El Lenguaje

 

Autor: Heydi Cordero

 

 

 

 

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“La soga al cuello”

 

En la actualidad hay muchas parejas que llevan años de novios, viven juntos, tienen hijos, es decir, comparten como todo un matrimonio feliz. Además, hasta se dan a conocer ante la sociedad como marido y mujer. Muchas personas no entienden el por qué no dan el paso que todos los individuos esperan dar al tener una relación estable con la persona que siempre han deseado tener a su lado para toda la vida y para formar una familia.

 

Es probable que estas parejas tengan miedo al compromiso pero qué mayor compromiso que el vivir con una persona con la cual tienes hijos y ya se ha formado lo que se llama un hogar. Aparte de que el hogar no es sólo tener descendencia y una casa, que sencillamente se refiere a un lugar habitado, sino que representa ese lugar donde viven, donde sienten seguridad y calma. Entonces, por qué no formalizar la unión en un casamiento, el cual proporcionará un marco de protección y socialización legal de los hijos de la pareja. Además, somos seres inteligentes que tenemos la capacidad de amar y la mayor expresión de esa amor entre un hombre y una mujer son los hijos, lo cual nos diferencia de los animales que sólo se unen para reproducirse y así evitar la extinción de la especie.

 

Sin embargo, es importante señalar que en la mayoría de estos casos siempre es la mujer la que quiere formalizar la unión porque en la sociedad, creada por el hombre, una mujer que contraiga matrimonio es la que adquiere el derecho para poder ser madre dentro de la legalidad. ¿Entonces, por qué el hombre se niega a casarse?

 

Supuestamente, es porque va a perder su libertad. Pero ¿cuál libertad? ¿Es que acaso él es esclavo de alguien? En la mentalidad del hombre, existe la idea de que al casarse se va a “echar la soga al cuello”, y que va a vivir en un ahogo interminable del cual no se podrá zafar. Pero el matrimonio no es como una soga que te ahorca ya que el hombre sigue siendo libre para realizar sus actividades cotidianas, lo único que existe es una responsabilidad legal de fidelidad y de respeto con esa persona a la cual escogió para compartir sentimientos y obligaciones.

 

Por ende, el matrimonio no es sinónimo de atadura, ni de ahogo sino que es una expresión de amor que dos personas realizan como símbolo de unidad, indisolubilidad y de apertura a la vida.

 

 

Valor denotativo: La palabra "matrimonio" como denominación de la institución social y jurídica deriva de la práctica y del Derecho Romano. Su origen etimológico es la expresión "matri-monium", es decir, el derecho que adquiere la mujer que lo contrae para poder ser madre dentro de la legalidad. (http://es.wikipedia.org/wiki/Matrimonio)

Valor Connotativo: lazo, atadura, amarre, ahogo. Ej.: ¡echarse la soga al cuello!

 

Bibliografía:

 

 

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