EUGENIO LABARCA

Cercanía de Marte
Gime un perro. Alborota un gato.

Se envuelve la vida en un nuevo velo

Las luces naranjas de Marte anochecen ojos cansados

De mirar, de mirar.

De no ver

Casi nunca.
Dos cabezas obliteran el firmamento

Y dos brazos se entrecruzan

Y exploran otros dos

Los dos universos

Tan distante uno, el otro tan cercano,

Ambos tan profundos.
Se anaranjan las miradas

Y se enjambran

En un panal de estrellas y relumbres,

Reflejos de ojos venidos de lejanas galaxias

Para convertirse en circuitos integrados

Del amor.
Bajamos lentamente la cabeza.

Revisamos nuestra pobre geometría

Y descubrimos

De mirar, de mirar,

Cuánto hay que ver en dos cuerpos

Terrenales.
23/09/03