DOS HERMOSAS MUJERES DE PELO NEGRO LISO.

Una de ellas comodamente sentada, sus zapatos necesitan ser limpiados, mientras la otra se encuentra de pie, sostiene una cadena que termina en mi cuello.

Estoy de rodillas, con las manos atadas la cadena termina en las manos de una de mis amas, mi obligación es obedecer cualquier deseo u orden de mis dueñas.

Ahora estoy limpiando la suciedad que pudieran tener los zapatos de mi ama que descansa y me ignora por completo a ella le interesa que sus zapatos esten limpios nada mas.

La otra sostiene con fuerza mi cadena haciendome mas dificil el trabajo.

Mientras limpio los zapatos siento el calor que pasa a traves del cuero y un poco de aroma que escapa de la parte interna del arco de los pies de mi ama y señora, la tibieza me recuerda que alli dentro hay sudor que podria calmar un poco de la sed que siento pero solo si mi ama lo requiere podre tener el honor de lamer sus plantas.