Cultura

  Lunes 27 de Octubre de 2003

El lenguaje de la TV/Nota II
El deterioro de la sociedad se refleja en la pantalla chica

Mientras se pierde el buen uso del idioma

LA NACION publica una serie de notas en la que especialistas de la cultura, la educación y la radiodifusión reflexionan sobre el mal uso del lenguaje en los medios de comunicación, tema que motivó un enérgico pronunciamiento de la Academia Argentina de Letras.

El lenguaje es el medio de comunicación por excelencia del ser humano. Según la concepción de hombre y la valoración que tengamos de nosotros mismos y de los otros, será la valoración que le damos a la palabra como medio para el encuentro.

Los padres y educadores, y toda persona de la sociedad que tenga una responsabilidad en el acto de educar, deben compartir mínimamente una visión de hombre como persona, con los valores que esto supone: un ser único, libre y autónomo, que vive en armoniosa relación con los demás, creando una unidad de encuentro entre los seres creados. Este ser persona se realiza por medio de su palabra.

Cuando una sociedad muestra un deterioro en el lenguaje está claramente señalando que no le interesa el proyecto de vida de sus personas, ni el encuentro entre éstas. Los medios de comunicación, en especial la TV y los nuevos medios tecnológicos, reflejan este deterioro y cooperan para acentuarlo eximiéndose de toda responsabilidad, como si no integraran una nación de personas.

Turbios intereses

A los manipuladores no les interesa el desarrollo de la inteligencia de la gente, sino, muy por el contrario, les interesa bajar las personas a objeto, para utilizarlas en su propio beneficio. A los educadores, en su sentido más amplio, les interesa elevar a las personas a su condición de tales, para que, con un pensamiento riguroso y crítico, vayan deasarrollándose plenamente y creando un mundo de convivencia más unido.

El lenguaje se desarrolla en la vida misma; el niño incorpora sus primeras palabras en el seno familiar, el colegio es el ámbito de interacciones, de relaciones, y la sociedad que lo rodea, en donde los medios tienen un alto grado de influencia, actúa como tercer espacio educador.

En la familia, el modelo del buen uso del lenguaje se pierde en forma vertiginosa, no sólo por la ausencia de adultos, sino por el mismo deterioro que ésta sufre al estar inmersa en esta misma sociedad en vértigo.

La palabra ha perdido valor: las afirmaciones no son tales, los juicios sin evidencias que los fundamenten están en las conversaciones cotidianas, el intrusismo (hablar de lo que no se sabe) es una práctica cotidiana. El uso de las "malas palabras" es cómodo, mediocre, de poca rigurosidad, masificante.

Educar requiere esfuerzo, tener una visión de grandeza, exige querer encontrarse con el otro y querer tener un mundo de acuerdos y conversaciones. Pero, por sobre todo, requiere querer salir de lo fácil, de la mediocridad, "de lo que todos hacen". Educar requiere de valor, de sacrificio.

El colegio es el ámbito de los profesionales de la educación. Sigue siendo el espacio en el que se construyen los valores, donde el buen uso del lenguaje debe ser, no sólo una meta de estudio, sino una forma de vida. La escuela debe desarrollar creatividad, para que, en una sociedad difícil, pueda encontrar los medios para dar a sus alumnos nuevas herramientas, que lo eleven a él a la categoría de persona, y desde allí maneje un lenguaje riguroso para encontrarse con los otros, y lograr hacer un mundo más unido.

Por Elena O. de Maschwitz
Para LA NACION

La autora es especialista en temas de inteligencias múltiples y directora general del Colegio Godspell.

http://www.lanacion.com.ar/03/10/27/dq_539554.asp
LA NACION | 27/10/2003 | Página 10 | Cultura


Copyright 2003 SA LA NACION | Todos los derechos reservados
Hosted by www.Geocities.ws

1