Primera
imagen: La
búsqueda del toro
(Hay varias versiones de las ilustraciones del toro y los
nombres de cada ilustración varían de una a
otra)
Representa
la etapa en la que el hombre aún no conoce su verdadera
naturaleza, pero de algún modo ya ha iniciado su
búsqueda. En esta etapa desea encontrarla aunque
ni siquiera sabe qué es ni tampoco está seguro
de reconocerla cuando la encuentre. Otras veces experimenta
la búsqueda de algo, con tal de escaparse de las
circunstancias actuales que, por lo general, no son placenteras.
La vida tal cual es, resulta una carga pesada y él
piensa seguramente habrá una forma mejor de
vivir. La mayoría de los que han iniciado la "búsqueda"
están en esta etapa.
Segunda imagen: Encontrar la senda
En esta
etapa el buscador descubre indicios y pistas en una o más
tradiciones espirituales, es atraído por la lectura
de libros de sabiduría, asiste a conferencias sobre
el tema, conoce maestros y se da cuenta de que otros han
recorrido el mismo camino, él no es la primera persona
en darse cuenta que hay algo inefable por alcanzar. Esta
etapa, por lo general, empieza con la práctica de
ejercicios de yoga, meditación u otras disciplinas.
A través de ellas experimenta sensaciones asociadas
con el espíritu. En la primera imagen el campesino
busca por todos lados, sin orden alguno, mientras que en
la segunda ya es una búsqueda más enfocada
y dirigida.
Tercera
imagen: El primer vislumbre
Esta
viene a ser la primera experiencia espiritual, mediante
la cual el aspirante llega a ver su propio yo y a sentir
como la energía kundalini se despierta en él.
Equivale al primer contacto con el maestro que lo inicia
o le transmite la energía. Kundalini es tanto energía
física como espiritual. El objetivo del buscador
va a consistir en elevar esta energía hacia la conciencia
más que en reprimirla o vencer lo animal en él.
El primer vislumbre también puede provenir de experiencias
religiosas en la forma de visiones celestiales. En resumen,
el primer vislumbre, es cualquier clase de visión
o experiencia inusual que motive al individuo a recorrer
el sendero hacia lo superior.
Cuarta
imagen: Capturar el toro
El campesino
toma la rienda pero el animal es testarudo y no lo sigue.
Por fin lo ha atrapado, pero aún es obstinado y sin
freno. Su voluntad y energía son inagotables, ora
embiste hacia la alta meseta ora se queda plantado en alguna
hondonada impenetrable. Simboliza la lucha contra nuestros
instintos animales, la cual puede durar toda la vida. En
esta etapa uno debe evaluar si está avanzando y tiene
mayor comprensión o simplemente se ha atorado y se
solaza con ciertas doctrinas o ideas relacionadas con la
práctica espiritual.
Quinta
imagen: Domar al toro
Representa
el control de nuestra naturaleza física o animal,
el cual se logra conociéndola, en otras palabras,
escuchándola y dialogando con ella. El campesino
dirige al toro con las riendas y lo domina a tal grado que
el toro se deja conducir. Poco a poco el hombre se vuelve
el amo. Lo que se hace en esta etapa es unificar la conciencia
con la naturaleza animal. Por ejemplo, un entrenador profesional
de animales sabe que por la fuerza no se doma al animal,
sino armonizando su conciencia con la de él. Esta
es la razón por la cual muchas fórmulas efectivas
de desarrollo espiritual no traten de conquistar, dominar,
destruir o deshacerse del ego, sino mas bien de vivir en
armonía con él. De hecho, es el ego o la mente
misma la que promueve la búsqueda de sí mismo
y que tiene que pasar por todas las etapas. Por lo tanto,
hablar de su eliminación es un absurdo.
Sexta imagen: Montar el toro hacia el hogar
En la
cultura hindú se representan los dioses y diosas
montados en un animal como su vehículo. El animal
simboliza la naturaleza inferior al que el hombre domina
y con la cual tiene una buena relación. Uno tiene
que alimentar y cuidar su parte biológica, sin solazarse
ni abusar de ella. De esta manera la fuerza vital física
se vuelve un aliado. En la ilustración podemos ver
como el hombre monta el toro sin siquiera ponerle un freno,
el toro sabe adonde va sin que lo dirijan. El va tocando
la flauta plácidamente sentado sobre el lomo del
toro. Se acabó la lucha, el hombre ha logrado el
estado de iluminación.
Séptima
imagen: El toro trascendido
El campesino
está solo y contento, sentado junto a su casa ya
no se observa el toro. El hombre ha llegado a volverse uno
con el Ser. En lugar de los esfuerzos anteriores reina un
estado de paz y felicidad.
Trascendencia
es la experiencia periódica o temporal de la unidad,
más allá de las dualidades. Es un estado excepcional
de la conciencia. Al vivir en un mundo dual siempre experimentamos
los opuestos: adentro afuera, alegría
tristeza, éxito fracaso, etc. La dualidad
empieza al nacer y termina al morir. De hecho, vivimos no
sólo en la dualidad, sino en la multiplicidad . Mientras
la trascendencia implica una experiencia de unidad, no dualidad,
que nos informa sobre nuestra auténtica forma de
ser.
Octava
imagen: El toro y uno mismo transcendidos
Todo
se ha fundido en la nada. Sólo se observa un círculo,
sin nada dentro de él, lo cual significa que han
desaparecido todos los opuestos. En esta etapa el hombre
ni siquiera puede decir "estoy iluminado" o "no
estoy iluminado", no existen para él, sólo
existe el Uno.
Novena
imagen: Regreso al origen
En esta
imagen se ve la naturaleza en todo su esplendor, flores,
pájaros, el río, la montaña. Representa
lo que sucede después de tener la experiencia trascendental.
Fuera del hombre iluminado nada ha cambiado, únicamente
el hombre mismo se ha transformado. Entra de nuevo a la
vida con ojos distintos, un nuevo centro con otro enfoque
actúa dentro de él. Cada vez que lo desee
puede acudir a su interior y ver la vida desde ahí.
Todo está en paz.
Décima
imagen: En el mundo
Buda,
después de alcanzar el estado de iluminación
estuvo a punto de no salir de él y regresar al mundo.
Finalmente imperó su compasión por los seres
vivos y el resto de su vida lo dedicó a una intensa
labor social que transformó la cultura y sociedad
de su tiempo. En este cuadro el hombre iluminado ahora se
dirige hacia los hombres, para ayudarlos. Pone toda su sabiduría
al servicio de los demás.
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