A YÉNESIS

Entre el abrigo y la zozobra,
La hablatitud se acoraza,
Avanzas pisando el dolor arrodajado.
Gimes arrimando el eco de los días que cuál pedernales,
se cicatrizan en la sintonía de lo inconmoviblemente amado.

Visitas una y otra vez la ausencia y sobre las
huellas germina un viento destemplado que presagia
la tormenta que al momento de su finitud develará de ti
una fuerza resoluta y franca.>p> Amarás, desde el resplandor que navegas sobre el oleaje,
continuarás, desde el alba sobrecogida de los Hualles
en el viaje del que tú te apropiaste y marcaste sus istmos a trazos firmes,
abiertos, recónditos de ti, en su plenitud que irradian y regalan.

Julio/2003

Jorge Bravo Cuervo