*B haB*A canA*Btado AntoA*BnioB%

o

noA*A noB*A haA*B canA*Btado AntoA*BnioB%

En cualquier caso el primer no acaba en anticadencia o ascenso.
Cabe la variante:

noA*A noB*A haA*B canA*Btado AntoA*AnioB%

Donde la expresión A*A B% en la última sílaba acentuada, la to de Antonio, indica un fuerte ascenso y un descenso hacia el límite.

Entonación de la negación de la negación
      general descente con pausa entre proposición y negaciones

noA*A noA*B%
ha
A*A canA*Btado AntoA*BnioB%

Para una versión con imágenes de este apartado

Representaciones con símbolos
        Podemos representar lo anterior con simbolos. Por ejemplo, representemos no mediante el símbolo <~>, (otra representación es el símbolo <
Ø>, un ángulo recto superior derecho); representemos y mediante un punto <.> (otra representación es el símbolo <Ù>, una uve invertida). Además podemos usar los paréntesis <(> y <)>; los paréntesis en cuanto símbolos lógicos funcionan de un modo semejante a las comillas en la escritura diferencian dos niveles del lenguaje, de manera que lo que contienen se ha de tomar de manera literal no independiente entre sí con relación a lo externo. Para representar a las proposiciones utilizaremos las letras P, Q y R, y si necesitamos más pondremos apóstrofes, P', P'', P''', etcétera. Estas letras son así como cajas negras es decir simbolizan formas que desconocemos en detalle -tanto puede ser una sola palabra (por ejemplo: blanco) como varias (por ejemplo: Antonio canta en el coro) o inclusive una fórmula (por ejemplo: P/~P)- y las consecuencias de esto no son del todo previsibles.

Si consideramos las siguientes oraciones:

(El sol) no (brilla hoy)
(Antonio) no (está cantando)

veremos que tenemos un símbolo para trasladar la negación, <~>, el resto lo tendremos que poner en sendas cajas negras, por ejemplo, < P > para El sol brilla hoy y < Q > para Antonio está cantando. De lo que resulta:

~P

O la alternativa ØP

~Q

O la alternativa ØQ)

Caso I: . ~ . ~ P
        Si ahora consideramos el primer caso de las negaciones redundantes y sus representaciones haciendo sustituiciones de palabras por símbolos y suprimiendo paréntesis y corchetes. Para:

[Y (no)] [y (no (ha cantado Antonio))]
[Y (no)] [y (no (blanco))]

tendremos:

. ~ . ~ P'
. ~ . ~ P'

O la representación alternativa: Ù Ø Ù Ø P y Ù Ø Ù Ø P'

Nótese la acumulación de signos y los hechos de que no, traducido a los símbolos ya < ~ > ya < Ù >, en su primera instancia resulta asociado (1) a y, traducido a los símbolos ya < . >, ya < Ù >, y que y resulta ser un operador (o funtor (o función) con un solo argumento) en lugar de un conector (o funtor (o función) con más de un argumento) o como explicación alternativa que su propiedad de conectar está asociada a su uso reiterado.
Nótese en añadidura que aunque el lenguaje natural admite una estructura análoga a:

. ~ . ~ P

como un reforzamiento de la negación, la disposición inversa no indica reforzamiento y en realidad se puede considerar malformada:

* ~ . ~ . P

Nótese que con el asterisco < * > a la izquierda se señala que se trata de una mala formación y que no es lo mismo ~ . ~ . P que: ni ni P porque aunque ni equivalga a un elemento que fuera fusión del sintagma: [(no) y] ; mucho menos podría equivaler a la cadena de los dos elementos: (no) y; es decir, que < ni > es un elemento, < [(no) y] > representa un elemento formado por una cadena o sintagma y < (no) y > representa dos elementos en una relación de argumento y función. Sin embargo, ~ . (~ . P) parece resultar equivalente a ni ni P, pero no sacaré conclusiones.

Caso II: ~ (~ P)
        Si ahora consideramos el segundo caso de las negaciones redundantes y sus representaciones haciendo sustituiciones de palabras por símbolos y suprimiendo paréntesis y corchetes de los que creo que se puede prescindir. Para:

no (no (ha cantando Antonio))
no (no (blanco))

tendremos:

~ (~ P)
~ (~ P')

O la representación alternativa: Ø (Ø P) y Ø (Ø P')

Es de notar que los paréntesis en este lenguaje simbólico lo que hacen es sacar un nivel a lo que contienen, de manera que no, simbolizado ya < ~ > ya < Ù >, no niega solo al no contenido en el paréntesis sino a la relación entre el no contenido y la proposición, simbolizadas por < P'> y < P'' >. El punto interesante es que esto presupone que puede haber una expresión como < (P) > y que se pueden negar juntas esta y la anterior, por ejemplo, así:

~ (P') . ~ (~ P')

o lo que es igual:

~ ((P') . (~ P'))

sin, a pesar de ello estar negando < P' . ~ P' >. Esto es existe una proposición Q relacionada del mismo modo con (P') y con (~ P'). Aristóteles no era ageno a esta clase de dobles negaciones cuando definía el principio del tercero excluído (El principio viene a decir que lo mismo no puede ser y no ser a misma manera, ni hay intermedios), de hecho el no no blanco lo he tomado de él, aunque la afirmación de que es quivalente a cualquier color lechoso no es aristotélica, claro que él no parece que recordara los colores lechosos. Podemos decir que si ~ ((P') . (~ P')) entonces existe algún Q relativo a ~ (P') . ~ (~ P') o si ((P') . (~ P')) entonces existe algún Q relativo a (P') . (~ P'). En punto clave en todo esto es que Q no es una proposición cualquiera ya que se define por sus relaciónes con P', no es pues el caso de que de la contradicción P' . ~ P' se pueda deducir cualquier proposición.

Algunas expresiones en relación con la notación de ~(~P)
        Se puede realizar una extensión a la lógica dualista de la no contradicción aprobechando la notación que se ha empleado para expresar el concepto del tercero incluido. Esta idea es considerar la posibilidad de las cinco definiciones de axiomas -dos de ellos son grupos-, para diferentes proposiciones, < P , P', P'', Q, R, R'. R'' >, y desde el punto de vista de un mismo sujeto respecto de un mismo objeto, en un mismo tiempo, en un mismo sitio y de una misma manera:

i.   (P . ~P)
ii.  P' . ~ (~P')
     ~(P'') . ~P''
iii. ~(Q . ~Q)
iv. (R') . (~R')
     ~(R'') . ~(~R'')
v.  (R . R)

O en la otra notación: i. (P Ù ØP); ii. P' Ù Ø (ØP'), Ø(P'') Ù ØP''; iii. Ø(Q Ù ØQ); iv. (R') Ù (ØR'), Ø(R') Ù Ø(ØR'); v. (RÙR)

Se correponden con las concepciones lógicas de i. no dualidad; ii. singularidad; iii: dualidad; iv. pluralidad; v. identidad. No se trata propiamente de una propuesta de lógica trivalente ni de una propuesta de lógica intuicionista sino más bien de un híbrido en el que hay un tercer valor que puede ser indeterminado, verdadero o falso que está representado por los paréntesis siendo: indeterminado, < ? >, para < P >; verdadero, < V >, para < (P) > y falso, < F >, para < ~(P) >. Para apreciar las posibilidades de esta notación ampliada a los paréntesis y la diferente distribución de los valores de verdad respecto de la utilizada en la lógica dualista que es la más corriente, por ejemplo y como mayor explicación, véase la tabla de verdad siguiente :

P ~P (P) ~(P) P . ~P (P . ~P) ~(P . ~P) (P) . ~(P)
V
F
?
F
V
?
V
F
V
V
F
F
F
F
?
F
F
V
F
F
F
V
F
?

Esto en la lógica dualista corriente se reduce a la siguiente tabla:

P ~P P . ~P ~(P . ~P)
V
F
F
V
F
F
V
V

Así, por ejemplo, como se puede apreciar, en el sistema tipográfico ampliado la negación, "~ ", ante paréntesis de ~(P . ~P) aporta el valor considerado en la tercera línea de su columna, F, sin afectar directamente al contenido del paréntesis por lo que no cambian los valores F en la primera y segunda línea respecto de P . ~P; mientras que en la notación dualista no hay tal tercera línea y la negación afecta al contenido del paréntesis cambiando el valor a V en las dos líneas. Asimismo, lo que es cierto para la negación no lo es para la conjunción, una conjunción, "." , como en (P) . ~(P) fuera de los paréntesis impide asignar un tercer valor determinado de ahí que en la tercera línea se vea el símbolo < ? > de indeterminación.

Caso III: ~ ~ P
       
En el tercer caso la negación de la negación y sus representaciones haciendo sustituiciones de palabras por símbolos y suprimiendo paréntesis y corchetes. Para:

[no (no)] (ha cantado Antonio)
[no (no)] (blanco)

tendremos:

~~P

~~P'

O la representación alternativa: Ø Ø P y Ø Ø P'

En este caso resulta lícito establecer la equivalencia ~~P = P, es decir, se puede prescindir de la doble negación sin cambio en la relación lógica, asimismo, se puede introducir: P = ~~P. Que es el único modo permitido de doble negación en la lógica dualista.

Referencias y bibliografía
       Para el presente escrito no se ha considerado ningún trabajo específico sobre la negación, se han tenido en cuenta conceptos de lógica proposicional en un sentido amplio, así como de pragmática, de lingüística y de filosofía en un sentido amplio. Debo mencionar así mismo la lectura en internet en la Stanford Encyclopedia of Philosophy sobre la matemática constructivista y la lógica intuicionista desarrolladas por L.E.J. Brouwer (1881-1966), Heyting [1930], Gentzen [1935] and Kleene [1952] y de las páginas sobre Heráclito de John Burnet. Las referencias bibliográficas en mero orden alfabético por autores:

Aristóteles de Estagira: Metafísica, libro IV, versión de Tomás Cálvo Martínez. Editorial Gredos 2000 Madrid.
Sibajijan Bhattacharyya
: Language Testimony and Meaning. Indian Council of Philosophical Research 1998 New Delhi.
María Josep Cuenca y Joseph Holferty
: Introducción a la Lingüística Cognitiva. Editorial Ariel 1999 Barcelona.
Gottlob Frege: Ensayos de Semántica y Filosofía de la Lógica, versión de Luis M. Valdés Villanueva. Editorial Tecnos 1998 Madrid.
Manuel Garrido (1974-1995): Lógica Simbólica. Editorial Tecnos 1997 Madrid.
Douglas R. Hofstadter (1979): Gödel, Escher y Bach, un Eterno y Gracil Bucle, traducción de Mario A. Usabiaga y Alejandro López Rouseau. Tusquets Editores & Conacity 1987 Barcelona.
Jacques Moeschler y Anne Reboul (1994): Diccionario Enciclopédico de Pragmática, versión de Maria Luisa Donaire Fernández y Marta Tordesillas Colado. Arrecife Producciones 1999 Madrid.
W. V. Quine (1970): Filosofía de la Lógica, versión de Manuel Sacristan. Alianza Editorial 1998 Madrid.
Andrew Radfort, Martin Atkinson, David Britain. Harald Clahsen, Andrew Spencer (1999): Introducción a la Lingüística, traducción de Nuria Bel Rafecas. Cambridge University Press 2000 Madrid.
Dan Sperber y Deirdre Wilson (1986): La Relevancia. Editorial Visor, 1994 Madrid.
Juan Manuel Sosa: La Entonación del Español, su estructura fónica, variabilidad y dialectología. Ediciones Cátedra 1999 Madrid.

 
 
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