Cultura

  Miércoles 29 de Octubre de 2003

El lenguaje en la TV
El mal uso del idioma, en un punto alarmante

Los ecos de una antigua batalla

La siguiente nota es la cuarta de la serie en la que especialistas de la cultura, la educación y la radiodifusión reflexionan sobre el mal uso del lenguaje en los medios de comunicación, tema que motivó un enérgico pronunciamiento de la Academia Argentina de Letras.

La batalla por la lengua castellana comenzó hace bastante tiempo, pero con la informática se hizo evidente un avance tecnológico que minaba el lenguaje de manera concreta.

A partir de 1992 se trató el tema de la lengua de Cervantes con preocupación, adoptándose como símbolo la ñ, letra que, por cierto, no se utiliza entre los inventores de la computación, además de las reglas de mercado de esa coyuntura. El tema es profundo. La lengua es como los estratos geológicos y los anillos de los árboles: lleva las cicatrices de su historia.

Desde entonces se trabajó intensamente en la divulgación de las razones por las que debemos defender nuestro idioma: en primer término, porque define todo lo que nos rodea, y, segundo, porque es una construcción humana que ha aportado, entre tantas cosas, una literatura excepcional, de uno y otro lado del océano.

Y hasta aquí llegamos, a punto de concretar un nuevo hecho cultural importante y vital, como es el Tercer Congreso de la Lengua Española, que tendrá lugar en Rosario, en noviembre de 2004, y que se realizará en un momento en que la deformación del lenguaje, en buena medida prodigada por los medios de comunicación audiovisuales, ha llegado a un punto alarmante. Y siendo el lenguaje la textura del pensamiento, se me ocurre que el problema es bastante grave.

Por desidia o ignorancia, los subtítulos de las películas traen errores que son horrores; se habla incorrectamente, con ligereza, a veces de manera procaz, sin respeto y a cualquier hora. La burla y las groserías son prácticamente muletillas en decenas de propuestas comunicacionales.

Frente a esta situación, tan evidente como la necesidad de revertirla, no quedan dudas de que hay que comprometerse, porque estaremos defendiendo la columna vertebral de nuestra identidad, que es nuestro idioma. Y la mejor fórmula de coexistencia cuando la globalización todo lo mezcla es proteger esta diversidad.

En noviembre de 2004, decenas de distintas tonadas se oirán en una especie de megatertulia donde todos se entenderán perfectamente. El Congreso de la Lengua Española no se ocupará específicamente de gramática, que no es el objetivo, sino que dará una oportunidad para librar una gran batalla en defensa de la lengua y de nuestra cultura.

Por Torcuato Di Tella
Para LA NACION

El autor es sociólogo y secretario de Cultura de la Nación.

http://www.lanacion.com.ar/03/10/29/dq_540146.asp
LA NACION | 29/10/2003 | Página 09 | Cultura


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