¿Qué puede llevar a un sensible creador de rico y peculiar universo propio a engendrar tuno monstruo como es "el planeta de los simios"?
La película original era un brillante ejercicio de ciencia ficción donde todos los elementos nutrían correctamente a la historia, incluido el inexpresivo Charlton Heston. Soy el mayor defensor del remake y de todo tipo de revisitación artística, no van por ahí los tiros; sencillamente, el film de Burton es basura.
Un pésimo guión lleno de fallos, poca consistencia temática y giros absurdos sirven de base a esta película para hacer chiste con el espectador que ha tenido la mala fortuna de pagar la entrada. Eso sí, Mark Walhberg es justamente el actor que merecía el conjunto.
La ambientación queda pobre y se mira con nostalgia a las maquetas de Gotham City o a los diseños de Eduardo Manostijeras. Y sobre todo se echa de menos una brillante historia y un buen pulso narrativo a los que nos había acostumbrado el director. Éxito, Hollywood. Tim Burton es ahora un ser corrupto que ha cambiado su arte por una bolsa de monedas. El cine americano pierde a uno de sus pocos hacedores auténticos y nosotros nos quedamos sin el desmelenado e infantil genio del pasado mientras blasfemamos sobre una pantalla llena de monos y despropósitos.
El más rotundo de los suspensos y mi más sincero y profundo rencor para el alienígena que ha abducido a Burton y lo ha sustituído por ese impresentable. |
