HABLAR CON DIOS

ORACIONES QUE CURAN

LAS PLEGARIAS SELECCIONADAS EN ESTA NOTA PERTENECEN A DISTINTAS TRADICIONES, DESDE INVOCACIONES A LOS SANTOS, SUPLICAS A LA VIRGEN, ORACIONES METAFÍSICAS O EL DIALOGO DIRECTO CON JESÚS, TODAS TIENEN POR OBJETO ACERCAR AL DEVOTO A DIOS, PARA QUE LO AYUDE A CURARSE O A CURAR A LOS SERES QUERIDOS, POR DENTRO Y POR FUERA.

El retorno a una espiritualidad honesta, sincera, deseosa de superación suele parecer una propuesta de vida a contrapelo de los duros desafíos a los que nos enfrentamos cotidianamente. " żQuién tiene tiempo para la espiritualidad? " Preocupaciones más elementales agotan nuestra atención y nuestro tiempo. Sin embrago, la oración es un diálogo con lo trascendente y una forma de contactarnos con la fuente de Amor universal que permanece inalterable. Es un remedio para el alma y el cuerpo, brinda proteccion y confianza, algo que todos necesitamos.

La persona que reza se convierte en una parte de la totalidad, en una pequeña chispa que contribuye a alimentar el gran fuego del Amor universal, a cuya lumbre a su vez se calienta. Lo que el espíritu devoto encuentra al orar no es otra cosa que un punto de apoyo para la conciencia. Compartida por la humanidad de todos los tiempos, aun cuando las épocas, los usos y las religiones puedan diferir del deseo espontáneo del ser humano, la oración representa una forma de consuelo, expresa un sentimiento cósmico de apertura y compresión hacia la vida.

Y porque de vida se trata, la oración nos transforma, nos vuelve más vitales, capaces de enfrentar con hasta la misma enfermedad. La oración nos fortalece y nos vuelve afortunados.

"QUIERO CURARME Y CURAR"

Sea cual sea el motivo, es importante tener predisposición para orar. Existen oraciones de sanación interior para personas que tienen traumas o complejos desde niños, o padecen viejas heridas en el corazón que aún no sanan; también de intercesión donde varios seres oran por las necesidades de otros.

Las hay dirigidas a los santos o a la Virgen para quienes padecen de enfermedades graves.

Es importante hacerlo todos los días, por lo menos una vez, no importa que tan larga o corta sea la oración, pues el tiempo para orar depende de cada uno. Especialmente cuando estamos cansados o tristes el tiempo es corto y la paciencia poca.

A muchas personas les gusta orar contemplando un paisaje de la naturaleza y meditar en lo que ven, escuchan y sienten. Otras prefieren realizar una visita imaginaria a Jesús, revelarle todo sus problemas y luego meditar n la gloria de Dios, contemplarlo, respirar profundo y pensar solo en El.

Otra forma de orar que muchos eligen es tomar una lectura, ya sea de la Biblia o cualquier otro libro de reflexiones y meditar en su mensaje. Vale la pena releer y pensar en el mensaje y luego ponerlo en práctica en nuestra vida.

A QUIEN LE ORAMOS

żES VERDAD QUE NOS ESCUCHAN DE LO ALTO?

Orar es hablar con Dios del mismo modo que conversamos con un amigo, el mejor que se puede llegar a tener. Un amigo poderoso al cual confiadamente le podemos pedir por nosotros, por lo que necesitamos o simplemente darle gracias por todo lo que nos entrega diario.

Tal vez piensa que Dios es alguien distante que no tiene tiempo para usted, que lo va a recriminar. Pero la verdad es todo lo contrario, es un padre, un amigo que siempre nos escucha y nos ayuda, alguien a quien podemos pedirle y que nos da lo que realmente necesitamos.

SANACIÓN INTERIOR

PEDIDO A DIOS

Hoy, Padre, me quiero presentar delante de ti. Como tu hijo, tú me conoces por mi nombre. Pon tus ojos de Padre amoroso en mi vida. Tú conoces mi corazón y conoces las heridas de mi historia. Tú conoces todo lo que he querido hacer y no lo he hecho. Conoces también, lo que hice o me hicieron, lastimándome. Tú conoces mis limitaciones, errores y mi pecado. Conoces los traumas, miedos, nerviosismos, depresiones y complejos de mi vida.

Hoy padre, te pido que por el amor que le tienes a tu hijo Jesucristo, derrames tu Santo Espíritu sobre mí, para que el calor de tu amor sanador, penetre en lo más íntimo de mi corazón.

Tú que sanas los corazones destrozados y vendas las heridas, sáname aquí y ahora de mi alma, mi mente, mi memoria, mi concupiscencia y todo mi interior.

Entra en mi, Señor Jesús, como entraste en aquella casa donde estaban tus discípulos llenos de miedo. Tú te apareciste en medio de ellos y les dijiste: "no tengan miedo, paz a vosotros". Entra en mi corazón y dame tu paz. Lléname de amor.

Sabemos que el amor echa fuera el temor. Pasa por mi vida y sana mi corazón. Sabemos, Señor Jesús, que tú lo haces siempre que te lo pidamos.

ORACIONES METAFISICAS PARA REPETIR Y MEDITAR

Buena salud

Padre, hay momentos en que he sentido mucho miedo.

Momentos desconcertantes y tormentosos; y es cuando digo: Padre acude a mí en este momento en que tengo miedo.

Acude a mí cuando dudo, cuando me atormento por el dolor y la incomprensión.

Acude a mí en todo momento en que me veas atormentado por la ignorancia de pensar que no estás cerca.

Acude a mí cuando me enfermo, no sólo del cuerpo sino del espíritu.

Acude a mí; yo te alabo, bajo tu frondoso árbol me acuesto a dilucidar tus pensamientos y a entonarme con tu amor y tu sapiencia

Fortaleza interior

Yo soy tu fuerza, tu comprensión perfecta; yo soy tu habilidad para aplicarla constantemente; yo soy la verdad que te da la libertad perfecta ahora; yo soy la puerta abierta a la luz de Dios que nunca fracasa; doy las gracias, he entrado en esta luz de lleno, usando la compresión perfecta.

Yo soy tu vista, que ve todas las cosas visibles e invisibles; yo soy tu oído, escuchando las campanas de la libertad que tengo ahora; yo soy tu habilidad de sentir la más embriagadora fragancia a voluntad; yo soy la totalidad de toda perfección; yo soy la revelación total y el uso de todos los poderes de mi ser que yo soy; yo soy el amor, el magno poder motriz de toda acción.

El acto de orar tiene un efecto doble. Nos conecta con nuestra más profunda interioridad y con las fuerzas superiores que nos gobiernan. Nos pone en sintonía con lo mejor de nosotros y con lo más sagrado de la existencia.

Por la transformación del mundo

Recibir tu energía y tu consciente me limpia y me enaltece. Visualizarte y observarte en energía divina me produce solidez interna y me mueve a búsqueda. Toca el esplendor, entra en él, no dejes que te suspenda; entra, brilla por doquier, el heraldo, el auge, la fuente, la consciencia. Todo lo que quiero de ti es que toques el esplendor y cuando lo tengas, lo utilices para algo mejor: el planeta te necesita y tu estas aquí para ayudar.

ORACIONES DE FE

Curación de enfermedades

Dios, satisface mi necesidad; sacia mi hambre con tu inmensa piedad; conmigo anda y sé mi guía cada momento de este día. Ahora tengo sabiduría, verdad, paciencia, bondad y amor.

Todo lo puedo, todo lo soy en Cristo, luz del alma mía.

Dios es salud, no puedo enfermar.

Dios es mi ayuda, no falla jamás.

Dios es mi todo, voy sin temor bajo las alas de su amor.

Amén.

Auxilio a los enfermos

Te rogamos Señor creador del cuerpo y del alma, Tú que hiciste al hombre, Tú que administras y gobiernas y salvas a todo el género humano.

Tú que reconcilias y aplacas por bondad, senos propicio señor, socorre y cura a todos los enfermos y permite que se levanten los que están postrados, glorifica tu Santo Nombre por medio de tu hijo Jesucristo, que por El, se alcance la gloria y el poder en el Espíritu Santo, ahora y siempre por los siglos de los siglos, Amén.

Liberación de alergias

Yo soy un fuerte y vital hijo de Dios.

Sólo tengo reacciones saludables, felices, normales para el aire que respiro, el alimento que como y las condiciones de mi vida.

Amén.

Buena memoria y lucidez

Cristo está en mí, pienso con Claridad, aprendo fácilmente y mi memoria es perfecta (recitarla a diario).

Amén.

PLEGARIAS A LOS SANTOS

Al sagrado corazón de Jesús

ĦOh, Santísimo Corazón de JesúsĦ

Fuente de todas las bendiciones, yo te amo, yo te adoro y con sincero arrepentimiento de mis pecados te ofrezco éste corazón hazlo humilde, paciente, puro y sumiso a tu voluntad, concédeme misericordioso Jesús protección, confórtame, dame salud, fuerza y paz, tu bendición mientras viva y el favor de morir en tu gracia.

Corazón de Jesús en ti confío.

Amén.

A San José

Glorioso San José, custodio fiel a quien fueron confiados Jesús, la inocencia misma, y María, Virgen de las vírgenes; Te ruego y suplico que, con tu ayuda, mantenga yo el corazón puro y el cuerpo casto.

Por Jesucristo Nuestro Señor.

Amén.

UN ACTO QUE NOS ELEVA

Orar por otros

Es muy agradable dar gracias, decir a lo alto "gracias por mi vida, por mis padres, por mis estudios, por mis amigos, porque tengo casa, porque tengo salud...", etc.

Igualmente es preciso interceder ante dios por las necesidades de los demás, pensar que no sólo existimos nosotros y nuestros problemas, sino ser conscientes de que hay otros que en este mismo momento son víctimas de dificultades mayores a las nuestras. Hay tantos que sufren y otros que ni siquiera conocen a Dios...

SUPLICAS A LA VIRGEN

Por nuestra sanación y la de nuestros seres queridos

Por culpa de muchos pecados mi cuerpo cayó enfermo. A ti acudo, llena de gracia. Y tú, que eres la esperanza de los desesperados, Virgen que engendraste al Dios y Salvador, te ruego que me liberes de la adversidad, ya que cuando a ti recurro, elevo mi alma y mi mente. ĦOh, única Madre Divina, haz digno mi cuerpo enfermo y mi alma, préstame ayuda, oh Virgen Ħporque me torturan enfermedades molestas!. Yo te reconozco completamente pura, como tesoro inagotable y dispensora de curación. Yazgo en un lecho de enfermedad y no hay salud para mi cuerpo, pero tú que engendraste al salvador del mundo y a quien cura toda enfermedad, te suplico que me arranques de las desgracias de mis debilidades y me cures.

ĦOh, virgen, cambia en salud la enfermedad, pues aquí estoy postrado y humillado! Ayúdame, Amén.

Por la salud de todos

ĦOh Virgen!, Vierte la riqueza de la curación sobre todo aquel que con fe te canta y exolta tu parte inefable.

Amén.

Dialogo con María

Acordaos, Ħoh piadosísima Virgen María!, Que jamas se ha oído decir que ninguno que haya acudido a ti, implorando tu asistencia y reclamando tu socorro, haya sido abandonado de tu proteccion. Animado con esta confianza, a ti también acudo, Ħoh madre, Virgen de las vírgenes!, Y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a compadecer ante tu presencia soberana. No deseches, Ħoh madre de Dios!, Mis humildes suplicas, antes bien, escúchalas y acógelas favorablemente. Amén.

Orar cada día

Estas oraciones tradicionales sirven para salvar a una persona, para quitarle males, para ahuyentar malos pensamientos, alejarnos de vicios, aliviar dolores e introducir la fe en la humanidad.

Por la mañana

Señor, en el silencio de este día que comienza, vengo a pedirte la paz, la prudencia, la fuerza. Hoy quiero mirar el mundo con ojos llenos de amor, ser paciente, comprensivo, dulce y prudente. Ver, por encima de las apariencias a tus hijos como tu mismo los ves, y así no ver mas que el bien en cada uno de ellos. Cierra mis oídos a toa calumnia, guarda mi lengua de toda maldad, que solo los pensamientos caritativos permanezcan en mi espíritu, que se benévolo y alegre, que todos los que se acerquen a mí sientan su presencia. Revísteme señor y que a lo largo de este día yo te irradie. Amén.

Por la tarde

Antes de que la luz decline, o creador por tu clemencia que nos cuides y veles por nosotros, mantén alejadas las pesadillas y los fantasmas de la noche, ahuyenta a nuestros enemigos y que el cuerpo quede intacto. Amén.

Al terminar el día

Señor, protégeme como si fuera la pupila de tus ojos, señor protégeme bajo la sombra de tus alas. Amén.

 

Ayuda de Jesús

En la enfermedad

Fortaléceme Ħoh Cristo!, Tu siervo ha sido aniquilado, mi voz que te contaba ahora calla, no abandones a tu sacerdote, quiero gozar de nuevo de salud, cantar y purificar a tu pueblo, te ruego que no me dejes, si en la tormenta he podido fallarte, te ruego me perdones, quiero volver a ti.

Amén.

Plegaria del corazón

Cambia mi corazón y dame un corazón generoso, un corazón afable, un corazón bondadoso, dame un corazón nuevo. Haz de brotar en mí los frutos de tu presencia. Dame el fruto de tu Espíritu que es amor, paz, alegría.

Haz que venga sobre mí el Espíritu de las bienaventuranzas, para que pueda saborear y buscar a Dios cada día, viviendo sin complejos ni traumas junto a los demás, junto a mí familia, junto a mis hermanos.

Te doy gracias, Padre, por lo que estás haciendo hoy en mi vida. Te doy gracias de todo corazón, porque tu me sanas, porque tu me liberas. Gracias, Señor Jesús, porque soy templo de tu espíritu y este templo de tu espíritu no se puede destruir porque es la Casa de Dios. Te doy gracias, Espíritu Santo, por la fe. Gracias por el amor que has puesto en mi corazón Ħqué grande eres, Señor Dios!ĦBendito y alabado seas!

VERSOS PROTECTORES PARA TODO FIN

Al padre celestial

Padre mío celestial, aparta de mí este mal, Amén.

A los ángeles

Angeles y arcángeles, guardianes de las cataratas del cielo, que lleváis a la luz al mundo entero, estoy luchando contra un perro sin cabeza, si viene contenedlo por el Poder de Dios. Amén.

Liberadme del mal, por el Poder del Padre, del hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Bendición del avión

Este es el avión de Dios. Su inteligencia está en cada una de sus partes. Según mantiene El las estrellas en su curso y el sol y la luna en sus órbitas, asimismo guía y dirige este avión. El conoce todas las vías y veredas del aire, lo mismo que conoce todos los caminos y veredas de la tierra. Descanso tranquilo y seguro en su presencia protectora, y sé que todo está bien.

Suerte

Divina Providencia, tú que eres el autor de todo lo creado, yo invoco la sublime influencia del Padre Eterno. ĦOh! Diosa Fortuna, muéstrame tus dones para obtener éxito, para que mi casa y mi persona prosperen. Gran poder oculto invoco tu suprema presencia para que mi camino se vea iluminado por el faro de l Fortuna. Invoco al Espíritu Santo para que ilumine mi camino, sólo pido merecer por vuestra intervención la eterna bienaventuranza. Amén.

Para conducir sin tener accidentes

Espíritu de Luz, guíame siempre que conduzco. Llévame hacia donde debo ir; dirigido por ti.

Enséñale a los otros a vislumbrarme con exactitud. Manténme alerta; que sienta tu dirección y regrese sano con tu amor. Gracias Padre. Amén.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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