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La Neuro Biología De La Persuasión y La Programación Neurolingüística

Parte 1 de 4                          A la Parte 2, 3 o 4

Aqui he reproducido parte del trabajo de Mark E. Furman. Él es un científico, practicante y entrenador de Programación Neuro Lingüística, miembro de la Cognitive Science Society y de la American Association for the Advancemente of Science. Furman desarrolló un nuevo campo de investigación que ha denominado Tecnologías de Remodelado Neuro Sináptico (NSRä) con el fin de sentar algunas bases científicas que permitan desarrollar niveles de comprensión más amplios sobre la estructura de la experiencia subjetiva humana. Para estos efectos se ha dado el trabajo de integrar 26 campos científicos interdisciplinarios que han intentado, en los últimos 100 años, modelar el funcionamiento del cerebro humano.

Lo que ha posibilitado dicha integración es también una nueva tecnología de representación del cerebro llamada SQUID "Super Conducting Quantum Interference Device" (Aparato de Interferencia Cuántico Super Conductor) capaz de detectar campos magnéticos intracelulares, resultantes de la actividad celular del cerebro, que son 1.000 millones menores que el campo magnético de la tierra. Este dispositivo ha ayudado a los neuro científicos a hacer conexiones entre los modelos de sucesiones electroquímicas en el cerebro y los comportamientos humanos macroscópicos tales como el aprendizaje, la memoria y el pensamiento. Esta tecnología de representación moderna provee una ventana para dilucidar algunos de los misterios del cerebro.

La enseñanza, el aprendizaje, la persuasión y la influencia son tanto una ciencia como un arte. La implementación y el entrenamiento exitoso de tales habilidades requiere tanto de una comprensión básica de los principios que gobiernan el funcionamiento del cerebro como de una comprensión afinada de lo que constituye un diálogo y de las condiciones para que éste sea productivo. Su "práctica" con pleno dominio es un arte. Así, exploraremos algunos de los principios que gobiernan nuestro sistema neurológico y su relación con las tecnologías que hacen posible operar con excelencia en la dirección de diálogos productivos.

Especificamente, aquí nos referiremos a los siguientes 'misterios':

A.- El funcionamiento del cerebro humano.

El Cerebro: Un Sistema Dinámico No-Lineal.

B. ¿Cómo procesa nuestro Sistema Nervioso la Información Sensorial?

C. ¿Cómo influye una persona en otra?

Nivel de actividad del cerebro: ¿cómo afecta la lentitud el nivel de actividad del cerebro?

La resonancia forzada y el calce de fases.

Viraje de la fuente de información, de externa (los sentidos) a interna (las re-presentaciones).

Ambigüedad e intermitencia.

Acompañamiento y conducción: lo más útil para acompañar es cualquier cosa que le da a usted un indicio de la frecuencia (velocidad o ritmo) al que el sistema nervioso está operando.

Y hay más, así luego de revisar aquí, puedes seguir explorando los temas siguientes:

A.- El funcionamiento del cerebro humano.

A fin de apreciar la enorme tarea de modelar la mente y el cerebro, comencemos mencionando algunos hechos. El cerebro humano es la organización más compleja de materia que conocemos en el universo. Contiene sobre 100.000.000 millones de células, que están todas presentes al nacer. Virtualmente ninguna célula nueva se agrega al cerebro a lo largo de la vida. Las células del cerebro se llaman neuronas y se cree que son la unidad más básica de comunicación en el cerebro. Cada una de estas neuronas se conecta con entre 1.000 y 100.000 neuronas para formar un mínimo de 100.000 trillones de conexiones llamadas sinapsis, formando un sistema dinámico no lineal infinitamente complejo. Es fácil de imaginar que, dado el potencial de conexiones, la tarea de investigar la comunicación entre células resulta difícil pero no imposible. Para complicar más su rastreo, un mensaje puede pasar desde una neurona a otra en sólo unos milésimos de segundo. La velocidad de transmisiones es otro de los desafíos.

Es importante notar también que en el cerebro los 100.000 trillones de conexiones no están cableados en forma fija como en una computadora, lo que le permite mantenerse flexible. La pequeña brecha entre las neuronas mencionada anteriormente, la sinapsis, permite que los mensajes eléctricos se conviertan en mensajes químicos que pasan de célula en célula y que de vuelta nuevamente se convierten en mensajes eléctricos. Hasta la fecha, se han identificado más de sesenta diferentes mensajeros neuroactivos químicos, y se cree que acarrean instrucciones muy diferentes a lo largo del cerebro. Desde este material en bruto, el cerebro puede crear un número infinito de modelos de sucesiones electroquímicas que hacen que el trabajo del modelador sea sumamente difícil.

El número potencial de estados emergentes y comportamientos es virtualmente ilimitado y el extenso sistema neuronal con su actividad electro-fisiológica nunca radicará exactamente en el mismo estado dos veces (Kelso, 1995).

El Cerebro como un Sistema Dinámico No-Lineal.

Imagine la vista aérea de un laberinto de un tamaño a escala humana. Su objetivo es entrar por un lado y después de muchas tortuosas pruebas y errores, surgir exitosamente por el otro lado. El laberinto es un cuadrado con paredes de 3 metros de alto, dentro del cuadrado las paredes forman un laberinto intrincado - como repliegues - con todos excepto uno de los senderos quue lo conducen a ninguna parte. Si este fuera un laberinto lineal, usted podría entrar en él esperando encontrar siempre la entrada en el mismo lugar. Una vez adentro, podría dar vuelta a la derecha y si eso lo conduce a un callejón sin salida podría devolverse e intentar ir a la izquierda. El laberinto permanecería sin modificaciones. Eventualmente, mediante muchas pruebas y error, saldría exitosamente, y siempre esperaría encontrar la salida en el mismo lugar. ¿No sería estupendo que el cerebro de aquel a quien usted intenta influir fuera un sistema lineal? ¡No lo es!

Ahora imagine una vista aérea de un laberinto "similar". Al mirar el terreno de más cerca, nota que la apertura no está donde espera que esté. Y, de hecho, cada vez que intenta caminar dentro del laberinto, la entrada, para comenzar, nunca se encuentra en el mismo lugar. Usted circula por el perímetro buscando la manera de entrar. Cuando finalmente entra puede optar por ir a la izquierda, a la derecha o adelante. Se vuelve a la derecha y una vez que se da cuenta que ha entrado en un callejón sin salida, camina de vuelta al primer punto de decisión sólo para encontrar que no hay ya más una izquierda. En cambio, se topa con 3 nuevos senderos. De pronto cae en la cuenta de que cada paso que usted da lleva a que las paredes del laberinto se reestructuren y se autoorganizen en un nuevo laberinto. Le es imposible tomar cualquier decisión sin alterar el laberinto por siempre e irreversiblemente. Repentinamente se da cuenta que no hay manera de comenzar otra vez desde el mismo lugar. No hay forma en que usted pueda memorizar el paisaje o la topología del laberinto. Su única esperanza para lograr salir afuera está en dilucidar los principios por los cuales su propia acción lleva a la auto-organización del laberinto. Acaba de ingresar al mundo no lineal del cerebro humano.

El cerebro humano es un sistema de procesamiento de información altamente complejo. Sin embargo, su funcionamiento puede ser comprendido a partir de algunos principios simples y unos cuantos conceptos de referencia producidos por los teóricos de la auto-organización. Veamos primero estos últimos para luego adentrarnos en la comprensión de cómo funciona nuestro sistema nervioso al procesar los estímulos que gatillan sus cambios de estado.

B. ¿Cómo procesa nuestro Sistema Nervioso la Información Sensorial?

La Percepción y el Registro de Patrones:

Percibir es un proceso creativo activo (Kosslyn, et. al., 1994) en constante fluctuación dinámica, a diferencia de lo que ocurre al sensar que es un proceso más pasivo. La imaginería interna, por medio de todos nuestros sistemas representacionales, está activa durante el proceso de percepción. Un ejemplo elegante de esto es nuestra capacidad para percibir una imagen parcial o degradada. La mayoría de nosotros ha tenido la experiencia de ser capaz de reconocer a un amigo que no hemos visto por varios años. Es asombroso que el cerebro humano tenga la capacidad de comparar aportes sensoriales y representaciones almacenadas internamente dando por resultado el reconocimiento de un viejo amigo, desde cualquier ángulo, desde casi cualquier distancia, por el estilo de su caminata, el sonido de su voz, de la imagen de una cara que ha envejecido 15 años, o incluso de la mitad que quedó de una fotografía que se rasgo en dos.

Esta capacidad extraordinaria no sería posible si almacenáramos y recobráramos "exactamente" lo que experimentamos. Un acto de percepción no es el copiado de un estímulo entrante. Más bien, registramos relaciones entre cosas de una manera dinámica "ligeramente-acoplada". El reconocimiento de cualquier imagen sensada por el cerebro requiere simultáneamente de imágenes internas activas (Kosslyn, et. al., 1994). Podemos pensar en la percepción como en un proceso de apareamiento entre los datos que actualmente están entrando y los que hemos registrado anteriormente.

Cuando nuestros cinco sistemas sensoriales muestrean porciones del mundo externo un patrón de activación electroquímico codifica la información entrante. Este es un proceso conocido por los neuro científicos con el nombre de modificación sináptica, desde hace ya algún tiempo. Se trata de una noción postulada por primera vez en 1945 por el neurologo Donald Hebb y luego validada por el campo de la biología molecular.

Lo que por algún tiempo le faltó a muchos neuro científicos, es la noción crítica y la comprensión de que mientras el sistema nervioso muestrea el mundo externo, simultáneamente muestrea el mundo interno de respuestas fisiológicas por medio del sistema somatosensorial. Aspecto del que trata en extenso "El Error de Descartes" de Antonio Damasio, 1994, Editorial Andrés Bello. El sistema somatosensorial muestrea y codifica la respuesta fisiológica de nuestro cuerpo a cada suceso que ocurre en el mundo externo. El modelo de actividad electroquímica muestreado por el sistema somatosensorial (el ‘paisaje’ interno, en el lenguaje de la teoría de sistemas auto-organizados) se combina, en un modelo de activación ampliamente distribuido a lo largo del cerebro, con el modelo de actividad electroquímica muestreado por los otros sistemas sensoriales (‘paisaje’ externo).

En otras palabras, a medida que experimentamos nuestro mundo, nuestro sistema nervioso no registra sólo los sucesos externos sino también la reacción de nuestro cuerpo a esos sucesos para que luego, en otra fecha, podamos formular una respuesta fisiológica y motora adaptada a cualquier suceso similar que percibimos (en términos de las relaciones entre sus ‘componentes’).

Por eso los humanos compartimos la experiencia de ser capaces de evocar una imagen visual o auditiva de un evento que sucedió hace varios años y simultáneamente experimentar los sentimientos conectados con ese evento como sí estuviera ocurriendo ahora. Damasio sugiere que este mismo proceso es el correlato neuronal del proceso de toma de decisiones y razonamiento humano. El registro o codificado de patrones de activación es esencial para el proceso de percepción y la memoria. Como Donald postuló en 1945, parece que las células que se descargan o ‘disparan’ juntas, se interconectan entre sí en circuitos en los cuales hay el equivalente a cables conductores (las fibras del axón celular que entregan información y sus dendritas que son las prolongaciones que la reciben) y conectores (sinapsis, puntos en los cuales los axones hacen contacto con las dendritas de otras neuronas). Durante la percepción y el aprendizaje ocurren procesos de auto-organización que se cree son el resultado de conexiones asociativas masivas entre células nerviosas. Se produce un enlace o engranaje de células nerviosas entre un grupo de neuronas interconectadas cuyas sinapsis se fortalecen mutua y simultáneamente gracias a neuronas de aporte. Estas asociaciones se establecen y elaboran de acuerdo a la ‘regla de Hebb’ (sinapsis Hebbianas). Donald Hebb, ganador del Premio Nobel, descubrió que si dos elementos en un estado similar responden simultáneamente, su conexión se fortalece.

De esta manera, la experiencia selecciona un cierto patrón de conexiones celulares, fortalecido selectivamente para un suceso en particular. Pero dado que las conexiones se distribuyen ampliamente, cuando cualquier subconjunto de neuronas recibe un aporte familiar, el enlace completo responde rápidamente. Esto se considera un fenómeno de campo morfogenético, específicamente de regulación, lo que significa que cualquier parte del campo puede activar el campo entero. Las neuronas que participan en el reconocimiento del olor a "moho" son afectadas también por la historia de las neuronas que codificaron el olor "rancio" del desván de la abuelita. La historia tiene preeminencia sobre la representación estática de un estímulo.

Un sistema autorganizador. (parte 2 de 4 en esta serie)

En términos de la metáfora de los sistemas autorganizados, un acto de percepción consiste en un brinco explosivo (escape de un ‘atractor’) del sistema dinámico desde la ‘cuenca’ de un ‘atractor’ caótico a otro. La ‘cuenca’ de un ‘atractor’ es el conjunto de condiciones iniciales desde las que el sistema va a un comportamiento en particular. En el cerebro, la ‘cuenca’ para cada ‘atractor’ quedaría definida por las neuronas receptoras que se activaron durante la percepción para formar el enlace de células nerviosas. Cuando un suceso externo llega a ser por vez primera de alguna manera significativo, un nuevo ‘atractor’ se agrega al ‘paisaje’, y todos los otros experimentan una ligera modificación. Por otra parte, si un suceso externo es inmediatamente significativo traza una trayectoria directa al ‘atractor’ del comportamiento existente.

En esencia, la percepción permite al cerebro planificar y prepararse para la acción subsiguiente en base a (a) la acción pasada, (b) los aportes sensoriales y (c) la síntesis de la percepción. Un acto de percepción no es el copiado de un estímulo entrante. Es un paso en una trayectoria en que los cerebros crecen, se reconstituyen a sí mismos y se adaptan a su ambiente.

C. ¿Cómo Influye Una Persona Sobre Otra?

Para establecer un modelo que explique la influencia de un comunicador en las percepciones de otra persona (por ejemplo un vendedor que diáloga con un cliente explorando mapas cognitivos y conectandolos a experiencias de referencia), tenemos que comenzar al nivel de generación de patrones entre neuronas. Estos patrones de sucesiones electroquímicas son afectados por el proceso de comunicación de tres maneras básicas: nivel de la actividad, fuente de información y ambigüedad e intermitencia.

Nivel de Actividad del Cerebro.

Durante el curso de un día promedio el cerebro humano se mueve a través de muchos niveles diferentes de activación. Los niveles de activación están asociados a la frecuencia de la actividad electro-fisiológica producida por la circuitería nerviosa en cualquier momento determinado (Hobson 1994). El nivel de activación del cerebro determina críticamente su velocidad de procesamiento de información, exactitud, motivación y dirección de la atención (interna/externa).

Los patrones de sucesiones electroquímicas se propagan a ciertas frecuencias en el cerebro. Una de las metas principales, de cualquiera que desea influir en las percepciones de otro de manera efectiva, es reducir la frecuencia o nivel de actividad dentro del cual esos patrones se generan. Los mejores comunicadores cuando desean influir sobre alguien hacen más lento el ritmo de su voz y bajan su volumen.

¿Cómo afecta la lentitud el nivel de actividad del cerebro?

Dos principios de neurofísica ayudan a explicar esto: Resonancia Forzada y Calce de Fases.

La Resonancia Forzada y el Calce de Fases.

La Resonancia Forzada es un proceso por el que la frecuencia de una fuerza impulsora (la expresión del ritmo) equipara la frecuencia natural de una estructura (el cerebro) por un proceso que en PNL denominamos ‘acompañamiento’. El acompañamiento produce lo que observamos en términos vibratorios (energía) cuando hay ‘calce de fases’.

La fuerza impulsora (expresión del ritmo) puede conducir la frecuencia o nivel de actividad del cerebro en una dirección inhibidora (a un estado de trance) o excitadora (fuera del estado de trance) una vez que hay calce de fases con la frecuencia natural del cerebro.

Metafóricamente es equivalente a lo que ocurre al colgar dos relojes de péndulo sobre la misma pared. Si usted hace partir un reloj balanceando un péndulo y luego hace lo mismo con el otro reloj, los péndulos permanecerán desincronizados durante un período corto de tiempo. Las vibraciones transmitidas por la pared proveerán la información para que los péndulos lleguen a un calce de fases. Pronto verá a ambos péndulos balanceándose al unísono. Una vez que el calce de fases se logra, los péndulos se mueven en la misma dirección al mismo ritmo.

El principio de resonancia forzada puede conducir el cerebro desde una onda de actividad beta (aproximadamente 12 a 30 Hz) hacia una onda theta (aproximadamente 4 a 8 Hz). Este cambio en la actividad de cerebro puede fácilmente verse sobre un EEG que mide ondas magnéticas extracelulares.

La importancia de cambiar el nivel de actividad del cerebro desde un funcionamiento beta al de una onda theta reside en que todas las facultades del cerebro y la mente dependen de y están sujeta a estos niveles de actividad o estados cerebrales globales (un nivel de actividad del cerebro más lento da origen a muchos fenómenos de trance tales como la catalepsia). Así, facultades tales como la visualización, la memoria, la atención y la voluntad serán accesibles a un nivel de actividad y no a otro.

Cuando el nivel de actividad en el cerebro disminuye, hay un giro en el predominio entre norepinefrina y acetilcolina. A medida que la norepinefrina disminuye, y la acetilcolina aumenta, las imágenes visuales son más vívidas y la capacidad de dirigir la atención y ejercer la voluntad disminuye.

Fuente de información interna o externa.

Cuando el nivel de la actividad en el cerebro baja, la fuente de aporte de información evaluada por el cerebro cambia de predominio, de externo a interno. Cuando uno presta menos atención a la información que viene a través de los sentidos, más atención presta a la información interna que resulta del juego dinámico entre los patrones almacenados en el cerebro, llamados ‘memoria’, y el ambiente externo.

Los patrones hipnóticos generalmente buscan realizar ambas tareas simultáneamente. Para esto hacemos más lento el ritmo de nuestra voz (reducir el nivel de actividad) a la vez que dirigimos la atención del sujeto a su experiencia interna (imágenes recordadas o construidas).

La hipnosis es un proceso externo de uso de patrones de comportamiento para inducir un trance. Es un juego dinámico en constante evolución entre quién comunica algo con patrones de lenguaje verbal y no verbal hipnóticos y su interlocutor.

Ambigüedad e intermitencia.

Los hipnoterapeutas hace mucho que saben que la ambigüedad lleva a las personas al trance, mientras que la especificidad las saca de él. El uso de ambigüedades, sintácticas, fonológicas u otras, es la forma más rápida de inducir a un individuo al trance.

Para comprender cómo ocurre esto es preciso redefinir el trance. El trance es un proceso interno de transición por el cual la actividad electroquímica del cerebro se reorganiza dinámicamente permitiéndole virar suavemente entre sus estados colectivos. Logra esto al desestabilizar los estados existentes y permitiendo la reorganización espontanea de nuevos estados. La información disponible en cada estado cerebral o fase será diferente.

Una manera sencilla de pensar sobre esta transición de estado o fase es compararlo a los estados o fases del agua. En física, el agua puede ser un sólido, un liquido o un gas. Imagine que usted esta de pie frente a una poza de agua quieta, recoge seis piedras y las arroja en la poza. El contacto de las piedras con el agua resulta en un patrón de seis círculos concéntricos que interfieren entre sí.

Imagínese que el patrón representa una cierta memoria. Si el agua se congelara y usted arrojara las piedras en el mismo lugar, ¿emergerá el mismo patrón de círculos concéntricos? La respuesta es no. ¿Y qué si el estado del agua fuera gaseoso? ¿Podría producirse el mismo patrón con el mismo input? la respuesta es nuevamente no.

El cerebro está operando bajo esta restricción todo el tiempo. Sin embargo en vez de tres posibles estados o fases colectivos, el cerebro puede entrar y salir de un número virtualmente infinito de estados o fases. Estas fases forman ‘atractores’, áreas en el espacio de fases en que la actividad caótica se estabiliza en un orden auto-organizado y en patrones predecibles. A la diversidad de patrones espacio-temporales que resulta los llamamos ‘paisajes atractores’.

El ejemplo del agua ilustra porque la información puede quedar atrapada entre diferentes estados cerebrales o ‘atractores’. El acceso a la información depende de una reproducción aproximada de los patrones de secuencias electroquímicas. Como en el ejemplo del agua, no podemos esperar que el cerebro produzca el mismo patrón hasta que entre en el estado o fase en el que dicho estado quedo codificado por primera vez.

El proceso hipnótico hace posible que la información este más accesible porque facilita la habilidad del cerebro para virar rápidamente entre estados cerebrales (patrones y atractores). Para comprender el efecto de la ambigüedad en el cerebro debemos explorar el proceso de transición de un estado (fase) a otro.

Todos los sistemas no lineales complejos conocidos en el universo mantienen su flexibilidad cambiando rápidamente de estado en estado. El sistema logra esto mediante lo que en el lenguaje de la física se denomina ‘transición no equilibrada de fases’. Esta transición de fases es el concepto singular más crítico en la comprensión de la hipnosis.La premisa operativa es que el estado del que está saliendo debe ser desestabilizado (traído a un no equilibrio) para girar hacia el estado al que quiere entrar.

El lenguaje hipnótico actúa como una influencia paramétrica que mantiene al sistema cerca o entre estados o ‘paisajes’ ‘atractores’, en vez de en ellos. Esto provee al sistema de mayor flexibilidad y fluidez. En otras palabras al mantener un sistema cerca de la inestabilidad, le damos al sistema un acceso más rápido a sus estados colectivos, o a sus recursos e información, los que normalmente se encuentran atrapados en la codificación dependiente del estado. Así, mientras más estable es un patrón o estado, menos flexibilidad tiene el sistema.

¿Cómo desestabiliza el proceso de hipnosis los estados existentes para transicionar a uno nuevo? La desestabilización ocurre de dos maneras. La primera es a través de la ambigüedad. Cuando un estimulo presentado a uno de los sentidos es ambiguo, el cerebro oscila entre dos o más interpretaciones (patrones o estados). La oscilación es facilitada por la transición no equilibrada de fases (trance). En vez de que el sistema se estabilice en una interpretación reconocida estable (como cuando se usa una especificación), el cerebro oscila rápidamente entre las posibles interpretaciones (patrones o estados). A esta condición se le conoce como intermitencia y es característico de todos los sistemas complejos no lineales.

Mientras más difícil es resolver un conflicto, como en el caso de la ambigüedad fonológica o en la ambigüedad sintáctica, el sistema permanece más prolongadamente en intermitencia. En el caso de intermitencia el sistema vive cerca o entre atractores (patrones), en vez de en ellos. El sistema está en transición.

La segunda forma en que la hipnosis desestabiliza los patrones existentes es a través de la resonancia forzada o el calce de frecuencia, un tipo de calce de fases. Todos los patrones en el cerebro dependen de la frecuencia. A medida que hacemos más lento el ritmo de nuestra voz, conducimos al cerebro mediante la resonancia forzada, a través de frecuencias o actividad cada vez más lenta.

Llegado a un punto, el cerebro es incapaz de mantener un patrón dado en el tiempo y comienza a oscilar rápidamente entre patrones. Este fenómeno puede verse también en el sueño REM. Mientras soñamos, el cerebro oscila rápidamente entre estados y contextos virtualmente incontrolables por parte del sujeto dormido. Veamos algo más sobre algunos de los misterios más comunes del trance a fin de integrar esta información.

Una de las sensaciones más comunes que experimenta alguien que entra en trance es la sensación de profundidad. Ahora podemos describir desde el nivel neurobiológico que le pasa al individuo en trance. La ‘profundidad’ del trance es experimentada como resultado del cambio del equilibrio dinámico entre la norepinefrina y la acetilcolina en el cerebro. A medida que cae el nivel de norepinefrina, un sujeto hipnotizado siente sensaciones similares a las que experimenta cuando pasa de dormir a despertar (¡los dos estados más fundamentales del cerebro!). Los niveles de trance que experimentamos subjetivamente corresponden a niveles de norepinefrina en el cerebro.

A este tipo de correspondencia temporal entre cambios de frecuencia microscópicos y niveles macroscópicos de funcionamiento se le denomina fractal. Un fractal es un proceso en el que los patrones que ocurren en un pequeño espacio o en una pequeña escala temporal se repiten a niveles más amplios. En este caso, la neurobiología del cerebro y los indicadores macroscópicos del trance que el sujeto y el observador pueden calibrar, constituye un fractal.

Otra experiencia común en el trance es la conservación o economía del momento. A medida que el nivel de acetilcolina en el cerebro aumenta, el pons en el tronco cerebral, una parte central del cerebro, envía una orden a los músculos que inhibe el movimiento de las costillas. Esta característica de nuestra neurobiología es particularmente útil cuando entramos en el sueño REM. Nos permite experimentar sueños vividos sin la correspondiente actividad muscular que nos podría hacer daño o hacer daño a otros cercanos. Durante el sueño REM, la actividad neuromuscular queda completamente desconectada. A medida que el sujeto en trance despierta, observamos lo que denominamos una respuesta de reorientación, que consiste en moverse de un estado quieto a un rango y velocidad de movimiento normal. Esto indica que el equilibrio de los neuroquimicos en el cerebro ha cambiado nuevamente.

Si usted quiere tener algún grado de control sobre el procesamiento de información en el cerebro de una persona, debe aprender primero a equiparar el aporte de información al nivel de actividad en que se encuentra actualmente, y luego conducir al sistema nervioso a operar al nivel de actividad necesario para embalar/empacar de manera óptima la información que usted propone (coordinar los estados internos con los objetos y sucesos externos más apropiados). Los neurocientíficos se refieren a este proceso llamándolo "calce de fases". Los ritmos del comportamiento humano reflejan los ritmos intrínsecos del cerebro mismo. En PNL se nos enseña a construir "rapport" acompañando y conduciendo, equiparando y reflejando.

Frecuentemente el elemento más vital del acompañar se descuida. "El calce de fases" o lo que a veces se conoce como "calce de frecuencia", es el elemento más vital. Este es el proceso de acompañar el "ritmo" exacto del sistema nervioso para que su información pueda ser óptimamente procesada por el cerebro en ese momento. En otras palabras la cosa más útil para acompañar es cualquier cosa que le da a usted un indicio de la frecuencia (velocidad o ritmo) al que el sistema nervioso está operando.

Esto incluye la tasa de cambio (o velocidad) del parpadeo de los ojos, movimiento de los glóbulos de los ojos (los impulsos motores oculares), ritmo de la respiración, ritmo al hablar, longitud de las frases, longitud de las pausas, movimiento de las extremidades, cambios del cuerpo, velocidad y frecuencia de los gestos. Si usted está equiparando -ó espejando- esos ritmos y acompañando el ritmo de su discurso con su respiración, puede tener la seguridad de que creará las condiciones óptimas para el procesamiento de su mensaje.

Si usted no calza estas tasas, puede producir turbación y malestar, e inducir intuitivamente la desconfianza debido a que su sistema nervioso esta fuera de sincronía con el del otro. Sin embargo, este tipo de acompañamiento no necesariamente significa que usted está en rapport. Usted puede estar en el ritmo perfecto y todavía infringir las creencias de una persona o sus valores con lo que sus posibilidades de salir del laberinto serán pocas o nulas. En todo caso, recuerde que dar información al sistema cerebro/mente es de poco valor sin abordar primero la actividad nerviosa.

El proceso de calzar el ritmo de funcionamiento del sistema nervioso prepara los sistemas de procesamiento de información del cerebro para la aceptación de nueva información al aflojar las conexiones neuronales que se acoplaron anteriormente y al hacer que el sistema cerebral sea más fluido y flexible. Los neuro moduladores en el tronco del encéfalo y en el tronco cerebral están en constante interrelación dinámica. Cuando el nivel de actividad de los circuitos del cerebro es alto, éste libera una cantidad mayor de norepinefrina (NE) en el neocortex (Hobson, 1994). Esto produce un fortalecimiento en exceso de las sinapsis, lo que puede causar interferencias entre los patrones anteriormente almacenados así como también en los nuevos patrones sensoriales entrantes. (Hassle y Bark, Octubre 1995). Esto puede resultar en un correspondiente patrón de comportamiento de rigidez a nuevas ideas. El efecto de un fortalecimiento excesivo de las sinapsis puede ser evitado reduciendo la fortaleza de las sinapsis a través de una depresión del nivel de actividad. La reducción en la fortaleza de las conexiones sinápticas y una mayor fluidez ocurre en presencia de acetilcolina (ACh).

El acompañamiento deliberado de los ritmos nerviosos intrínsecos por el uso efectivo del calce de fases llega a ser una herramienta vital para la persuasión e influencia al conducir el sistema cerebral a un estado fluido, ligeramente acoplado. Una vez que ocurre el calce de fases de los ritmos, un comunicador puede comenzar a conducir el cerebro del oyente a un nivel inferior de actividad al hacer gradualmente más lento su propio comportamiento (respirando más lentamente, disminuyendo el ritmo del discurso, disminuyendo la frecuencia de su gesticulación, etc.).

Esto a su vez ocasiona que el tallo cerebral produzca un nivel mayor de ACh para ser liberado en el neocortex, reduciendo así la fortaleza de las conexiones sinápticas y permitiendo una aceptación más fluida de nuevos patrones sensoriales (sus sugerencias). Este estado óptimo del cerebro también se ha demostrado que mejora la instalación de potenciación a largo plazo en la región hipotalámica del cerebro, resultando en reconocimiento y almacenaje a largo plazo de los nuevos patrones sensoriales aportados (por ejemplo mediante patrones de lenguaje que en PNL denominamos sugerencias post-hipnóticas).

Se cree que el colinérgico al fortalecer las modificaciones sinápticas, juega un papel importante en el almacenaje permanente de información en las estructuras corticales. Una evidencia de comportamiento importante puede ser encontrada al estudiar la dinámica neocortical de la hipnosis y el trance. Los sujetos en trance tienen una susceptibilidad y recordación mayor de las sugerencias. La dinámica electro fisiológica, que ya describimos, es en gran parte responsable de esta capacidad. Es también de valor notar en este punto, que el aprendizaje acelerado ocurre mejor durante este estado de neuro modulación colinérgica y se asocia con la Clase II de ondas theta (Kandel, Schwartz, Jessell, 1991 y 1995).

También se ha encontrado que el fortalecimiento excesivo de las sinapsis intrínsecas puede conducir la activación simultánea de todos los patrones ya almacenados, resultando en una pérdida de discriminación de recordación entre patrones (Hasselmo y Barkai, Octubre 1995) Este estado del cerebro puede ocasionar una resistencia devastadora frente a la sugerencia persuasiva. Esto es parecido a tratar de mirar un programa televisivo sin la antena.

El fortalecimiento excesivo de conexiones sinápticas dentro de la corteza puede resultar también en una pérdida de especificidad y/o de respuesta a patrones específicos de aporte. Esto se ve usualmente en el sujeto (alumno o cliente) confuso, abrumado y vacilante, quien necesita algún tiempo "para pensarlo". El fortalecimiento extremo de conexiones sinápticas puede resultar en actividad cortical parecida a la de una fisura y dar origen a dolores de cabeza severos y a desorientación.

En resumen, abordar el sistema nervioso acompañándolo y conduciéndolo a un nivel inferior de actividad, es esencial para reducir rápidamente la resistencia (la interferencia entre patrones sensoriales) a nuestras sugerencias. Otro beneficio de reducir el nivel de actividad del cerebro humano con anterioridad a la sugerencia es que la relación entre la activación de ambos hemisferios cerebrales comienza a cambiar.

Los neuro científicos están conscientes que el hemisferio derecho tiene conexiones más ricas con las estructuras subcorticales, incluyendo las del sistema límbico, que juega un papel crítico en coordinar los estados emocionales con los patrones sensoriales entrantes apropiados creados por sucesos y objetos externos (Davidson y Hugdahl). Combinada con las áreas de asociación, la amígdala cerebral es también esencial para la interpretación y expresión del componente emocional del lenguaje y por lo tanto, puede ser activada por el tono emocional de una sugerencia.

Cuando hay disminución en la activación neuronal y aflojamiento de los acoples neuronales, hay un cambio en la actividad dominante desde el hemisferio izquierdo al derecho y un correspondiente aumento en la intensidad de la emoción experimentada, así como también una excitación fuerte del sistema límbico de gratificación del cerebro (Kissin, 1986). Este cambio en la actividad hemisférica permite al comunicador un control mucho mayor sobre los estados emocionales y motivadores necesarios para que un interlocutor tome una decisión sobre un asunto nuevo.

También se cree que hay un aumento de dopamina en el tálamo y corteza visual, permitiendo imágenes más vívidas. El último beneficio importante de un abordaje deliberado del estado del cerebro es una disminución de la atención general y un aumento mantenido de la atención enfocada. Todos estos cambios en el funcionamiento del cerebro facilitan una mayor receptividad a las sugerencias y la influencia en la interacción interpersonal

A partir de esta diversión neuronal (calce de fases), es ahora posible conducir el estado de una persona kinestésicamente, mediante el cambio sutil del propio estado. A medida que usted determina el estado óptimo para la receptividad a su sugerencia y el inicio del comportamiento deseado, puede conducir a una persona a ese estado entrando en él usted mismo, primero.

Así, si la motivación es el estado en que desea que esté su cliente y si usted calibró anteriormente que el comportamiento deseado ocurrirá durante ese estado, debe calzar-fases con el estado presente de su cliente y luego, gradualmente, motivarse usted a sí mismo. Al influir directamente sobre el sistema nervioso, a este nivel, usted gana acceso a uno de los principios auto-organizadores del cerebro más esenciales y al control sobre varias otras funciones del cerebro. Abordar los ritmos intrínsecos del cerebro le da a usted acceso directo a:

En resumen, influir en los estados fisiológicos y en los comportamientos por medio de los principios de la neurofísica, permite tener el control sobre uno de los procesos principales que es responsable de la reorganización espontánea del laberinto (la función del cerebro).

Para qué decir que usted puede reducir mucho la complejidad de la exploración del laberinto influyendo directamente en la organización del laberinto que desea explorar.

A la Parte 2, 3 o 4

Para practicar e incorporar en su estilo estos patrones, participe en uno de nuestros talleres o contáctase con su más cercano

Diseñador de Prácticas Poiéticas Neuro Lingüísticas.

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