MANUAL DEL HECHICERO MODERNO
MAGIA Y ADIVINACION
PONGA A PRUEBA SU PODER PERSONAL
QUIERE SER UN BRUJO PROFESIONAL, NO DEJE DE PRACTICAR ESTOS TRES EJERCICIOS PARA GENERAR PODER PERSONAL Y MEDIR SUS CAPACIDADES.
En el ámbito profesional, para practicar un trabajo mágico tenemos que saber con toda certeza que formamos una unidad con las fuerzas de la naturaleza y que podemos actuar como un canal para esas fuerzas, cuando lo necesitemos. Si todavía es un novicio, los tres ejercicios siguientes están diseñados para demostrarle que, en realidad, usted es una reserva de energía desaprovechada. Afortunadamente, estos ejercicios servirán para reforzar su confianza cuando inicie sus estudios mágicos.
Como los imanes, las palmas de sus manos pueden atraer o repeler otras energías, dependiendo de cómo las ponga a trabajar. Son centros de energía natural a través de los cuales usted puede dirigir su poder.
Mantenga las manos delante del cuerpo a una distancia aproximada de 30 Cm. , Con las palmas enfrentadas. Cierre los ojos para favorecer la concentración y centre la atención en el espacio que queda entre sus palmas. Entre ellas hay un campo de energía de baja intensidad, similar a la de los polos opuestos de un imán puestos uno frente al otro.
Sin abrir los ojos, junte lentamente las manos y comience a frotarse las palmas vigorosamente una contra la otra. Sienta el calor que generan. Memorice la situación.
Al cabo de uno o dos minutos, vuelva a separar las manos. Ahora concentrece en su sensación cuando vuelve a acercarlas lentamente. ¿Puede sentir la resistencia que ofrece una a la otra...? Esta sintiendo la expansión del campo energético que ha creado, proyectando hacia fuera desde sus palmas.
Ha creado una tenue barrera natural a la energía de la otra mano. Memorice la sensación. Antes de dar por terminado el ejercicio, coloque las manos sobre el suelo, ordenando mentalmente que la energía excedente que genero, salga de usted hacia la tierra.
Advertencia: nunca deberá permitir que la energía mágica no utilizada permanezca en usted o vaya a la deriva hacia algún otro lado. Si esto ocurre, esta podría operar en su contra, haciéndolo sentir agotado y descentrado. En casos extremos, esa energía puede provocarle angustia.
Las zonas del ombligo y del plexo solar son importantes chakras, dos de los siete centros básicos de poder. Fueron descubiertos hace muchos siglos en la india, y desde entonces han sido utilizados con éxito por brujos y hechiceros para proyectar poder, equilibrar el cuerpo y recibir impresiones psíquicas. El chakra del ombligo, localizado justo debajo del mismo, es uno de los más poderosos en el cuerpo de la mujer. Los hombres tienden a trabajar mejor con el plexo solar, la zona media entre la parte inferior el esternón y la parte superior del ombligo.
Lleve las manos hacia la zona del chakra que corresponda – según sexo- y comience a masajear en pequeños círculos con ambas palmas. Siéntase despertando conscientemente ese centro de energía. Al cabo de unos minutos, aparte las palmas. Haga una respiración profunda y luego vuelva a llevarlas lentamente hacia la zona del chakra. Debería sentir la presión de la energía despertada, empujando contra sus manos.
Practique la contracción y expansión de la energía, succionándola mentalmente del chakra como una pelota tensa y, luego, expandiéndola delante de su cuerpo a unos 25 cm. o 30 de distancia. Pruebe varias veces. Puede emplear las palmas para contribuir a empujar la energía hacia adentro y afuera también para ayudar a valorar su éxito.
Advertencia: como se sugirió en el primer ejercicio, antes de darlo por terminado, coloque ambas palmas sobre el suelo y expulse mentalmente la energía excedente que ha generado.
Encienda una vela y colóquela sobre una mesa o superficie plana, donde no haya ninguna probabilidad de que le afecte una corriente de aire. Deberá cerrar ventanas, apagar ventiladores de techo, acondicionadores de aire y calefactores para evitar las corrientes de aire en el interior del recinto.
Pónganse de pie delante de la llama y, con los ojos abiertos, ordene a sus propias energías que se fundan con las de la llama. Considérese esta fusión como un sendero hacia la vela que le permitirá manipularla sin contacto físico. Como sienta que ha establecido una conexión, ordene mentalmente a la llama de la vela que oscile como si hubiese utilizado la palma de su mano o los labios para enviarle una corriente de aire. Trate de visualizar una corriente continua de energía que bombardea a la llama y como pequeñas explosiones de energía. No espere que la llama se ponga a bailar para usted. Con la practica observara una ligera oscilación en respuesta a la orden. Si logra que se mueva al menos la mitad de las veces que lo intenta, considere su experimento un éxito.