Amigos, acabo de leer un mail que me aclara una palabra que siempre me había intrigado como peruano. Espero les guste, Nacho

Lima es una capital con una mezcla de culturas que se refleja en sus casas, sus calles, sus parques, sus habitantes, sus ropas, sus ambulantes. Cuando el centro de Lima perdió su esplendor virreinal, los que añoraban esa época empezaron a llamar a la ciudad Lima La Horrible. Lima ha tenido muchos calificativos, pero siempre fueron La Ciudad Jardín, La Ciudad de los Reyes (su nombre original) y otros más. Ser llamada "La Horrible" tan sólo porque los ricos ya no se sentían a gusto con los inmigrantes, con las clases más bajas...

Ni siquiera con los "nuevos ricos".

La palabra «huachafo» viene de una deformación del «nuevo rico» peruano, fruto del negocio del guano de islas, que cuando viajaba a Londres el siglo pasado, compraba ropas, muebles y menaje en una calle — donde los nuevos ricos de todo el mundo iban a comprar — que se llamaba White Chappel. Los que ahí compraban se llamaban despectivamente “white chaps”, por decir gente de gusto dudoso. Actualmente la palabra sirve para calificar a todo aquello que es de mal gusto, algo como "kitsch", algo donde se da la mezcla de todos los gustos posibles, pero de mal resultado al combinarlos.

La ciudad de Lima es la ciudad de lo huachafo, ninguna otra ciudad del país podría alcanzar esta calificación. Pero esta característica no la hace "horrible" sino diferente, interesante, atrayente. Todos los limeños convivimos con la huachafería, no podemos librarnos de ella, así que termina por asimilarse.

Este "mal gusto" se refleja en la ciudad, en los mil carteles pegados por todas partes, en los mil colores de las edificaciones, en la imitación de gustos y modas extranjeras y en la arquitectura elitista por parte de alcaldes de municipios menos favorecidos.