Ahora sin quererlo, me hacen pensar en ella.
Y ahora sin pensarlo, me has hecho quererte
A sabiendas que no hay sentido en mi vida
Si de amor o de pasi�n, no he de tenerte

La brisa matinal acaricia mis mejillas
Y el roc�o cae suavemente en mi rostro
Tal vez no es brisa sino soledad fr�a,
Y l�grimas las que humedecen sin costo

Estas calladas memorias matutinas
Miro al sol y te imagino:
Radiante y hermosa alumbrando mi camino
Veo a la luna y luego afirmo:
Cu�n claro veo en ti mi buen destino

Sin intenciones fijas en mi caso
La naturaleza perfecta viene al juego
Y en su sabidur�a, lo hace en el ocaso
Prendida eternamente en ese fuego

Otra c�mplice callada es el alba
Y otro testigo firme es el viento
Sin culpa suya traen la carga
De llenarme esta noche en sentimiento
Con el alba llega siempre tu imagen
Mas el ocaso nunca se la lleva
El fuego no quema, aunque arde
Y con el viento arriba la esperanza nueva

Estos elementos cubiertos de tristeza
Emergen de mi taciturna alegr�a
Y de nuevo es grande mi sorpresa
El tener siempre a la mano, vendimia
De mi sangre agitada en el pulso
No es culpa m�a, no te lo digo: lo juro
Y otra vez viene la ma�ana
Una vez m�s est� aqu� la tarde
Nuevamente ha llegado la noche
Y sin sue�o cansado madrugada cae
No es culpa m�a, verdad te digo

Pensarte m�s hoy no quer�a
Sin embargo he visto en cada friso
Tu rostro rebosando en armon�a
Y el cantar de las aves, sus sonidos
Tu voz confundiendo mis sentidos
Si batiendo sus alas, mariposa
Recorrer tu cuerpo, �siempre hermosa!

Luz y sombra, luna de octubre
Aquella ma�ana de noche
En que vimos juntos, derroche
Del manto de estrellas que cubre
El cielo inmenso al infinito
A veces claro, otras oscuro
Siempre distante y cercano
Como tu recuerdo sobrio y puro

Hoy me propuse: no pensarte
Negar al coraz�n este recuerdo
Dejarte atr�s sin importarme
Lo mucho que ahora te quiero
Fracas� sin cumplir esa propuesta
Te estuve recordando a cada instante
En que el aire entraba por mi boca
Y en mis venas flu�a roja sangre

Hoy el cielo, la luna y las estrellas
Se volvieron todas en mi contra
La tierra, el sol y cosas bellas
Me obligaron a pensar solo en tu forma
No es culpa m�a, o tal vez lo sea
Pero m�s que la naturaleza tibia
Mi propio coraz�n y alma tierna
Me han hecho pensar en ella...



Jes�s BM
�1999
Mi�rcoles 24 de noviembre, 2:45 a.m.





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