Balanced Scorecard: Dejar de lado el control financiero tradicional
Sebastian Pachano
El considerar el manejo de un negocio como un "cuadro de mando" ha despertado gran interés desde que el concepto fue presentado por Kaplan y Norton en 1992. Una de las razones principales es el hecho de que cada vez más directivos a nivel mundial han comprobado que no basta gerenciar en base a informes de corto plazo, sino que necesitan mayor y mejor información sobre el desempeño de su organización.
Normalmente, los resultados de las empresas se miden en términos monetarios,
con un enfoque en generar mayores beneficios y lograr buenos rendimientos sobre
inversiones. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, más directivos
llegan a la conclusión de que su empresa debe desarrollar las capacidades
necesarias que le permitan progresar en el futuro y, además, están
conscientes de que hacer tal cosa implica gastos importantes en el año
en curso. Es así, como el desarrollar estas capacidades se convierte
en la razón fundamental de la existencia de un Cuadro de Mando Integral.
Las empresas de hoy son más que una simple inversión de capital,
deben prepararse para el futuro administrando eficientemente sus recursos. Esto
se logra a través de una adecuada inversión en formación,
cultivando la relación con los clientes y creando bases de datos. La
habilidad que pueda tener una empresa para gestionar el talento, la posición
en el mercado y el conocimiento acumulado son factores críticos para
el éxito gerencial. Por último, es sumamente importante realizar
el esfuerzo de describir lo que se pretende a corto, mediano y largo plazo y
luego, monitorear el cumplimiento de estas expectativas.
El Balanced Scorecard pretende unir el control operativo a corto plazo de la
empresa con su visión y estrategia a largo plazo. El objetivo fundamental
es centrarse en unos pocos indicadores principales que tienen estrecha relación
con los objetivos más significativos. Así, la organización
se ve obligada a controlar y vigilar todas las operaciones del presente, conscientes
de que estas afectarán al desarrollo del mañana. El concepto del
Balanced Scorecard se basa precisamente en utilizar la experiencia pasada, para
tomar decisiones en el presente, las mismas que afectarán los resultados
futuros.
La razón por la cual las empresas deben migrar hacia una gestión
basada en el Cuadro de Mando Integral es que este les permite monitorear los
indicadores no financieros, los cuales aportan con un feedback de factores decisivos
como los sistemas de información, la formación de empleados y
la relación con nuestros clientes. Por qué dejar de lado el control
financiero tradicional? Principalmente porque este a menudo proporciona información
desfasada e imprecisa y, además, porque es un modelo de gestión
que con dificultad se adapta a las características del entorno empresarial
actual, el cual tiende a desarrollar un enfoque en el cliente, la excelencia
en los procesos y el aprendizaje de la organización.
Evolucionar hacia una gestión basada en el Balanced Scorecard es un gran
reto y un enorme cambio cultural, pero se justifica. Ayuda al proceso de llegar
a una visión compartida de la organización en sí y se convierte
en una poderosa herramienta de control estratégico.