http://www.ncf.carleton.ca/bridlewood-emfinfo/
La sensibilidad eléctrica (ES) es una forma de enfermedad ambiental, una enfermedad crónica provocada por la exposición a campos electromagnéticos. Ser eléctricamente sensible significa poseer una enfermedad que se activa o se intensifica al encontrarse cerca de aparatos eléctricos, líneas de tensión, y/o otras fuentes de campos electromagnéticos (EMF). La Sensibilidad Eléctrica (ES) incluye sensaciones de estrés o enfermedad en forma recurrente, cada vez que la persona está cerca de estas fuentes que originan campos electromagnéticos (EMF). Sin embargo, la persona afectada no aparenta tener enfermedad alguna mientras no se exponga a los campos electromagnéticos (EMF). Toda enfermedad notoria recurrente que sea producida por un campo electromagnético, y que disminuya o desaparezca cuando uno se aleja de la fuente que genera campos electromagnéticos (EMF), constituye un caso de sensibilidad eléctrica (ES).
De la misma forma como la sensibilidad química puede hacer que una persona se haga muy sensible a dosis pequeñas de sustancias químicas, así también los pacientes afectados por la Sensibilidad Eléctrica (ES) pueden hacerse hiper sensibles a niveles de campos electromagnéticos (EMF) que normalmente, para el público en general, pasarían desapercibidos. Sin embargo, la línea divisoria entre lo que significan niveles "seguros" e inseguros en relación a la exposición a campos electromagnéticos (EMF) es algo que en general no está claro para el público como un todo.
Hay personas que algunas veces se enferman por fuentes generadoras de campos electromagnéticos(EMF) tales como artículos eléctricos (por ejemplo: reloj, casetera, etc.), que se encuentren muy cerca de su cama. Informes publicados mencionan síntomas tales como insomnio, nausea, dolores de cabeza u otros problemas notorios de salud cuando la exposición a esos campos electromagnéticos (EMF) es prolongada.
En un caso registrado en los Estados Unidos, un paciente de sensibilidad química múltiple desarrollaba nausea después de las comidas, además de los sintomas propios de la sensibilidad química. Comenzó a pensar qué era lo diferente que estaba haciendo, y comenzó a sospechar de que quizás su nuevo problema de salud tenía algo que ver con su videocasetera (VCR) nueva. Conversó con sus amigos sobre los campos electromagnéticos (EMF). Un amigo le sugirió que comprara un gaussometro para medir los campos electromagnéticos en su casa. Lo hizo y luego midió los campos electromagnéticos (EMF) que existían en su casa, incluyendo los provenientes de los artefactos eléctricos. Una videocasetera que tenía en la cabecera de su cama arrojó una lectura muy alta, aún cuando estando apagada. Retiró la video casetera de su cama. Sus nauseas se redujeron gradualmente a partir de ese momento.
Otros casos similares aparecen reportados en un boletín informativo de Estados Unidos, donde se entrevista a Wolfang Meis, un técnico en mediciones de campos electromagnéticos (EMF). Se mencionan tres casos de personas que notaban problemas para dormir, todos resueltos al remover todo lo que fuera eléctrico de su dormitorio.
Además, un niño que sufría de dolores de estómago, problemas a los nervios, insomnio y dolores de cabeza, fue capaz de dormir y estar sin dolores de cabeza, luego que se corrigieran unos problemas que existían con campos electromagnéticos (EMF) provenientes del cableado eléctricos de los muros del dormitorio. Un día después que se redujeron los campos electromagnéticos (EMF), todos sus problemas de salud comenzaron a mejorar.
En los casos antes citados, el alejar las fuentes que producían campos electromagnéticos (EMF) o al corregir el cableado eléctrico que pasa entre los muros, devolvió la salud o produjo mejoras sustanciales en la salud.
¿Eran estas personas eléctricamente sensibles? Aun cuando sus problemas de salud no eran algo permanente, en ciertas ocasiones estas personas parecían ser eléctricamente sensibles frente a ciertas fuentes o lugares específicos donde existían ondas electromagnéticas (EMF). Si las fuentes generadoras de ondas electromagnéticas (EMF) no hubieran sido identificadas y no se hubiera reducido su exposición a las ondas electromagnéticas (EMF), entonces estas personas podrían haber llegado a desarrollar una sensibilidad eléctrica (ES) más severa y permanente.
Existen tres niveles de sensibilidad eléctrica (ES), del mismo modo como ocurre con la sensibilidad química. Las alergias son una forma suave de sensibilidad química, el Síndrome de los Edificios Enfermos son una forma más severa. Una sensibilidad química múltiple es una forma de sensibilidad química más severa y crónica. Aquellas formas de sensibilidad eléctrica que alguna vez fueron susceptibles de ser revertidas, como los casos descritos más arriba, parecen ser formas suaves de sensibilidad eléctrica (ES).
Con una sensibilidad eléctrica crónica, que ha permanecido por largo tiempo, la persona se hace sensible a esa frecuencia, intensidad o duración del campo electromagnético (EMF) inicial. Posteriormente, a medida que avanza la enfermedad la persona se va haciendo sensible también a exposiciones ante otras fuentes de campos electromagnéticos (EMF). Este proceso de enfermedad ambiental se denomina fenómeno expansivo. El hecho que se experimente una sensibilidad eléctrica (ES), aunque sea una sola vez, debería considerarse como una señal de advertencia de que podría existir un tipo de susceptibilidad crónica de sensibilidad eléctrica (ES).
La sensibilidad eléctrica (ES) posee un gran potencial para convertirse en el eslabón perdido que revele las explicaciones de muchos problemas recurrentes de salud para los cuales las personas no encuentran respuesta ni alivio permanente por parte de la medicina.
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Algunos Sitios en Internet Donde Usted Puede Encontrar Información Relacionada Con la Sensibilidad Eléctrica
The Electrical Sensitivity Network Web Site
Swedish Association For the Electrically and VDT Injured Web Site
REVISADO EN FEBRERO 1999