El Rafo.

Que importancia tenía que el Rafo no pudiera acertar nunca la salida de su propia encrucijada, si el mismo mundo se había transformado mucho tiempo atrás en un inmenso y auténtico laberinto.

Aunque arrastraba cadenciosamente los pies al caminar, solo alcanzó la edad mental de un chico de diez años, fue una barrera insuperable para el Rafo.

Desde siempre el que dirán fue una razón existencial para el, toda una etapa de su vida se la paso preocupado, por creer que la masturbación provocaba acne y como consecuencia, contando los granitos se podían enterar del número de veces que “había pecado”.

Después de todo, la amenaza del Negro Valdivia aunque lapidaria, trajo efectos positivos tanto en su rendimiento mental como en el trabajo....”esto no es un juego carajo, si llegas tarde con los rollos o si cambias el orden con que te los entregan, cuento a todo Mollendo lo que tu ya sabes”.

No solo cumplía estrictamente con el traslado de los rollos desde el cine Teatro al Mundial y viceversa, con un orden y rapidez asombrosa, sino que se aprendió los nombres de las películas, el director y los protagonistas, además los itinerarios y todo lo relacionado con las funciones, sabía que los días más importantes y cuando más atención debía poner eran los sábados. Muchos no alcanzaban una entrada para las funciones de la vermouth y noche, ahí venía la recomendación del Rafo.....no se preocupe oiga usted, la del sábado la repiten en el Mundial el miércoles, no se pierda los tres capítulos de la serial más una cowboy de yapa.

Las seriales las pasaban en simultáneo en los dos cines, y la sincronización con los rollos era lo que más importaba, esa fue la razón por la que nunca pudo ver completas: La Legión del Zorro, El Potro Pinto, El Tren Arrollador, La Calavera, Flash Gordon, La Conquista del Universo o El Escorpión Verde. Sabía de memoria, el tiempo que faltaba para concluir el rollo que estaban pasando, los espectadores acompañaban la música con los tacos de sus zapatos golpeando en el piso de madera, y el compás era acorde con la intensidad dramática de la cinta.

También era familiar para el Rafo los nombres de Gene Autry, Erroll Flinn, Tirone Power, Aland Lad o Linda Darnell; como una letanía recitaba, en el Teatro el estreno de los domingos se repite lunes, el martes femenino se repite miércoles, el jueves estrenamos una mejicana para repetirla viernes. Con relación a las mejicanas, nunca supo que la capital de Jalisco es Guadalajara, pero si la diferencia entre las cajas metálicas que contenían los rollos de las películas “Así se quiere en Jalisco” con la de “Jalisco no te rajes”

A pesar de la minuciosidad y tremenda contracción al trabajo puesta de manifiesto por el Rafo, un desafortunado día todo Mollendo supo lo que no tenía que saber.............! EL RAFO ES MARICÓN ¡

Pobre Rafo, de que le valió que fuera a trabajar hasta con fiebre, de que valió que entre muchas cosas supiera todos los nombres de los artista mejicanos, Jorge Negrete, Gloria Marín, Sara García, Pedro Armendáriz, Tito Guizar, Rene Cardona, Arturo de Cordoba, Domingo, Fernando y Andrés Soler, Pedro López Moctezuma, Elsa Aguirre, Marga López, Ninón Sevilla, Amalia Aguilar y La Tongolele y los que hacían reír a los mollendinos Cantinflas, Chicote, Mantequilla, Resortes, Oscar Pulido y Chaflán, era una época en que la ranchera se imponía por todo lado, desde “La Cabaña” hasta la “Rata Muerta”

Finalmente, en simultáneo como las funciones en los cines Teatro y Mundial, a mediados del año 55, así como se les “prendió” la lamparita a los de la Metro-Goldwin-Mayer y crearon el cinemascope, también al Rafo se le prendió la lamparita, y seguro de lo que hacía fue donde el Dr. Valdivia Ponce para que lo examinara y comprobara que era una falacia lo que se decía de él, y por lo tanto exigió un certificado, el mismo que de tanto mostrarlo a quien lo quisiera ver, se convirtió en un papel maltratado y sucio, textual y escuetamente el Dr. Valdivia Ponce certificaba: .......EL RAFO NO ES MARICÓN, ES BIEN MACHO.

BETO MONTOYA

AQP 22.04.2004